A Tu Salud

Covid-19

Las proteínas accesorias del virus, causantes de la gravedad de la infección

Una investigación del CSIC y la Universidad de Córdoba desvela que son las responsables de desencadenar la denominada “tormenta de citoquinas”, que se produce en un 20% de las personas infectadas.

Imagen de laboratorio del virus SARS-CoV-2.
Imagen de laboratorio del virus SARS-CoV-2.larazonAP

Lo accesorio es determinante en la gravedad de la Covid-19. Una sospecha que ya tenían los científicos, dado que así se comportan otros coronavirus, y que podía explicar porque el virus afecta de un modo tan dispar a personas que, a priori, tienen una edad, género y estado de salud similar. Desde que comenzó la pandemia, este ha sido uno de los principales interrogantes para los especialistas, que han tratado de determinar qué provoca que, en el 20% de los pacientes, se produzca una reacción descontrolada del sistema inmune como respuesta a la infección.

La respuesta la ha ofrecido una investigación conjunta de la Universidad de Córdoba y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que ha descubierto que la causa está en las proteínas accesorias del SARS-CoV-2 (como la como la HE, 3a/b y 4a/b). El virus está formado por tres tipos de proteínas. Las estructurales, esenciales para infectar; las no estructurales, que son claves para propiciar su multiplicación en el interior de la célula; y las accesorias, que, de acuerdo con este estudio, serían las responsables de la inflamación desproporcionada y agresiva que resulta contraproducente para la salud de las personas infectadas.

La Consejería de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades de la Junta de Andalucía, que ha financiado la investigación, ha informado hoy de que este descubrimiento permite dar un paso decisivo para bloquear esas proteínas accesorias y evitar los procesos inflamatorios graves a través de tratamientos rápidos y eficientes.

El equipo de investigación ha logrado identificar nueve proteínas de este tipo, de las que cuatro han demostrado ser las más decisivas en la activación de esa respuesta inmune descontrolada. “Solo por el simple hecho de estar presentes en las células, ya sabemos que tienen una implicación directa en esa tormenta de citoquinas”, señala Juan José Garrido, profesor titular de Genética en la Universidad de Córdoba, encargado de la coordinación del trabajo en la institución académica andaluza. A su juicio, “se trata de un gran avance y ahora debemos estudiar el mecanismo por el que provocan esa inflamación”, ya que ““una vez que ya se conoce que estas cuatro proteínas son causantes de esa respuesta descontrolada, se pueden bloquear y evitar que actúen”.

El procedimiento utilizado por estos científicos es una plataforma que, por medio de ingeniería genética, permite reproducir un modelo de infección in vitro, en el que están expresadas dichas proteínas. El siguiente paso será la evaluación de tratamientos antiinflamatorios capaces de evitar la tormenta de citoquinas, tan nociva para el organismo.