La opinión de J. A. Vera

La Sanidad no puede esperar

La Sanidad española necesita un acuerdo entre los dos principales partidos

El colapso de los hospitales durante la primera ola por la avalancha de pacientes Covid-19 disparó la mortalidad de otras patologías ajenas al virus
Como consecuencia de la parálisis del sistema sanitario, en 2022 sufrimos un exceso de mortalidad del 10%Paolo AguilarAgencia EFE

Tiene toda la razón Juan Abarca Cidón, una vez más, cuando escribe en su muy leído blog que la Sanidad española necesita un acuerdo entre los dos principales partidos, porque son tan graves sus problemas que no podemos dejar todo a la espera de que pasen los meses y tengamos un nuevo gobierno, vaya usted a saber de qué orientación.

Las infraestructuras y la economía o la educación pueden esperar algo, pero lo cierto es que la Sanidad no tiene ese margen, porque «la gente enferma, se muere o no se cura por la falta de reformas en un sistema sanitario público que languidece desde que acabó la pandemia sin que apenas, por las circunstancias políticas vividas hasta ahora, haya habido ningún cambio».

Recuerda Abarca Cidón que tras los 120 mil muertos de la pandemia, como consecuencia de la parálisis del sistema sanitario, en 2022 sufrimos un exceso de mortalidad del 10 por ciento por encima de lo esperable que se llevó por delante otras 30 mil vidas más. Exceso de mortalidad cuyas causas no han sido analizadas debidamente, y cuyo impacto afecta también a los profesionales de la salud, al sentirse incapaces de abordar adecuadamente el problema.

La Sanidad española es buena, nadie lo duda. Pero no tanto como creíamos y decíamos en todo tipo de foros. No es la mejor Sanidad del mundo. En realidad el sistema de salud está afectado por una crisis estructural que no se solventa con parches.

El pacto de Estado entre PP y PSOE resulta más necesario que nunca. El problema es que no van a pactar nada y llegará el día en que estalle y no haya tiempo material para evitar los daños. Tanto los propios de la Sanidad como los colaterales, que afectarán a la imagen de España.