Secuelas

Le amputan tres dedos tras desarrollar una secuela de la covid: se volvieron completamente negros

La mujer de 86 años desarrolló una secuela grave de la enfermedad que le “destrozó” los vasos sanguíneos

Los dedos de la anciana contagiada de covid
Los dedos de la anciana contagiada de covid‘European Journal of Vascular and Endovascular Surgery

Una mujer de 86 años, que se contagió de coronavirus en Italia, ha sufrido la amputación de tres de sus dedos a causa de una necrosis provocada por la covid-19. El virus le “destrozó” los vasos sanguíneos, señala el informe médico publicado por la revista científica ‘European Journal of Vascular and Endovascular Surgery’.

El caso sucedió en abril del 2020 cuando la mujer acudió al hospital por que la gangrena había invadido tres dedos de la mano derecha. Un mes antes, se había sometido a una prueba de hisopado para detectar si se había contagiado de covid-19, el resultado fue positivo.

Tras contraer el virus, la anciana empezó a tener coágulos de sangre. Estos coágulos impidieron la llegada de sangre hasta los dedos y provocaron una gangrena en las falanges. Por ello, los dedos de la mujer se pusieron de color negro.

Los análisis médicos revelaron que el coronavirus había causado un bloqueo en el flujo de sangre a sus dedos y había sufrido necrosis. Tras varios tratamientos, los médicos se vieron obligados a tener que amputarlos para evitar más complicaciones. En su informe, los doctores Giuseppe P. Martino y Giuseppina Bitti se refirieron a él como un caso de “dedos covid” y una “manifestación vascular grave”.

Ella no es la única persona que ha tenido que someterse a una amputación tras sufrir covid-19. En diciembre, Lee Mabbatt de Bournemouth, Dorset, perdió la pierna después de desarrollar un coágulo de sangre potencialmente mortal, provocado por el coronavirus, señala The Sun.

Los médicos han advertido previamente sobre este raro efecto secundario, que a menudo se observa en los dedos de los pies y en los dedos de las manos, de los pacientes con covid. Aunque la causa exacta sigue sin estar clara, algunos la atribuyen a una respuesta inflamatoria al virus.