Estas son las claves para preparar un té perfecto

Aunque pueda parecer sencillo, lo cierto es que los pequeños detalles pueden marcar una gran diferencia a la hora de preparar correctamente un té. Una taza de té caliente bien hecha puede calentar el corazón y el alma de cualquiera, pero puede resultar desagradablemente amarga o decepcionantemente insípida cuando no se prepara correctamente. Esto se debe a que con tan pocos ingredientes, la forma en que los preparamos puede determinar si nuestra taza es apta para una reina, o será algo que nos costará acabar de ingerir. Si no es un experto en té, esta práctica puede parecer abrumadora, ya que cada tipo de té tiene una temperatura del agua y un tiempo de preparación diferentes. Después del café, el té es una de las bebidas que más se beben en el mundo, pero ¿sabemos cómo se prepara correctamente?

Lo primero que debemos tener en cuenta es que cada tipo de té tiene un tiempo de preparación diferente, ya sea té verde, té negro, té oolong o té de hierbas, comúnmente conocido como rooibos. Además dependiendo de si viene suelto o en bolsas, necesitaremos un infusor de té o una prensa francesa para mantener juntas las hojas de té. Otro de los elementos que, aunque no es obligatorio, si es muy recomendable, es un hervidor eléctrico. Con este aparato podremos medir fácilmente la temperatura del agua y preparar de manera precisa nuestro té, ya que suelen mostrar la temperatura en una pequeña pantalla.

Temperatura del agua y tiempo de infusión

Para poder disfrutar de un sorbo de té lleno de sabor, debemos conocer tanto la temperatura del agua como el tiempo de infusión. Aunque puede ajustar las cantidades y el tiempo a su gusto, dependiendo de si quiere un sabor más intenso o amargo, más tiempo de maceración del recomendado, o más suave, dejando nuestra bolsita o infusor menos tiempo en el líquido. Por otro lado, es preferible comprar té de hojas sueltas, ya que el sabor es mejor. Si, por el contrario, compra té en bolsas, lo recomendable es consultar el envase del té para conocer la temperatura específica y los tiempos de maceración del fabricante. Estas son las temperaturas básicas y los tiempos de filtración para cada tipo de té:

• Té verde: 2 minutos a 80°C.
• Té oolong: 2 minutos a 80°C.
• Té negro: 4 minutos a 98°C
• Té de hierbas (rooibos): de 5 a 10 minutos a 100°C

Por último, para potenciar los aromas del té elegido, es bueno verter el agua caliente directamente sobre el sobre o el infusor.

Los errores más comunes

El primer error que solemos cometer al preparar un buen té es el tipo de agua que utilizamos. El agua de grifo, o agua corriente, es generalmente demasiado rica en cal y tiene un sabor más fuerte que el agua embotellada, algo que puede llegar a enmascarar el sabor natural del té.

El segundo error más común es hervir el agua hasta el punto de ebullición. Lo ideal es, con la ayuda de un hervidor, elevar la temperatura del agua hasta la recomendada por el fabricante, si utilizamos té en bolsas, o a las diferentes temperaturas anteriormente citadas si utilizamos té en hojas sueltas.

Otro de lo errores más comunes se produce en los tiempos de infusión. Aunque nos guste más bien amargo, nunca deberíamos excedernos de los 4 minutos en el caso del té verde o del té oolong, ni de los 6 en el caso del té negro.

Por último, en la medida de lo posible, deberemos evitar endulzar el té. Aunque si somos muy golosos, lo ideal es utilizar miel o acompañar la bebida con algún dulce, como una galleta, un bombón o una onza de chocolate.

¿Miffys o Tiffys?

Es un problema que divide a la comunidad de bebedores de té desde épocas antiguas, existen dos vertientes: los que vierten la leche en su taza primero(Miffys) y los que vierten el té antes que la leche(Tiffys). Al igual que los Montescos y los Capuleto, es posible que estas facciones en guerra nunca se pongan de acuerdo, pero la verdad es que este gran debate se puede resolver en menos tiempo del que se tarda en preparar una taza de delicioso té. Todo es cuestión de calor, el té se prepara mejor en agua muy caliente, pero agregar leche enfría las cosas. Por lo tanto, si está preparando té directamente en una taza, es mejor agregar la leche al final, después de que se haya preparado. Y si está preparándolo en una tetera, el orden no importa en absoluto, es solo una cuestión de gustos.