Riesgo

La incidencia cae 25 puntos en jóvenes pero sube 50 en mayores

En las personas de más de 80 años ha pasado en cuatro días de 201 a 248 casos por 100.000, rozando el umbral de máximo riesgo

Una trabajadora sanitaria de una residencia de la Comunidad de Madrid atiende a Carmen, de 89 años
Una trabajadora sanitaria de una residencia de la Comunidad de Madrid atiende a Carmen, de 89 añosMARISCALEFE

Los mayores vuelven a estar expuestos al virus. Pese a la elevada tasa de vacunación en los grupos etarios de más de 50 años –con una cobertura media del 90%– la enorme incidencia del virus, que ya sobrepasa el umbral de los 700 casos por 100.000, ha provocado que estén aumentando paulatinamente los contagios entre la población de más edad y la más vulnerable.

Desde el viernes, la tasa de contagios en los mayores de 80 ha pasado de 201 casos por 100.000 a los 248 casos, 47 puntos más. En los septuagenarios, la tasa ha crecido 24 puntos, hasta situarse en los 181. En el grupo de 60 a 69, la incidencia está en 323, 33 puntos por encima. Y en el de 50 a 59 años, en los 329, también 33 puntos más respecto al viernes.

Llama la atención que la incidencia en los adultos de 30 a 49 años, aunque también crece, lo hace a un menor ritmo. En el grupo etario de 40 a 49 años sube 16 puntos en cuatro días, hasta los 457 casos por 100.000 y en los treintañeros solo 9 puntos, hasta los 900 casos.

En los veinteañeros la incidencia, al fin, está bajando, fruto de las medidas restrictivas en el ocio y, sobre todo, a la campaña de vacunación que ya ha arrancado en este grupo. Es cierto que los jóvenes de 20 a 29 años presentan las tasas más elevadas, de 1.859 positivos por cada 100.000, pero también que la curva está comenzando a descender: la incidencia ha caído 24 puntos respecto al viernes. En el siguiente tramo de edad, los adolescentes de 12 a 19 años, la curva parece estabilizarse, con una crecida en la incidencia de 14 puntos respecto al viernes hasta situarse en los 1.637 infecciones por cada 100.000.

IA por edades
IA por edadesTania Nieto

En las residencias de ancianos, lo espacios más duramente atacados por la pandemia en las primeras oledas, el SARS-CoV-2 amenaza de nuevo. En la semana del 12 al 18 de julio, la última de la que se disponen datos, se registraron un total de ocho muertes por Covid-19 en centros de mayores, y 493 residentes contagiados, cuatro veces más que la semana previa, cuando había 123 contagiados.

La tendencia al alza en los contagios en estos centros residenciales no ha dejado de crecer desde la semana del 14 al 20 de junio, cuando se contabilizaron 24 contagios. La siguiente semana fueron 39; la primera de julio, 64; la segunda de julio 123 y la tercera, 493. De esta forma, en la última semana se ha disparado la incidencia del virus hasta alcanzar la tasa de 166 por cada 100.000 residentes con coronavirus confirmado, la más alta desde mediados de febrero.

Debido a este crecimiento alarmante, comunidades como Cataluña y Aragón han decidido volver a algunas de las restricciones, como limitar el número de visitantes, que además deben hacerse test de antígenos al llegar, así como aumentar los controles a los trabajadores.

Frente a este escenario, el experto en Salud Pública, Joan Carles March Cerdà, defiende como principal y más importante medida la vacunación: «Las vacunas no eximen de los contagios, aunque ciertamente hay menos probabilidad. pero sí reducen drásticamente los cuadros graves de Covid».

Inmunidad menos duradera

No obstante, March advierte de la importancia de reducir la incidencia para seguir protegiendo a los mayores. «Dentro de los vacunados, pueden tener un peor pronóstico de Covid las personas de más edad, que además suelen tener enfermedades crónicas». Además, apunta este experto a la posibilidad de que los mayores pierdan antes la inmunidad generada por las vacunas, si bien aclara que todavía no hay suficientes datos para asegurarlo.

Sobre la posibilidad de inyectar una tercera dosis a los grupos etarios de más edad, Sanidad todavía no lo ve claro. La secretaria de Estado de Sanidad, Silvia Calzón, dijo el lunes en rueda de prensa que el Ministerio esperará a reunir una «mayor evidencia científica» antes de determinar el «cuándo y a quién». Según reconoció Calzón, esta posibilidad «está en el debate científico desde hace meses» y recordó que algunos países, como Francia, Israel o Luxemburgo, ya la han introducido «en alguna parte pequeña de la población, concretamente en colectivos de personas que tienen inmunodepresión», y también en Reino Unido, donde se anunció una tercera dosis para «una determinada franja de población de mayores».

Según un estudio del profesor Raúl Ortiz de Lejarazu, asesor científico y director emérito del Centro Nacional de Gripe en Valladolid, «en el escenario post pandémico, la estrategia será centrar la vacunación en aquella población más susceptible de enfermar grave por SARS-CoV-2». En el escenario post pandémico tardío, Lejarazu explica que la vacunación para las personas vulnerables no dependerá tanto de la inmunidad individual como de la poblacional. «La inmunidad poblacional reducirá tanto la carga viral excretada por cada individuo como la propagación del virus . Esto reducirá la difusión, evitará casos clínicos y reducirá la carga de enfermedad de la población, protegiendo indirectamente a los más vulnerables, pero es probable que no se logre detener por completo la propagación viral».