Salud mental

“Una de cada tres personas desarrollará demencia senil en su vida”

Es una de las conclusiones de un estudio británico que señala un aumento del 40% más de lo previsto en esta enfermedad.

La demencia frontotemporal es el nombre de un grupo de demencias progresivas que afectan principalmente a la personalidad, al comportamiento y al habla de un individuo.
La demencia es uno de los mayores desafíos de las próximas décadas, señalan los autoreslarazon

Un estudio publicado en 2020 señalaba que el número de personas mayores que viven con demencia en Inglaterra se duplicaría en 2040. Otro análisis, global este y publicado en The Lancet, daba un pronóstico más oscuro aún: el número de personas con demencia aumentaría de 57,4 millones de casos a nivel mundial en 2019 a 152,8 (130,8–175,9) millones de casos en 2050. Las cifras de los países europeos eran muy similares entre sí. Los datos se centran en personas mayores de 65 años, de ahí que se hable de una de cada tres personas.

Pero no es una estadística, lo dicen los expertos. En España 1,2 millones de personas padecen demencia senil y según un informe de la Asociación Europea de Alzheimer, los cálculos indican que en 2050 casi un 4% de la población española estará afectada por algún tipo de demencia, en contraposición con el 1,83% que la sufría en 2018. Si tenemos en cuenta que los mayores de 65 representan un 20% de la población total, los datos no coinciden…

Y eso es precisamente lo que señala un nuevo análisis publicado en Lancet Public Health, da un nuevo panorama. Estudios previos, basados en datos hasta 2010, mostraron que la incidencia de demencia había disminuido en países de altos ingresos. Sin embargo, los nuevos datos afirman que hasta 1,7 millones de personas podrían estar viviendo con demencia en Inglaterra y Gales para 2040, más del 40% más de lo previsto.

Según esta tendencia, los autores, liderados por Yuntao Chen, proyectan que el número de personas con demencia puede ser significativamente mayor de lo esperado en el futuro. Para llegar a esta conclusión, el equipo de Chen analizó datos de personas mayores de 50 años en Inglaterra entre 2002 y 2019 y que forman parte del Estudio Longitudinal Inglés del Envejecimiento (ELSA).

Los resultados mostraron que la tasa de incidencia de demencia disminuyó en un 28,8% entre 2002 y 2008. Sin embargo, aumentó nuevamente en un 25,2% entre 2008 y 2016. Si la tasa de incidencia aumenta tan rápido como lo que se observó entre 2008 y 2016 (un aumento del 2.8% por año), los investigadores predicen que el número de personas con demencia en Inglaterra y Gales aumentará a 1.7 millones en 2040, aproximadamente el doble en 2023.

“Es impactante pensar que el número de personas que vivirá con demencia en 2040 pueden ser hasta un 70% - señala Chen en un comunicado-. No solo esto tendrá un efecto devastador en la vida de los involucrados, sino que también establecerá una carga considerablemente mayor para la salud y la atención social de lo que predice los pronósticos actuales”.

Aunque a menudo se ha atribuido un aumento en los casos de demencia a una población que envejece, el equipo de Chen también descubrió que la tasa de inicio de la demencia en los grupos de mayor edad también está aumentando.

“Nuestra investigación – añade Eric Brunner, coautor del estudio - ha expuesto que la demencia es probable que sea un problema de política más urgente de lo que se reconoce. Hemos descubierto que la población envejecida no solo es un impulsor importante de la tendencia, sino que también está aumentando el número de personas que desarrollan demencia dentro de los grupos de mayor edad. La demencia es el mayor problema de salud y atención social de nuestro tiempo. Las estadísticas de este estudio son un recordatorio de que, sin acción, la devastación individual y económica causada por la demencia no muestra signos de detención. Sabemos que una de cada tres personas nacidas en el Reino Unido hoy desarrollará esta condición terminal en su vida”.

La pregunta es si estos datos son extrapolables a España. Si nos basamos en el estudio global antes mencionado, que señalaba una homogeneidad en las cifras entre los países europeos, entre los que se contaban Inglaterra y España, parecería que sí. Pero hay que tener en cuenta factores como la alimentación, la actividad al aire libre, la educación y otras variables que podrían inclinar la balanza.