Coronavirus
Variante Epsilon del coronavirus: ¿por qué preocupa a los científicos?
Un estudio revela que tres mutaciones de la variante californiana disminuyen la potencia de los anticuerpos inducidos por las vacunas de Pfizer y Moderna
La variante Epsilon (B.1.427 / B.1.429)del coronavirus fue detectada por primera vez en California (EE UU) en marzo. Hasta ahora se ha registrado su presencia en 44 países del mundo. En las últimas semanas la atención del mundo se ha centrado en la alta transmisibilidad que está demostrando la variante Delta, pero un nuevo estudio publicado en la revista científica ‘Science’ ha hecho saltar las alarmas de la comunidad científica sobre la peligrosidad de la Epsilon.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha clasificado a este linaje viral como “de interés” y no “de preocupación”, como en el caso de las variantes Alfa (B.1.1.7, detectada originalmente en Reino Unido), Beta (B.1.351, detectada originalmente en Sudáfrica), Gamma (P.1, detectada originalmente en Brasil) y Delta (B.1.617.2, detectada originalmente en India). Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), tiene un 20 por ciento más de transmisibilidad que la variante original, un porcentaje bajo en comparación de las calificadas como de preocupación.
No obstante, el trabajo de la University of Washington School of Medicine, en Estados Unidos, descubrió tres mutaciones en la proteína de pico de esta variante disminuyen la potencia neutralizadora de los anticuerpos inducidos por las vacunas o las infecciones pasadas de Covid-19. Sus autores consideran que las mutaciones permiten a Epsilon evadir de forma total los anticuerpos monoclonales específicos y reducir la eficacia de los anticuerpos del plasma en las personas vacunadas.
¿Cómo escapa de las defensas del sistema inmunológico?
Para conocer mejor las características de la variante Epsilon, los investigadores probaron la resistencia del plasma de personas expuestas al virus, así como de personas que recibieron la pauta completa de las vacunas de Pfizer y Moderna. La potencia neutralizadora del plasma contra la variante Epsilon en cuestión se redujo entre 2 y 3,5 veces.
Al igual que el SARS-CoV-2 original, la variante infecta las células diana a través de su glicoproteína de espiga, la estructura que corona la superficie del virus. Los investigadores descubrieron que las mutaciones Epsilon eran responsables de reordenamientos en áreas críticas de la glicoproteína de espiga y los estudios de criomicroscopía electrónica mostraron cambios estructurales en estas áreas. La visualización de estas mutaciones ayuda a explicar por qué los anticuerpos tenían dificultades para unirse a la glicoproteína de la espiga.
Descubrieron que la mutación L452R redujo la actividad neutralizante de 14 de los 34 anticuerpos monoclonales contenidos en el receptor, mientras que las mutaciones S13I y W152C dieron como resultado una pérdida total de neutralización para 10 de los 10 anticuerpos monoclonales específicos del dominio N-terminal.
“Estos hallazgos muestran que las tres mutaciones presentes en la glicoproteína B1.427 / B.1.429 disminuyen la actividad neutralizante provocada por la vacuna y provocados por la infección, lo que sugiere que estas sustituciones de residuos que definen el linaje están asociadas con la evasión inmune”, indicaron los investigadores.
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