25 alimentos para humanos que los perros jamás deben comer

A muchos de los dueños les gusta compartir la comida con sus perros sin saber las graves consecuencias que conlleva este acto. Algunos alimentos que son ingeridos asiduamente por los humanos pueden ser venenosos, e incluso mortales para nuestras mascotas. La revista Newsweek ha elaborado un listado con todos estos alimentos que debemos evitar dar los canes.

Café, té, otros productos con cafeína

Los posos de café y los granos de café, el té, así como los refrescos y las bebidas energéticas pueden ser peligrosos para los perros. “Las mascotas son más sensibles a los efectos de la cafeína que las personas. La ingestión de cantidades moderadas de café molido, bolsitas de té puede fácilmente causar la muerte en perros o gatos pequeños “, afirma Pet Poison Helpline.

Los síntomas de la intoxicación por cafeína incluyen “hiperactividad leve a grave, inquietud, vómitos, taquicardia (frecuencia cardíaca elevada), hipertensión (presión arterial elevada), ritmos cardíacos anormales, temblores, hipertermia (temperatura corporal elevada) convulsiones y colapso”, entre uno y dos horas de exposición, señala el centro.

Chocolate

El chocolate, así como el café y la cafeína, contienen metilxantinas. Puede provocar vómitos y diarrea, jadeo, sed y micción excesivas, hiperactividad, ritmo cardíaco anormal, temblores, convulsiones e incluso la muerte de los perros.

“Aunque algunos tipos de chocolate no son tan tóxicos como otros, es más seguro mantener a su mascota alejada de todos los tipos de chocolate”, señala la Asociación Estadounidense de Medicina Veterinaria. El chocolate negro es más peligroso que el chocolate con leche. El chocolate blanco contiene el nivel más bajo de metilxantinas, mientras que el chocolate para hornear tiene el más alto, indica la Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad contra los Animales (ASPCA).

Alcohol

“Bajo ninguna circunstancia se le debe dar alcohol a su mascota”, advierte la ASPCA. Las bebidas y los alimentos que contienen alcohol pueden ser potencialmente mortales para los perros. También pueden causar “vómitos, diarrea, disminución de la coordinación, depresión del sistema nervioso central, dificultad para respirar, temblores, acidez sanguínea anormal, coma”, señala.

Manzanas

Las semillas de manzanas son tóxicas para los perros porque contienen cianuro y pueden ser “particularmente tóxicas en el proceso de marchitamiento”.

Cerezas

A excepción de la parte carnosa alrededor del hueso, las plantas de cerezo también contienen cianuro. “El cianuro interrumpe el transporte de oxígeno celular, lo que significa que las células sanguíneas de su perro no pueden obtener suficiente oxígeno. Los síntomas del envenenamiento por cianuro incluyen pupilas dilatadas, dificultad para respirar y encías rojas”, señala el American Kennel Club (AKC).

Melocotones

Al igual que las semillas de manzana y los huesos de cereza, los huesos del melocotón también contienen cianuro y son venenosos para los perros. El AKC señala que los melocotones en conserva contienen altas cantidades de azúcar y también pueden tratarse con conservantes o edulcorantes artificiales que pueden alterar gravemente su sistema digestivo.

Cítricos

Los tallos, hojas, cáscaras, frutos y semillas de los cítricos pueden causar irritación y “posiblemente incluso depresión del sistema nervioso central si se ingieren en cantidades significativas”, señala la ASPCA.

Uvas y pasas

Las uvas, pasas, pasas y grosellas son tóxicas para nuestras mascotas. La ingesta de incluso una pequeña cantidad de estos puede resultar en insuficiencia renal aguda grave, advierte la línea de ayuda para mascotas. La mayoría de los productos que contienen uvas o pasas pueden ser tóxicos, desde el zumo hasta panes, galletas y barras de cereales.

Aguacates

El hueso, la piel y las hojas de los aguacates contienen persina, “una toxina fungicida que puede causar graves problemas de salud, incluso la muerte, en muchos animales. Puede causar vómitos y diarrea en perros, advierte el AKC.

Cebollas

Las cebollas son tóxicas para los perros, ya que contienen disulfuro de N-propilo, un compuesto que provoca la degradación de los glóbulos rojos y provoca anemia en estos animales. La toxina causa un daño oxidativo a los glóbulos rojos al adherirse a las moléculas de oxígeno, lo que reduce la capacidad de los glóbulos rojos para transportar oxígeno. Todas las partes de la planta de cebolla, incluida la pulpa, las hojas, el jugo y los polvos procesados, son tóxicas para los perros.

Ajo

El ajo, así como las cebollas, las cebolletas y los puerros, son parte de la familia de las plantas allium y son venenosas para los perros. El ajo es aproximadamente cinco veces más potente que la cebolla y ciertos perros son más sensibles a él, entre ellos las razas japonesas como el akita y el shiba inu, señala la línea de ayuda Pet Poison. Los síntomas de la ingestión pueden incluir encías pálidas, frecuencia cardíaca elevada, debilidad y colapso.

Agua de coco

El agua de coco tiene un alto contenido de potasio y no debe administrarse a su mascota. La carne y la leche de los cocos frescos contienen aceites que pueden causar malestar estomacal, heces blandas o diarrea.

