
Salud
Por todas estas razones de salud hay que dejar de fumar, según los expertos
La probabilidad de éxito al abandonar el tabaquismo aumenta con el apoyo sanitario

Se trata de una acción tan adictiva como dañina para la salud, ya que el tabaco es una droga que estimula el sistema nervioso central y su nicotina genera una enorme adicción que deteriora lentamente el bienestar del organismo. Los datos no dejan lugar a dudas: el consumo de tabaco provoca más de 50.000 muertes al año en España y más de ocho millones en todo el mundo. Y aunque 2024 marcó un récord histórico con las cifras más bajas de consumo en los últimos 30 años, el tabaquismo sigue siendo la principal causa de enfermedad y muerte evitable, tanto en nuestro país como a nivel global, según datos de la Encuesta sobre alcohol y otras drogas en España (Edades).
«El tabaco es el principal factor de riesgo evitable para multitud de enfermedades, sobre todo cardiovasculares y diferentes tipos de cáncer, afectando también la salud de aquellos que están expuestos al humo del tabaco no siendo fumadores», advierte José Sánchez, enfermero de Atención Primaria del centro de salud La Guareña, en Fuentesaúco, Zamora. De hecho, cualquier exposición al humo del tabaco es perjudicial: incluso quienes no fuman, pero respiran aire contaminado, están en riesgo, pues cada año 1,3 millones de personas mueren por tabaquismo pasivo, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Fumar no es un juego, ya que «el tabaquismo afecta gravemente la función pulmonar desde el primer cigarrillo», asegura la doctora Eva Cabrera, neumóloga del Hospital Virgen de la Victoria de Málaga y experta en tabaquismo de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ). En concreto, «las principales patologías que puede provocar o agravar incluyen enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) con el deterioro progresivo de la capacidad respiratoria; cáncer de pulmón, siendo el responsable de la mayoría de los casos de esta enfermedad; infecciones respiratorias recurrentes, incluyendo neumonía, o agravamiento del asma y enfermedades intersticiales pulmonares». Y a esto se suma que «supone un impacto económico sobre el Sistema Nacional de Salud (SNS) que se cifra en unos 8.000 millones de euros. Por todo ello se trata de un grave problema de salud pública», añade el enfermero.
Motivos para dejarlo
Conscientes de que fumar mata, la mayoría de los fumadores desea dejarlo. Según datos de Edades, en el último año un 67,7% de quienes fuman a diario se ha planteado dejarlo y un 44,1% también lo ha intentado. «Entre quienes solicitan ayuda para la deshabituación tabáquica podemos destacar a aquellas que están entre los 30-50 años, con estudios medios o superiores y en situación laboral activa. Las motivaciones más relevantes son aquellas que tienen que ver con la salud (prevenir patologías, mejorar síntomas, etc.), seguidas del ahorro económico y el ejemplo para los hijos pequeños», apunta Sánchez.
Aunque dejar de fumar no es un proceso sencillo, tomar esta decisión es el primer paso para mejorar la calidad de vida y cada vez hay más alternativas para ayudar a que este camino resulte más sencillo, pues existen recursos y apoyos específicos que aumentan las probabilidades de éxito. «Es fundamental contactar con un sanitario, pues el tabaquismo es una enfermedad y como tal debe tratarse», reconoce la neumóloga. Y ahí la enfermería también tiene un papel esencial, ya que «en la parte del tratamiento relativa al apoyo emocional y psicológico, es clave. Es un proceso relativamente largo donde la enfermera empatiza realmente bien con el paciente», confiesa Sánchez.
«Dejar de fumar no es fácil. Pero cosas más difíciles has logrado» es el lema de la acción de comunicación que ha puesto en marcha Pfizer con motivo del Día Mundial Sin Tabaco para contribuir a concienciar a la población general sobre que dejar de fumar puede no ser fácil, pero es un reto posible. «En primer lugar y en pacientes no motivados, se procede a poner en su conocimiento las alternativas y el proceso a seguir. Una vez que el paciente se encuentra motivado para el abandono se ponen en su conocimiento las distintas opciones que hay en cada caso, acompañado de apoyo emocional y seguimiento en consulta durante al menos un año. Pasado este año podemos considerar al paciente como exfumador», explica Sánchez.
Beneficios para la salud
Abandonar el tabaco es una decisión valiente que tiene efectos positivos inmediatos y duraderos, sin importar la edad ni el tiempo que se haya fumado: «En 24 horas, disminuye el riesgo de infarto; a las dos-tres semanas, mejora la circulación y la función pulmonar; a los pocos meses, se reduce la tos y mejora la capacidad de esfuerzo; en un año, el riesgo de enfermedad cardiovascular se reduce a la mitad y a los 10 años, el riesgo de cáncer de pulmón es significativamente menor», detalla la doctora Cabrera.
Si bien todos los fumadores deberían cesar el consumo de tabaco por una cuestión de salud, «hay grupos donde es aún más crucial abandonar este hábito, como pacientes con enfermedades pulmonares (EPOC, asma, fibrosis pulmonar); personas con enfermedades cardiovasculares, dado el impacto del tabaco en la circulación; mujeres embarazadas, ya que el tabaquismo afecta el desarrollo del feto, y pacientes oncológicos o con antecedentes familiares de cáncer», aconseja la neumóloga Cabrera.
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