Vaticano

¿Tendrá que pasar el Papa por quirófano para acabar con su ciática?

En la Santa Sede valora operar a Francisco para mitigar unos dolores que le han obligado a frenar en seco su agenda desde Nochevieja

Varias son las opciones para tratar la ciática del Santo Padre
Varias son las opciones para tratar la ciática del Santo PadreVATICAN MEDIA HANDOUTAgencia EFE

El Papa cambió de año algo más que dolorido. Una ciática obligó a suspender toda su agenda en Nochevieja y en Año Nuevo. Poco a poco retomó la actividad. Alguna que otra reunión, audiencias privadas y los encuentros institucionales inaplazables. Pero esta semana, de nuevo parón en seco. Es más, tuvo que aplazar su recepción anual a los embajadores prevista para el pasado lunes.

Se le ha visto lo justo y necesario. Y solo en aquellos actos en los que se requería poca movilidad. El ángelus, a puerta cerrada, y a pie de atril. La audiencia, en el mismo formato, pero sentado. Hasta en el funeral del que fuera su médico personal, fallecido por coronavirus, optó por estar sentado como un feligrés más en la capilla del Governatorato, mientras dejaba la celebración de la misa en manos del secretario de Estado, Pietro Parolin.

La ciática le está frenando más de lo que él quisiera. No es una broma. Y tal y como adelanta el vaticanista Antonio Pelayo, en la revista ‘Vida Nueva’, en la Santa Sede barajan la posibilidad de que el Papa Francisco pase por quirófano para mitigar unos dolores que no parecen rebajarse. En cualquier caso, no sería una intervención invasiva ni revestiría gravedad. Es más, podría tratarse incluso de una infiltración.

Sea cual fuere la decisión final, no parece que pudiera requerir una larga convalecencia. Sobre todo, teniendo en cuenta el beneficio que obtendría a cambio: recuperar un ritmo de trabajo que el pontífice no está dispuesto a rebajar a pesar de haber rebasado ya los 84 años y estar a las puertas de llegar a los ocho años de pontificado. Hoy mismo recibía a David Beasley, director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos, como si no pasara nada. La procesión -y los dolores- van por dentro.