Coronavirus

El fármaco “milagro” se estrella: tampoco protege frente a la Covid-19 a pacientes en tratamiento crónico

Un estudio español echa otro jarro de agua fría sobre la hidroxicloroquina, una de las grandes esperanzas al principio de la pandemia

Una enfermera del hospital universitario Morales Meseguer, de Murcia, muestra una dosis de hidroxicloroquina.
Una enfermera del hospital universitario Morales Meseguer, de Murcia, muestra una dosis de hidroxicloroquina.EfeEFE

La hidroxicloroquina ha sido un fármaco controvertido durante la pandemia. En un primer momento se consideró como una gran esperanza para hacer frente a la Covid-19, pero las expectativas se fueron diluyendo poco a poco. En junio del año pasado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunciaba la cancelación del ensayo que estudiaba el potencial de esta terapia, al comprobar que no reducía la mortalidad en los pacientes hospitalizados por Covid-19 cuando se comparaba con el tratamiento de referencia.

A principios de este mes de marzo, la propia OMS llegó incluso a desaconsejar “fuertemente” su uso como medida de profilaxis para prevenir la enfermedad que ha desatado la pandemia por “no tener un efecto significativo sobre la muerte y el ingreso en el hospital”, y por aumentar incluso el riesgo de efectos adversos. Farmacéuticos de atención primaria han refrendado la falta de eficacia de este fármaco contra la Covid-19 con un estudio sobre la incidencia de la patología en pacientes en tratamiento crónico con hidroxicloroquina.

La investigación, publicada en la revista científica Medicina Clínica, incluyó a 3.817 pacientes que entre el 1 de enero y el 28 de febrero de 2020 habían retirado de la oficina de farmacia envases de hidroxicloroquina y cuyo tratamiento con este fármaco había tenido una duración mínima de seis meses. La conclusión más importante obtenida es que la hidroxicloroquina consumida de manera crónica no protege frente a la infección por Covid-19, según subrayan los investigadores, que reconocen que no tenían muchas esperanzas en un resultado positivo sobre el efecto protector del fármaco.

Además de confirmar este hecho, el estudio reafirmó que, a diferencia de lo que se pensaba en las primeras etapas de la pandemia, el uso de fármacos que inhiben el sistema renina-angiotensina y de AINEs no constituye un factor de riesgo y de peor pronóstico para la infección por coronavirus. Según explica la Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria (Sefap) en un comunicado, respecto a los efectos adversos los autores confirmaron la toxicidad ocular del fármaco y la alteración del intervalo QT, algo a lo que, a su juicio, no se le ha prestado la atención adecuada, ya que el seguimiento de esta posible reacción adversa es mínimo en estos pacientes.

También detectaron una elevada prescripción del fármaco para indicaciones no recogidas en la ficha técnica. “Tratándose de un fármaco que presenta problemas de seguridad, tanto solo como usado de forma concomitante con otros fármacos que alargan el intervalo QT, esta constatación nos debe guiar por un lado a seguir trabajando en promover y garantizar la seguridad de los medicamentos y, por otro, a liderar y promover investigaciones relacionadas con los medicamentos en atención primaria”, aseguran en el comunicado los portavoces de esta sociedad científica.