El reto diario de la salud bucal de las personas con discapacidad

«El mundo no está preparado para las personas con necesidades especiales y la salud bucodental no es una excepción», asegura la atleta paraolímpica Susana Rodríguez. Si tenemos en cuenta que en España hay más de 4,3 millones de personas con discapacidad, nos podemos hacer una idea de la magnitud del problema. Y es que todo el mundo debería tener acceso a una actividad básica en la vida diaria como la higiene oral.

Para entender mejor el contexto y los retos a los que se enfrentan se ha hecho el estudio «Salud bucal y discapacidad en España», en el que se han encuestado a mil personas acerca de su discapacidad y su relación con la salud oral. Y más de la mitad (57%) afirma que el cuidado bucal supone para ellos una lucha diaria y, aunque un 39% dice sentirse atendido y seguro en el dentista, hay un 32% que no está del todo satisfecho con su experiencia.

Además, según el estudio desarrollado por Oral-B, más información y visibilidad sobre el cuidado bucal y la discapacidad podría marcar la diferencia y ayudar a la sociedad a comprender su lucha. Por ello, junto a la Fundación Dental Española (FDE) y a la Sociedad Española de Odontoestomatología para pacientes con necesidades especiales (Seoene), ha puesto en marcha una campaña con el objetivo de ayudar a los profesionales dentales con educación y formación para que logren mayor seguridad e inclusividad con sus pacientes, y contribuir con la asistencia y educación de personas con discapacidad y sus cuidadores para que puedan mantener una mejor salud bucal. El proyecto «Recapacitemos para capacitar» busca concienciar y visibilizar este problema, así como hacer de la salud bucal una experiencia más positiva, inclusiva y accesible.

Dirigida a dentistas y liderada por la FDE, en la que se llegará al 100% de los colegiados de toda España con material educativo en diversos formatos como webinars e infografías sobre cuidado bucal en personas con discapacidad, una campaña dirigida a personas con discapacidad y sus cuidadores en las que, en colaboración con Seoene, se ofrecerá asistencia preventiva en ocho centros de personas con discapacidad a nivel nacional en los que se grabarán videos y material educativo que se amplificarán para llegar a más de ocho millones de personas. Y como última fase, se lanzará una campaña en tienda a nivel nacional para invitar al público general a unirse a la causa.

«Desde el Consejo de Dentistas de España (CDE) llevamos años defendiendo una atención bucodental de calidad para el colectivo de personas con necesidades especiales. Los profesionales estamos dispuestos a poner todo de nuestra parte, pero también necesitamos la implicación del sector público. Nuestros dirigentes tienen que saber que estas personas y sus cuidadores necesitan el amparo de la Administración para proteger su salud oral y tener una mayor calidad de vida», asegura Óscar Castro, presidente del CDE y de la FDE.

«La prevención evita procedimientos dentales de mayor envergadura que, aunque sean necesarios para curar al paciente, conllevan cierto riesgo para el mismo», añade Lizett Castellanos, presidenta de Seoene.

El papel de los cuidadores

Esta labor cobra aún más importancia cuando el estudio arroja datos como que la mitad de los encuestados (49%) cree que nunca conseguirá alcanzar la salud bucal deseada, manifestando el doble de probabilidades de experimentar rechinar de los dientes, dolor de muelas o úlceras en la boca. (Ver gráfico)

Los cuidadores ejercen un papel muy importante: uno de cada cinco españoles (22%) está a cargo de una persona discapacitada, de los que el 66% afirma que la persona a la que cuidan tiene dificultades para mantener una buena rutina de salud bucodental. Además, las personas con discapacidades cognitivas (alzheimer, autismo, síndrome de Down…) tienen más probabilidades de tener dificultades en su cuidado bucal (63%) que aquellas con discapacidades físicas (56%).

La cuestión clave es no olvidarse de cepillarse los dientes, y es que el doble de personas con discapacidad afirma carecer de los conocimientos y la motivación necesarios para mantener una buena salud bucal (47% frente al 23% las personas sin ella); y un tercio solicita más educación sobre la importancia, el apoyo y los procedimientos, además de productos más accesibles y cómodos, algo que los cuidadores apoyan (60%).