tercera ola

«Las aglomeraciones pueden llenar las UCIS en dos semanas»

Los expertos en Salud Pública alertan: «Si somos responsables podríamos llegar a Navidad con incidencias de 100 casos, si no, habrá una tercera ola»

Ambiente en las calles y comercios del centro de Madrid.
Ambiente en las calles y comercios del centro de Madrid.Alberto R. RoldánLa Razón

Las imágenes de este fin de semana de calles abarrotadas de gente disfrutando del encendido del alumbrado navideño y de las colas que se formaron en las zonas comerciales por el descuento del «Black Friday» han hecho saltar todas las alarmas.

Alas puertas de la Navidad, la incidencia del coronavirus ha descendido notablemente hasta los 275 casos por 100.000 habitantes y las autoridades sanitarias advierten de que actitudes como las del fin de semana pueden desencadenar una tercera ola que ponga en peligro la celebración de esta festividad.

La Secretaria de Estado de Sanidad, Silvia Calzón, llamó ayer a no bajar la guardia teniendo en cuenta que «ha costado mucho bajar la curva»; «Hemos visto imágenes en muchas ciudades españolas en las que se han producido aglomeraciones. Queremos insistir en no relajar el cumplimiento de medidas. Hay que consumir, pero de forma responsable, y aplicar el sentido común».

En la misma línea se mostró el presidente de Andalucía, Juanma Moreno, tras las mareas que se produjeron en Málaga con el encendido de luces: «Todos tenemos mucho respeto a lo que podamos pasar y hablamos de esa tercera ola, pero en nuestras manos está el poder impedirlo. Tenemos que tener un comportamiento muy responsable para tener margen de maniobra hasta Navidades », advirtió.

Sobre el peligro de este tipo de comportamientos reflexiona el Catedrático de Educación para la Salud, Jesús Sánchez Martos: «Los datos de ese fin de semana ya nos adelantan que estas aglomeraciones pueden ser la causa de aumento de casos, 1.523 más durante este fin de semana, de los que 657 corresponden a las ultimas 24 horas. Lo mejor será salvar las navidades de 2021, pero para ello tenemos que intentar que disminuyan los casos y las muertes durante las de 2020», insiste.

Por su parte, el infectólogo Juan José Badiola alerta de que este tipo de comportamientos pueden tener un impacto inmediato en la presión hospitalaria. «En dos o tres semanas podríamos volver a tener niveles altísimos de transmisión y de ocupación de las UCIS», apunta. Este experto cree que si los ciudadanos son capaces de mantener la buena tendencia de la curva podríamos llegar a Navidades con una incidencia de 100 casos por 100.000 habitantes, «seria un logro importante, ¿estamos dispuestos a tirarlos por la borda por querer reunirnos?».

Martos explica que «efectivamente en todas las pandemias hay ciclos de subidas y de bajadas» , pero Caterina Guinovart, epidemióloga del ISGlobal, advierte de que con la actual estrategia de mitigación por la que ha apostado España «se corre el riesgo de quedar atrapados en ciclos de escalada y desescalada. «Estamos abriendo cuando sabemos que es demasiado pronto y si no se refuerzan los sistemas para hacer test, el rastreo a contactos de infectados y los sistemas de aislamiento con el correspondiente soporte económico, la tercera ola será inevitable», advierte. «Estamos en una montaña rusa en la que cada vez bajamos menos porque si no acompañas las restricciones con ayudas, enseguida has de volver a abrir. Una de las claves es desplegar una estructura de salud pública capaz de hacer test, de rastrear el origen de los contagios y consolidar un sistema de aislamiento y soporte económico», resume. Guinovart es una de las autoras del informe «¿Qué es una estrategia COVID Cero y cómo puede ayudarnos a minimizar el impacto de la pandemia?», en el que analiza por qué ciertos países, como Singapur, Taiwan Australia o Nueva Zelanda, han conseguido controlar mejor la pandemia. Guinovart señala que han conseguido arrinconar al virus gracias a la estrategia COVID Cero. Su fórmula se basa en cuatro ingredientes: rastreo, test, trazado y aislamiento con apoyo económica, asistencial, psicológico y social. «Está claro que con la incidencia actual, España no puede plantearse implementar esta estrategia mañana, pero no llegar ni siquiera a planteársela es una torpeza», lamenta esta epidemióloga.