Ómicron

Españoles atrapados en Marruecos: «Esto es un caos»

Son varios cientos los que intentan volver desde el país vecino, donde les ha cogido el cierre total de fronteras decretado el martes por la pandemia

Anna Moreno y su amiga Lorena Alonso posan en una calle de Marrakech (Marruecos) donde esperan coger un vuelo de vuelta a Europa tras el cierre de fronteras del país magrebí
Anna Moreno y su amiga Lorena Alonso posan en una calle de Marrakech (Marruecos) donde esperan coger un vuelo de vuelta a Europa tras el cierre de fronteras del país magrebíAnna MorenoAgencia EFE

Dicen que no hay dos sin tres, y después de marzo, tanto del año pasado como de éste, las conexiones aéreas entre Marruecos y España volvieron este martes a quedar suspendidas por culpa de la pandemia. El país norteafricano quedará aislado del mundo, al menos durante dos semanas, aunque pocos dudan de que a las autoridades vaya a temblarles el pulso a la hora de prolongar el cierre de fronteras. Como viene ya siendo habitual, la decisión, expeditiva, deja tras de sí a miles de turistas de todo el mundo varados, entre ellos centenares de españoles.

La experiencia es un grado, y en las últimas 48 horas la maquinaria de las repatriaciones ha comenzado a funcionar: las española Iberia, la emiratí Air Arabia y la marroquí Royal Air Maroc fletarán vuelos especiales –a precios que superan a menudo los 300 euros por pasaje– desde hoy hasta el día 12 para salir de Marruecos. Eso sí, la Embajada española permaneció silente más de un día –desde la mañana del lunes hasta la tarde del martes-, después de haberse limitado a pedir en Twitter a los ciudadanos españoles que se pusieran en contacto con sus aerolíneas para «reprogramar su viaje de vuelta». Algo que la experiencia anterior durante la pandemia hacía imposible: Marruecos no autorizaría más vuelos comerciales para sacar a los turistas atrapados en su territorio.

En paralelo a la parquedad informativa de la Embajada, los españoles se organizaron rápidamente en las redes sociales, incluidos Twitter y Whatsapp. «Esto es un caos. Nos presentamos en el Consulado Honorario de España en Marrakech un grupo de cien españoles para pedir ayuda y allí los empleados no sabían nada de lo que estaba pasando ni podían comunicarse con nosotros en español, y el cónsul tampoco estaba», explicaba a LA RAZÓN la joven ilicitana Laura Cremades, que viajará junto a su pareja y un grupo de amigos por fin este jueves a Madrid desde la capital ocre.

También en esa ciudad están Anna Moreno y Lorena Alonso. La primera tomó el lunes, pocas horas antes del cierre de fronteras, una decisión de la que ahora se arrepiente. «El mismo 29 volábamos desde Barcelona con Ryanair y nos dijeron que no tendríamos ningún problema para volver». Y es que el anuncio de Marruecos del cierre se refería en principio solo a los vuelos de entrada al país magrebí, lo que creó confusión y llevó a Anna a montarse en el avión. «Dos horas y media más tarde, fue llegar a Marruecos y nos dijeron: ‘las fronteras están cerradas, no vais a poder salir de aquí», lamenta esta barcelonesa de 28 años, que empezó entonces a intentar contactar sin éxito con la embajada y los consulados españoles. Como aún no había vuelos de repatriación con España, ella y su amiga Lorena Alonso, que la acompaña compraron un billete para el sábado a París, y luego otro a la misma ciudad para un día después, porque le llegó el rumor de que la compañía que le había vendido el primero no operaba vuelos especiales. Ahora, Anna y su amiga se han gastado 650 euros en billetes y no saben si va a tener que hacer una cuarentena de siete días en Francia. «Cogí los vuelos por necesidad de trabajo, somos veterinarias y necesitamos volver».

A falta de algo más de tres semanas para el comienzo de la Navidad, la situación inquieta a los miles de españoles con residencia en Marruecos.

La gran preocupación es tener la garantía de poder regresar a sus puestos de trabajo o a sus negocios después de las fiestas.