Historia

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110 años educando conciencias

La Asociación Católica de Propagandistas lleva más de un siglo de historia dedicada a la enseñanza como nexo de unión entre la fe católica y la sociedad actual.

La ACdP conmemora este año el 150 aniversario del nacimiento del padre Ayala y el cincuentenario de la muerte del Cardenal Herrera (en la imagen), ambos fundadores de la Asociación
La ACdP conmemora este año el 150 aniversario del nacimiento del padre Ayala y el cincuentenario de la muerte del Cardenal Herrera (en la imagen), ambos fundadores de la Asociaciónlarazon

La Asociación Católica de Propagandistas lleva más de un siglo de historia dedicada a la enseñanza como nexo de unión entre la fe católica y la sociedad actual.

Cuando la fe cristiana se tambalea, vive un período de negación generalizada o provoca grandes dudas en los fieles, siempre surgen figuras esenciales que intentan volver a abrir de nuevo el camino de la fe y la esperanza. Con esta idea un grupo de congregantes marianos, denominado Los Luises de Madrid, fundaron, junto al padre jesuita Ángel Ayala, la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP). Era el 4 de noviembre de 1908 y, a instancias de monseñor Vico, nuncio de Su Santidad en España, se pretendía despertar al adormecido catolicismo español de principios del siglo XX a través de los nuevos aires de jóvenes católicos españoles.

Así, y siguiendo la estela impuesta por el original nombre de la propuesta, Asociación Nacional de Jóvenes Propagandistas, se estableció que el criterio de selección de los integrantes fuera el de su talento, sus dotes oratorias y su espíritu. Todavía no tenía unos fines claros y un camino trazado, pero sí una disposición resumida por la frase del propio padre Ayala realizada aquel 4 de noviembre: «Vamos a ver lo que Dios quiere de nosotros». Lo que sí se tenía claro era el método y la forma de llevarlo a cabo: mítines de propaganda católica por toda España. Para ello eran necesarios jóvenes de espíritu fuerte, dotados de aptitudes y dispuestos a recorrerse toda la geografía española.

De entre todos ellos, destacó por encima de todos Ángel Herrera Oria, joven doctor en Derecho y abogado del Estado, que participó de pleno en esos primeros mítines y que fue designado primer presidente de la Asociación, a través de la cual desarrolló mediante la filantropía y la fe cristiana la idea de servicio al bien común de toda la sociedad. Durante este año 2018 y parte de 2019, coincidiendo con el 50º aniversario de su muerte, se están desarrollando diferentes actividades para recordar y homenajear su figura, una de las más importantes del catolicismo en España. Herrera Oria puso en práctica todas las ideas inculcadas y potencidas por el gran impulsor de la Asociación, el padre Ángel Ayala, figura clave en la historia de la educación católica española y padre fundador de la ACdP, que en la actualidad se ha convertido en parte esencial de la educación católica en España a través de sus centros y fundaciones, y del que se ha cumplido el 150 aniversario de su nacimiento, conmemorado con numerosos actos a lo largo de los últimos meses por toda la geografía española.

La ACdP promueve obras con finalidad educativa, como el CEU y el Colegio Mayor Universitario de San Pablo, y culturales, como la Fundación Cultural Ángel Herrera Oria, la Fundación Abat Oliba, o la revista digital «El Debate de Hoy».

La Asociación Católica de Propagandistas se define como una agrupación de seglares católicos con personalidad jurídica eclesiástica y civil, erigida como asociación católica y apostólica por la Conferencia Episcopal Española cuyo objetivo se orienta a la propagación de la fe católica y el apostolado, formando e instando a sus miembros para que tomen parte activa en la vida pública para servir de nexo de unión de los católicos. La asociación de laicos une la vida intelectual y de estudio con la vida confesional, aunque fomentando la iniciativa privada de sus asociados, con propia autonomía para la acción y determinación, dentro del cauce marcado por sus Estatutos. Estas acciones de la ACdP abarcan toda la vida social y pública, anteponiendo su compromiso cristiano y su afán de testimonio evangélico –tanto en la vida privada y familiar, como en la pública– sobre otras consideraciones e intereses, adoptando actitudes en favor de la verdad y la justicia y en defensa del ser humano.

Todos sus centros y obras fundamentan su actividad en el reconocimiento de un orden natural y sobrenatural superior e inviolable, su inserción en la sociedad con unos derechos naturales y con vínculos de unidad y solidaridad entre todos los hombres, especialmente hacia los más desfavorecidos.

La ACdP vive en estos momentos una época de renovación interna, que mantiene los mismos valores de su fundación pero que mira de frente hacia el siglo XXI. Este fin de semana los cerca de 300 propagandistas votarán al sucesor de Carlos Romero Caramelo, cuyo mandato al frente de la institución llega a su fin.

Vocación social de ayuda a estudiantes sin recursos

La ACdP mantiene intacta su vocación docente, desarrollada durante más de un siglo, cuyo fin es apoyar y fomentar la enseñanza sin distinción de clases sociales. Por ello, a través de la Fundación San Pablo de Ayudas al Estudio, desarrollan uno de sus objetivos más destacados, que no es otro que el de favorecer los estudios de los jóvenes con situaciones económicas desfavorecidas, a fin de que puedan seguir las enseñanzas necesarias para su formación humana y profesional en centros docentes tanto públicos como privados, estimulando y apoyando tareas y actividades de carácter intelectual y cultural que favorezcan la difusión del pensamiento cristiano en la sociedad. Todos estos estudiantes podrán desarrollar su enseñanza en los niveles docentes de Bachillerato, Formación Profesional, Universidad y Postgrado.