Enfermedades

¿En qué consiste la demencia y cómo prevenirla?

Esta enfermedad afecta principalmente a la memoria y el lenguaje y se desarrolla lentamente pasando por varias fases

Personas mayores jubiladas en el centro de Madrid
Personas mayores jubiladas en el centro de Madrid. David JarDavid JarFotógrafos

 La demencia es una enfermedad crónica o progresiva que se manifiesta a través del deterioro de las funciones cognitivas, impactando la memoria, el pensamiento, la orientación, la comprensión y el lenguaje. Aunque suele asociarse comúnmente con la vejez, puede afectar a personas de cualquier edad, donde factores como antecedentes familiares o la falta de ejercitación cerebral también entran en juego.

Según el doctor David Curto, director Médico de Calidad e Innovación de Sanitas Mayores, para considerarse demencia deben manifestarse al menos dos problemas en las funciones neuronales, como pérdida de memoria y dificultad en el lenguaje.

Existen varios síntomas reveladores de la demencia que pueden actuar como señales de alerta. Entre ellos se incluyen aspectos cognitivos como desorientación, déficit de atención y alteraciones en el lenguaje. La desorientación temporal, espacial y de personas, junto con cambios en la memoria a corto y largo plazo, son indicadores cruciales. La demencia también puede manifestarse en alteraciones conductuales, apraxias (incapacidad para realizar tareas motoras aprendidas) y agnosia (incapacidad para reconocer estímulos aprendidos).

Aunque no existe un remedio infalible para prevenir la demencia, hay medidas que pueden ser de gran utilidad. La estimulación mental, la vida social activa y el control de la presión arterial y el colesterol son elementos clave. Una dieta saludable, rica en vitamina D, también se presenta como una práctica recomendada. Además, dejar el tabaco puede ser un paso importante.

Fases de la enfermedad

La enfermedad se desarrolla lentamente, pasando por diferentes fases. En la fase inicial, el daño cognitivo es leve, con dificultades en la memoria a corto plazo y problemas de aprendizaje. En la fase intermedia, el deterioro cognitivo es moderado, afectando la memoria a largo plazo y la capacidad de aprender o recordar información nueva. En la fase avanzada, el deterioro es irreversible, con pérdida total de la memoria a corto y largo plazo, requiriendo asistencia especializada y, en muchos casos, cuidado en centros adaptados.