Conmoción

Un padre antivacunas mata a su hijo y se suicida tras recibir la orden de inmunizarlo

Desde que el niño era un bebé estaba obsesionado con que no recibiese vacunaciones

Stephen O'loughlin disparó a su hijo y luego se suicidó en San Francisco
Stephen O'loughlin disparó a su hijo y luego se suicidó en San FranciscoLinkedinLa Razón

Stephen O’Loughlin, de 49 años, fue hallado muerto el pasado miércoles con una herida de bala dentro de su apartamento en San Francisco. Junto a él se encontraba su hijo Pierce, de nueve años, quien también había fallecido.

El padre se encontraba disputando la custodia del menor contra su exesposa y la madre del niño, Lesley Hu.La mujer había pedido la tutela porque O’Loughlin, obsesionado con las vacunas y con los efectos que pudieran tener sobre su hijo, se había negado a inmunizar al pequeño. Tanto es así, que creía firmemente que el Gobierno estaba usando la vacunación contra el coronavirus para ejercer el control de las mentes.

Finalmente, cedió a que el menor recibiera la vacuna contra la Covid-19. Sin embargo, un día después de firmar el consentimiento, tomó la drástica decisión de asesinarlo y luego se quitó la vida.

O’Loughlin trabajaba como vicepresidente de una firma de inversiones y fue descrito mentalmente enfermo y obsesionado con las conspiraciones. Según los registros judiciales, la madre del niño declaró que su ex pareja se había unido a un “grupo de autoayuda de la nueva era” en 2012 y que desde que Pierce era muy pequeño había mostrado oposición a que le sometiese a las vacunaciones, señalando que temía por los efectos secundarios que pudiese padecer desde que era bebé.

Estaba tan obsesionado por la salud del niño que grababa en vídeo la forma en que respiraba para poder “documentar su congestión nasal”, según relata la madre.

Las autoridades encontraron los cuerpos sin vida de ambos en el apartamento en Marina,donde residían. Los agentes recibieron el aviso después de que la madre del niño descubriese que el niño no había asistido ese día a clase.

La abogada de la madre, Lorie Nachlis , afirmó que O’Loughlin sufría de una enfermedad mental no tratada, lo que lo volvía paranoico con las vacunas y obsesionado con la salud de su hijo. “Castigó a Lesley con el último acto de violencia, matando a su hijo, y ella sufrirá como creo que estaba destinado para el resto de su vida”.