Nuevos soportes

Transformación digital, educación y empleabilidad

Hablamos con Lucila Ballarino, directora de Transformación Digital de Fundación Telefónica. Con ella abordamos el futuro de la educación y el acceso al mercado laboral

Lucila Ballarino, telefónica
Lucila Ballarino, telefónicaLa RazónLa Razón

Con la llegada de la crisis sanitaria hemos sido testigos de cómo las empresas y las instituciones han acelerado sobremanera sus procesos de transformación digital. La incompatibilidad que existe entre los protocolos de seguridad anti Covid-19 y la presencialidad ha obligado a muchas entidades a buscar nuevos soportes sobre los que asentar los procesos de trabajo y mantener la actividad.

En este sentido, el ecosistema digital sigue creciendo y posibilitando nuevas formas de ser productivos. Muestra de ello es la situación que viven un elevado número de empresas para sortear la crisis, en la que vemos, por una parte, que los empleados del país están acometiendo sus tareas gracias al trabajo en remoto y, por otra, el comercio electrónico se ha disparado respecto a antes de la pandemia.

Para desenvolverse con garantías en un entorno predominantemente digital es preciso contar con las habilidades e instrumentos adecuados propios de dicho ecosistema, o lo que es lo mismo, ser competentes digitalmente. ¿Será el acontecimiento definitivo para pasar de un mundo analógico a otro fundamentalmente digital? ¿Qué papel juega la formación a la hora de reducir la brecha digital? ¿Existe una relación directa entre el nivel de formación y las oportunidades de acceso al mercado laboral?

«Mi inspiración para convertirme en directora de Transformación Digital en Fundación Telefónica ha sido ser consciente de que vivo en un mundo digital y estar siempre abierta a aprender nuevas cosas», afirma Lucila.

Lucila cuenta con una reconocida trayectoria en el ámbito de la tecnología y el ecosistema digital, lo que le permite tener una visión amplia sobre los cambios que estamos viviendo y cómo están afectando a la sociedad. «Hay mucho temor de que la tecnología pueda destruir el empleo y, posiblemente, sea cierto que haya muchos empleos que desaparezcan, pero desde mi visión personal confío en que también la tecnología nos abra un mundo de oportunidades para el desarrollo de nuevas habilidades y nuevas capacidades».

Conscientes de esta imperiosa necesidad, y a sabiendas de la velocidad a la que se están produciendo estos cambios a la hora de concebir una nueva realidad, Fundación Telefónica trabaja para que nadie se quede atrás a la hora de adquirir las competencias exigidas por un entorno predominantemente tecnológico y muy cambiante. Así pues, la formación y la educación se erigen como dos pilares fundamentales, que ayuden a garantizar un papel activo y relevante de los ciudadanos en un entorno más vivo y volátil que nunca. En palabras de Lucila, no es preciso hacer una distinción entre el mundo analógico y el digital, sino que ambos coexisten en el momento de transición que estamos viviendo. «Una de las consecuencias de esta crisis por Covid-19 es que se han acelerado todos los procesos de digitalización y tecnológicos. Nos ha demostrado que no hay una vida digital y una vida analógica, sino que son la misma cosa».

Parte del éxito de que los ciudadanos se desarrollen plenamente en el mundo actual pasa por encontrar un equilibrio entre las competencias tecnológicas y las herramientas que nos permitan adquirir habilidades concretas para hacer un buen uso de esa tecnología. «El talento es la capacidad para poder desempeñar una actividad. Significa adaptabilidad, mantenerse en un estado constante de aprendizaje, de evolución», señala Lucila.

Si bien es cierto que la formación juega un papel imprescindible, ésta ha tenido que adaptarse a las nuevas exigencias que ha traído la crisis sanitaria. Los modelos híbridos de aprendizaje experimentan un nuevo boom, una apuesta por aprovechar los beneficios y facilidades que aportan las herramientas digitales sin renunciar al enriquecimiento de las sesiones formativas presenciales.

En línea con el enorme potencial de estos modelos híbridos de aprendizaje, Lucila asegura que «los principales beneficios tienen que ver por la combinación de ambos mundos: la presencialidad, el contacto humano o el intercambio, pero a la vez con el mundo de oportunidades que abre la digitalización, el acceso a cientos de miles de cursos de formación online disponibles en Internet, muchos gratuitos».

Con respecto a la formación, se abren dos disyuntivas que intervienen en la proyección de los futuros profesionales, como son la gestión del talento y la relación entre la formación que obtenemos y el éxito profesional. Según Lucila, «el talento es la capacidad para poder desempeñar una actividad. Significa adaptabilidad, mantenerse en un estado constante de aprendizaje, de evolución».

Sin duda, esta transformación hacia nuevos escenarios digitales afecta a cada uno de los ámbitos de nuestra vida, lo cual tendrá un impacto en la estimulación de la economía de cualquier país, condicionado por el desarrollo de las competencias digitales. En su labor de seguir contribuyendo al desarrollo de la sociedad, en términos de acercamiento al mundo digital, Telefónica ha desarrollado herramientas de apoyo para conectar con esta nueva realidad. Una de ellas es el Orientador Profesional Virtual, una plataforma gratuita que, a través de una conversación interactiva es capaz de identificar qué perfil digital es más afín a nuestra persona.