Chicles

Los chicles, los caramelos de menta y otros productos que contienen xilitol, un edulcorante natural sin azúcar, son tóxicos para los perros. El xilitol puede provocar la liberación de insulina en la mayoría de las especies, lo que puede provocar insuficiencia hepática. El aumento de la insulina provoca hipoglucemia (niveles bajos de azúcar). Los signos iniciales de toxicosis incluyen vómitos, letargo y pérdida de coordinación. Los signos pueden progresar a convulsiones.

Nueces de macadamia

Las nueces de macadamia pueden causar debilidad, depresión, vómitos, temblores e hipertermia en perros. Los síntomas se mostrarán dentro de las 12 horas posteriores a la ingestión y pueden durar alrededor de 24 a 48 horas, señala la ASPCA.

Almendras

Las almendras son peligrosas para los perros, ya que pueden bloquear el esófago o incluso romper la tráquea si no se mastican por completo. Son especialmente peligrosas porque pueden aumentar la retención de agua, lo que es potencialmente fatal para los perros propensos a enfermedades cardíacas.

Semillas de mostaza

Las semillas de mostaza pueden ser venenosas para los perros. Contienen compuestos tóxicos que pueden provocar gastroenteritis, la inflamación del estómago y / o del tracto intestinal.

Hongos

Los hongos tóxicos pueden causar algunos síntomas graves e incluso la muerte. “Dependiendo del tipo/especie de seta ingerida, pueden verse afectados varios sistemas orgánicos generales: gastrointestinal (por ejemplo, vómitos, diarrea), sistema nervioso central (por ejemplo, ataxia, temblores, convulsiones, alteraciones visuales, agresividad, desorientación), hígado (por ejemplo, vómitos, heces negras y alquitranadas, aumento de los análisis de sangre de las enzimas hepáticas, insuficiencia hepática) o riñón (por ejemplo, anorexia, vómitos, sed o micción inapropiada, insuficiencia renal)”, explica Poison Helpline.

Carne y huevos crudos y poco cocidos

La carne cruda y los huevos crudos pueden contener bacterias como la salmonela ye. coli, que puede ser perjudicial para los perros. Los huevos crudos también contienen una enzima conocida como avidina que disminuye la absorción de biotina (una vitamina B), lo que puede provocar problemas en la piel y el pelaje, señala ASPCA.

Alimentos salados

“Grandes cantidades de sal pueden producir sed y micción excesivas, o incluso intoxicación por iones de sodio”, advierte la ASPCA. Por lo tanto, se deben evitar los bocadillos salados como las papas fritas, las galletas saldas y las palomitas de maíz saladas. Los signos de consumo excesivo de sal en los perros pueden incluir vómitos, diarrea, depresión, temblores, temperatura corporal elevada, convulsiones e incluso la muerte.

Ruibarbo

El ruibarbo contiene oxalatos de calcio solubles y puede ser tóxico para los perros Están presentes en diversos grados en todas las partes de la planta. Cuando las sales de oxalato solubles se absorben en el tracto gastrointestinal, se unen con el calcio del cuerpo, lo que resulta en una caída repentina del calcio. En raras ocasiones, aguda La insuficiencia renal se puede observar por la ingestión de plantas o frutas que contienen estos cristales solubles de oxalato.

Los signos clínicos de este tipo de intoxicación incluyen babeo, inapetencia, vómitos, diarrea, letargo, debilidad, temblores, orina con sangre y cambios en la sed y la micción.

Tomates

Las hojas y las partes verdes de los tomates pueden ser peligrosas para los perros. Pertenecen a la familia de vegetales de las solanáceas, lo que significa que las plantas contienen algunos componentes que son dañinos para ciertos animales, incluida la solanina. La solanina, una sustancia que se encuentra en el tallo y las hojas del tomate y plantas relacionadas, es nocivo para los perros en grandes cantidades.

Patatas

Las patatas crudas y las plantas de patata pueden ser peligrosas para los perros porque también contienen solanina. Las plantas de esta familia “se consideran frutas tóxicas e inmaduras que aún no han madurado contienen las concentraciones más altas de las toxinas y deben evitarse”, señala Pet Poison.

Levadura

El consumo de levadura, que se encuentra en la masa de pan sin hornear, puede ser mortal para los perros. La masa de levadura puede hacer que el gas se acumule dentro de su perro, provocando que el estómago se hinche. Los signos de intoxicación por levaduras incluyen hinchazón, así como abdomen distendido, vómitos y arcadas improductivas, letargo, debilidad, taquicardia (frecuencia cardíaca elevada), colapso y shock, agrega.

Leche y otros productos lácteos

La leche puede ser segura para nuestras mascotas en pequeñas cantidades. Sin embargo, debido a que los animales domésticos no poseen cantidades significativas de lactasa (la enzima que descompone la lactosa en la leche), la leche y otros productos lácteos les causan diarrea u otros trastornos digestivos.

Medicamentos para humanos

La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos advierte que los medicamentos destinados a las personas o a otros animales domésticos no deben administrarse a los perros a menos que lo indique su veterinario.