Salud

Los relojes deportivos fallan al medir calorías: sus dos grandes errores

Estos dispositivos se han vuelto una parte esencial para aquellos que realizan ejercicio físico

Una mujer con una pulsera de actividad
Una mujer con una pulsera de actividadLidl

La práctica deportiva se ha democratizado exponencialmente en los últimos años. Cada vez son más las personas que se adhieren a realizar ejercicio ya sea colectivamente o de forma individual gracias a los múltiples beneficios que este aporta al organismo.

Desde marzo de 2020 y el posterior encierro derivado de la explosión del coronavirus muchas personas empezaron a ver en el deporte una vía de escape tras la progresiva reapertuara. Tanto en España como en otros países del mundo el ejercicio físico pasó a ser uno de los principales reclamos para tratar de volver a la normalidad anterior a la aparición del virus.

Para poder realizar actividad físicaen muchas ocasiones no es necesario más que un sencillo equipamiento como pueden ser unas zapatillas y ropa deportiva. Algunos no ven esto así y deciden ir un paso más allá y vestir distintas prendas técnicas de último nivel y varios dispositivos que monitoricen al máximo su rendimiento en el ejercicio.

Uno de estos productos que se ha puesto de moda en los últimos años es el reloj o la pulsera de actividad. Este dispositivo permite en virtud de su gama distintas posibilidades que pueden ir desde contar los pasos que realizamos a lo largo del día hasta saber cuando nos encontramos en posición horizontal.

Desde la aparición de el primero de estos dispositivos muchas grandes firmas se unieron al sector en busca de clientes y adeptos al deporte. Una de sus principales funciones, además, es el conteo de calorías que estos ofrecen tanto cuando se realiza una actividad o en el día a día, algo que podría ser más impreciso de lo que muchos piensas.

Las calorías gastadas son un factor clave a la hora de perder peso. Un balance calórico negativo, es decir, ingerir más de lo que gastamos supone poder hacer descender nuestra grasa corporal y así el peso. Esto supone lo que los especialistas llaman “santo grial” de la perdida de adiposidad en el cuerpo que se favorece si realizamos actividad física.

El ejercicio aumenta este gasto calórico y, además, aporta múltiples beneficios al cuerpo tanto a corto como largo plazo. Desde mejora cardiovascular a cognitiva el deporte puede resultar fundamental para tener una vida saludable.

Los relojes inteligentes y pulseras argumentan saber cuál es nuestro gasto calórico gracias a distintos cálculos que realizan con informaciones que aportamos y que registran durante el día. La ciencia se ha mostrado escéptica en este sentido y por este motivo se han llevado a cabo investigaciones para determinar si estos dispositivos aciertan y pueden ser un buen aliado.

La ciencia investiga este campo

Durante el pasado año se realizo un estudio para tratar de poner fin al debate acerca de si eran fiables los actuales relojes inteligentes en este campo. Para ello los investigadores escogieron tres productos de alto nivel y de marcas punteras en el sector, estos eran el Apple Watch 6, Polar Vantage V y el Fitbit Sense.

El doctor y divulgador científico Antelm Pujol ha analizado este estudio en redes sociales para explicar como este tipo de dispositivos pueden fallar en las mediciones. En la prueba solamente se tuvieron en cuenta los indicadores de ritmo cardiaco y gasto calórico, esenciales para un aumento del balance energético del cuerpo.

Pujol especifica como los investigadores midieron la efectividad de los relojes en distintas situaciones para evaluar de forma precisa su rendimiento. Estos fueron puestos a prueba durante ciclismo, caminando, haciendo entrenamiento de fuerza, corriendo y con los sujetos sentados.

La sorpresa de los investigadores vino tras los resultados obtenidos. Los tres productos presentaron unos errores mucho mayores a lo esperado tras la adquisición de un dispositivo con una horquilla de fallo de entre un 14% y 24% en el caso del mejor reloj, el Apple Watch 6. En cuanto al Polar sus márgenes de error fueron de 16,5% a 25,7% y en el caso de Fitbit entre un 13% y 19,6%.

Estos tres datos pusieron de relieve el gran nivel de fallo con el que cuentan estos dispositivos debido a sus características. Pujol destaca tres principales conclusiones al estudio: “Los relojes inteligentes son una herramienta de baja precisión, el Apple Watch 6 es el más preciso aunque de baja forma y que para medir el ritmo cardíaco este sería la mejor opción”.

Así las cosas, el doctor recomienda usar estos relojes para saber nuestro nivel de actividad como los pasos aunque concluye destacando que estos dispositivos no son ua buena herramienta para conocer las calorías gastadas.

Por último, destaca que no se necesita el mejor reloj para mejorar la salud, en cambio si lo es “entrenar, la nutrición y el descanso adaptado”.