Salud

Revelan el secreto de los murciélagos para 'autocurarse' del cáncer y la Covid

"Llevaremos el trabajo tan lejos como podamos y cederemos el testigo a expertos en enfermedades para que trabajen en el desarrollo de fármacos u otras terapias"

Todos los mamíferos pueden ser portadores del virus de la rabia, aunque es más común en los perros, los mapaches o los murciélagos / Foto: Archivo
Todos los mamíferos pueden ser portadores del virus de la rabia, aunque es más común en los perros, los mapaches o los murciélagos / Foto: Archivolarazon

La investigación contra el cáncer abarca múltiples áreas, desde la tecnología hasta la genética, pasando por la alimentación. Pero, sin duda, una de las más singulares es el estudio de animales tan magníficos y sorprendentes como las ratas topos. El objetivo es comprender por qué algunas especies no desarrollan tumores y otras, como los humanos, sí lo hacen.

Y aquí, es cuando intervienen los murciélagos, criaturas con mala fama que, sin embargo, podrían ser clave para el cáncer. Desde luego, su forma de evolucionar ha sido única: son los únicos mamíferos que pueden volar y viven mucho más que otros animales de su tamaño. Pero quizá lo más impresionante sea su robusto sistema inmunitario. Protege a los murciélagos de virus que causan estragos en los humanos, como la Covid-19 o el Ébola. Pero también mantiene a los murciélagos relativamente libres de cáncer. ¿Cómo?

Según un nuevo artículo publicado en la revista Genome Biology and Evolution por científicos del Cold Spring Harbor Laboratory (CSHL), un centro puntero de investigación estadounidense, el secreto está en los genes.

Para demostrarlo, el equipo recogió muestras del animal en Belice, en el Mar Caribe. Posteriormente, secuenciaron los genomas del murciélago frugívoro jamaicano y del murciélago bigotudo mesoamericano. Al comparar estas secuencias con las de otros mamíferos, los investigadores descubrieron que la rápida evolución ha hecho que los genomas de los murciélagos puedan defenderse de las infecciones y el cáncer.

"No sabíamos que los genes del sistema inmunitario estuvieran tan positivamente seleccionados en los genomas de los murciélagos. Los murciélagos tienen una serie de características muy inusuales. No responden a las infecciones como nosotros. En retrospectiva, no es de extrañar que esta diferencia en el sistema inmunitario pueda estar implicada tanto en el envejecimiento como en la respuesta al cáncer", explica Richard McCombie, profesor del CSHL.

El murciélago frugívoro jamaicano y el murciélago bigotudo mesoamericano pertenecen a la superfamilia de mamíferos ecológicamente más diversa del mundo. McCombie y el resto del equipo crearon genomas completos de ambos murciélagos utilizando la nueva tecnología de secuenciación Oxford Nanopore.

A continuación, compararon estas secuencias con las de otros 15 genomas de murciélagos y mamíferos, incluidos los humanos. Esto reveló un cambio desconocido en los niveles de dos genes inflamatorios codificantes de proteínas llamados interferón-alfa y -omega.

"Los murciélagos han reducido la alarma del sistema inmunitario eliminando genes que producen interferón alfa", explica Armin Scheben, postdoctorando en el CSHL. "Esto puede ser responsable de su alta tolerancia viral. Evita respuestas inmunitarias hiperactivas que dañan el tejido sano, una de las razones por las que las infecciones son tan perjudiciales para los humanos".

También descubrieron que, en comparación con otros mamíferos, los genomas de los murciélagos contienen más cambios en genes relacionados con el cáncer, incluidos seis que reparan el ADN y 46 que suprimen tumores.

¿Podría este hallazgo conducir algún día a una cura contra el cáncer?

"Nuestro trabajo pone de relieve cómo la inmunidad y la respuesta al cáncer están profundamente interconectadas", afirma Scheben. "Los mismos genes y proteínas inmunes desempeñan papeles importantes en la resistencia al cáncer".

McCombie, Scheben y Adam Spiel (también profesor del CSHL) estudian ahora cómo se regulan los genes inmunitarios de los murciélagos y cómo pueden expresarse en distintas partes del cuerpo. Esperan que su trabajo aporte nuevos conocimientos sobre la relación entre inmunidad, envejecimiento y cáncer. También podría conducir algún día a tratamientos mejorados.

"Aún quedan muchas incógnitas", afirma Siepel. "En última instancia, llevaremos el trabajo tan lejos como podamos y cederemos el testigo a expertos en enfermedades para que trabajen en el desarrollo de fármacos u otras terapias".