Salud

Estos son los numerosos beneficios de la equinoterapia para el desarrollo muscular y la autoestima

La doctora Inmaculada Octavio, psiquiatra de la Unidad de Pediatría y Adolescencia del Hospital Ruber Internacional, explica los beneficios de la terapia asistida ecuestre, una técnica muy útil frente a las enfermedades neurodegenerativas, así como en casos de diversidad funcional, o frente a problemas psicológicos

Bienestar animal. Bienestar para todos
Bienestar animal. Bienestar para todosSigrid Olsson©GTRESONLINE

Los beneficios de la terapia con caballos, equinoterapia, o terapia asistida ecuestre con caballos son múltiples. Se trata de un método cuya principal herramienta de trabajo son los caballos. Estos animales representan el elemento integrador y rehabilitador de la terapia. Emplea métodos de monta o bien caminatas con el caballo y están dirigidos a pacientes para tratar de mejorar su nivel emocional, físico, social y la autoestima entre otras patologías.

Además, es apta para cualquier edad y, dados sus numerosos beneficios es una suerte que en España esté cada vez más extendida su práctica. ¿A quién no le gustan los caballos? Poder trabajar con un animal de estas características genera sensaciones positivas en los pacientes, a la vez que activa el sistema sensorial y cognitivo de los mismos. Puede ser muy útil frente a las enfermedades neurodegenerativas, así como en casos de diversidad funcional, o frente a problemas psicológicos, por ejemplo.

“A nivel físico pueden mejorar la coordinación, el equilibrio, el desarrollo muscular y a nivel psicológico, sobre todo, mejora la autoestima, la confianza y el desarrollo emocional”, explica la psiquiatra de la Unidad de Pediatría y Adolescencia del Hospital Ruber Internacional, la doctora Inmaculada Octavio, quien recuerda que precisamente este centro de Quirónsalud ha sido el servicio médico de la pasada edición de Madrid Horse Week.

Se trata de técnicas complementarias empleadas por especialistas formados en la materia, según prosigue la psiquiatra de Ruber Internacional, para mejorar la capacidad funcional y la calidad de vida en pacientes que tienen cualquier tipo de discapacidad física, intelectual, psiquiátricos, etc.

De hecho, remarca que fue reconocida por la OMS en 1980 señalando que es una terapia que debe implementarse desde un abordaje multidisciplinar, “en las áreas de salud, educación y equitación, buscando desarrollar el desenvolvimiento biopsicosocial de personas con necesidades especiales, impedimentos, incapacidad o discapacidad”.

En concreto, está dirigida principalmente a pacientes que, por ejemplo, tienen discapacidad intelectual; pero también discapacidad motora, que han sufrido un accidente cardiovascular como un ictus, o que cuentan con parálisis cerebral; o que simplemente presentan cuadros de estrés y de ansiedad, problemas conductuales, TDAH, adicciones, inseguridades, depresión, trastorno bipolar; o en niños que tienen autismo, por ejemplo.

Un tratamiento complementario, no sustitutivo

“Gracias a la equinoterapia podemos tratar de mejorar su nivel emocional, físico, social y ocupacional, por medio del caballo como herramienta terapéutica. Este tipo de intervenciones son complementarias al tratamiento que esté haciendo el paciente, no lo sustituyen, y dice que pueden favorecer nuevos estímulos que no se logran con las terapias convencionales”, afirma la doctora.

Representa, en su opinión, un tratamiento que además permite salir del contexto rehabilitador, del espacio sanitario cerrado, algo que puede beneficiar sobre la motivación de los pacientes, al mismo tiempo que hacerles disfrutar, y más estando inmersos en una pandemia.

“Es, al fin y al cabo, una terapia poco convencional, que puede favorecer la adhesión y mayor participación de los pacientes, y por tanto, con ella es fácil que los pacientes mejoren más rápidamente”, valora la experta.

La terapia debe comenzar por conocer cuáles son las posibilidades que brindan los pacientes, y con la toma de contacto entre el caballo y el paciente. Debe forjarse durante la terapia una especial relación de confianza entre ellos, y para eso muchas veces conviene empezar poco a poco y con pequeñas rutinas como darles de comer, acariciarles o peinarles, por ejemplo.

Por qué se emplean los caballos

Se emplea al caballo y no a otros animales como vía terapéutica por varios motivos. En primer lugar, por su temperatura, unos 38 grados centígrados, un calor que transmite al paciente y que puede favorecer la relajación de los pacientes. La doctora Octavio resalta igualmente que gracias a los equinos se logra mejorar las nociones de tiempo y de espacio en los pacientes, al tiempo que se produce una mayor estimulación física y mental.

Además, es un animal musculoso, ágil y fuerte, capaz de transmitir impulsos rítmicos o vibraciones que van directos al cinturón pélvico, a la columna y a los diferentes miembros del jinete, incluso pudiendo llegar al cerebro durante el movimiento, creando en consecuencia conexiones nerviosas, aparte por supuesto de estimular los huesos y las articulaciones de los pacientes.

A nivel educativo, según agrega la especialista en Psiquiatría del Hospital Ruber Internacional, puede servir de mejora en la comunicación verbal y no verbal, puede incrementar la capacidad de memoria o aumentar la concentración y sentido de responsabilidad de los pacientes.

En este sentido, la doctora Octavio defiende que los tipos de terapias con caballos se diferencian en la pauta de acción que hace el paciente con el caballo: “Pueden ser desde hipoterapia, hasta equitación terapéutica, volteo, etc. Pero también hay una serie de intervenciones que son a pie de tierra, que van desde el desarrollo personal, el coaching, hasta la psicoterapia con caballos. Y que no se realizan montados en el caballo”.

Según asevera, a este tipo de terapias es conveniente que se acceda por medio de profesionales formados específicamente en terapias asistidas con animales, conocer su mecánica, y contar con una profesión de base, con conocimientos de neurología, de rehabilitación, ser fisioterapeutas, psiquiatras o psicólogos formados en este tipo de intervenciones; y todo ello dado el alto intrusismo que hay en el sector, es decir, deben ser profesionales

“Hacer deporte es beneficioso para todas las personas. El ejercicio físico puede ofrecer efectos favorables sobre el aparato cardiovascular pero también puede incrementar el riesgo. Conseguir el correcto equilibrio entre ambos aspectos de la actividad deportiva es el compromiso del Hospital Ruber Internacional con sus pacientes”, sentencia la doctora Octavio.