Ejercicio

La paradoja de la actividad física: beneficiosa cuando se hace como "hobbie" pero perjudicial cuando la exige el trabajo

Desarrollar una ocupación que demande esfuerzo físico continuado puede influir negativamente en el desarrollo cognitivo y acelerar la demencia, según una nueva investigación

Bomberos del CEIS retirando ramas de los árboles caídos en la vía durante el temporal
Bomberos del CEIS retirando ramas de los árboles caídos en la vía durante el temporalBomberosCEIS

Los beneficios del ejercicio físico como práctica habitual en la vida diaria están más que probados: reduce los factores de riesgo cardiovascular- como la frecuencia cardiaca y la presión arterial- así como el riesgo de diabetes pero, además, previene frente al deterioro cognitivo asociado a la edad. Siendo así, uno podría pensar que la gente que se dedica a trabajos no sedentarios, como los obreros de la construcción, la gente que trabaja en almacenes, bomberos, fisioterapeutas, u otras profesiones en las que el esfuerzo físico es clave, obtendrían el mismo beneficio de su actividad laboral. Sin embargo, un nuevo estudio pone de manifiesto que esta asociación no es correcta, ya que realizar un trabajo con una actividad física exigente como, por ejemplo, levantar mucho peso, puede tener efectos negativos para el desarrollo cognitivo.

El hallazgo parte de una investigación desarrollada por el Centro Nacional Noruego de Envejecimiento y Salud y por la Escuela de Salud Pública de Columbia (Estados Unidos), y publicada en

The Lancet Regional Health Europa, para la que los científicos han utilizando uno de los estudios poblacionales sobre demencia más grandes del mundo, el HUNT4 70+. En el análisis se incluyeron 7.005 participantes- la mitad mujeres-, 902 a los que se les diagnosticó clínicamente demencia y 2.407 a los que se les diagnosticó deterioro cognitivo leve. El profesor de Salud Poblacional y Familiar en la Escuela de Salud Pública de Columbia, Vegard Skirbekk, y sus colegas evaluaron la asociación de las trayectorias de actividad física ocupacional entre los 33 y los 65 años con el riesgo de demencia y deterioro cognitivo leve a partir de los 70 años.

Se sabe que el período preclínico de la demencia puede comenzar hasta dos décadas antes de la aparición de los síntomas; por lo tanto, los investigadores plantearon un enfoque del ciclo de vida en el que se tiene en cuenta diferentes ocupaciones durante el curso de la vida laboral para poder proporcionar información más precisa sobre las complejas relaciones entre las características ocupacionales y el deterioro cognitivo.

Los riesgos de demencia y deterioro cognitivo leve entre la población de 70 años o más fueron del 15,5% o entre aquellos con trabajos físicamente exigentes en la última parte de la vida laboral, pero sólo del 9% entre aquellos con trabajos que tenían bajas exigencias físicas.

Los resultados muestran la importancia de desarrollar estrategias para que las personas en ocupaciones físicamente exigentes prevengan el deterioro cognitivo. "Es de vital importancia comprender cómo se relacionan los niveles de actividad física en el lugar de trabajo con el deterioro cognitivo y la demencia", declaró Skirbekk, según infoma EP. "Nuestro trabajo también destaca lo que se llama la paradoja de la actividad física, es decir, la asociación de la actividad física en el tiempo libre con mejores resultados cognitivos frente a cómo la actividad física relacionada con el trabajo puede conducir a peores resultados cognitivos", añadió.

El estudio pone de manifiesto la necesidad de encontrar soluciones tecnológicas y formas de reducir la actividad física ocupacional elevada a lo largo de la vida laboral, por ejemplo, mediante una mayor flexibilidad laboral, la rotación en el trabajo, las pausas forzadas y los periodos de recuperación obligatorios, así como la posible imposición de una reducción de las horas de trabajo semanales o de por vida. "Nuestros resultados subrayan particularmente la necesidad de realizar un seguimiento de las personas con una alta actividad física y ocupacional a lo largo de su vida, ya que parecen tener un mayor riesgo de desarrollar demencia", señaló el investigador.

"Las investigaciones futuras deberían evaluar cómo la actividad física ocupacional y las intervenciones para reducir la actividad física ocupacional, en combinación con otras características del trabajo, se relacionan con la demencia y el riesgo de deterioro cognitivo leve en edades más avanzadas. Esto mejorará nuestra comprensión de la asociación entre los antecedentes ocupacionales y el deterioro cognitivo", concluyó.