Opinión

Vuelta de tuerca al catalán en la Sanidad

Obligará al personal de la Sanidad catalana a asistir a cursos que totalicen cien horas como requisito imprescindible para poder ejercer la profesión

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès
El presidente de la Generalitat, Pere AragonèsGOVERN

Si algunos pensaban que la presión al personal sanitario en Cataluña se iba a esfumar con el acuerdo pro-investidura de Pedro Sánchez, pueden ir abandonando la idea. Todo lo contrario. El molt honorable president de la Generalitat, el republicano secesionista Pere Aragonés, le está dando una nueva vuelta de tuerca al asunto con la aprobación de un plan que obligará al personal de la Sanidad catalana a asistir a cursos que totalicen cien horas como requisito imprescindible para poder ejercer la profesión en la Comunidad. Justo cuando en Baleares el nuevo Gobierno del PP ha dado marcha atrás, en Cataluña el Ejecutivo monocolor de Esquerra aprieta para extender el requisito del nivel C, de manera que sea exigible a todos los contratados procedente de otras Autonomías (1.400 enfermeros en dos años, por ejemplo), lo que ya ha generado problemas en determinados colectivos.

La prevalencia del requisito del catalán para ejercer se plasmó inicialmente en una orden de mayo de 2009, que no se llegó a aplicar por la oposición interna a su desarrollo en los hospitales. Pero Aragonés volvió a la carga en 2022 con mayor ímpetu con cien medidas para «catalanizar» los centros. La orden de ahora pretende garantizar el nivel C a través de cursos en horario laboral, formando parte de ese plan global emitido por Pere Aragonés.

En Baleares, por el contrario, ha vuelto la cordura y ya no se exige el catalán para trabajar, tras aprobar Marga Prohens un decreto que elimina el requisito absurdo de dominar la lengua catalana para médicos, enfermeras y otros profesionales sanitarios. Los diferentes sectores afectados han expresado su apoyo a tal iniciativa, pues sostienen como criterio general, que «las lenguas no salvan vidas» dejando al arbitrio de cada profesional el empleo de cualquiera de los idiomas oficiales.