Estudio

¿Eres capaz de sentir el orgasmo cerebral o ASMR? Podría afectar más a los neuróticos

Un estudio descubre una nueva evidencia que vincula niveles más altos de neuroticismo y ansiedad con la capacidad de experimentar ASMR

Vídeo sobre ASMR auditivo
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Los vídeos ASMR han enganchado en los últimos años a las generaciones más jóvenes. Cualquier cosa sirve, desde una mujer pasándose un bastoncillo por el oído hasta un señor doblando toallas, pasando por un joven que introduce los dedos en un cuenco lleno de pequeñas bolitas.

Estas situaciones tan cotidianas se engloban bajo el fenómeno ASMR (acrónimo anglosajón de ‘respuesta sensorial meridiana autónoma). El término se refiere a la utilización de material audiovisual hipnótico para la obtención de placer a través de estímulos sensitivos.

No todos lo sienten de la misma manera. Hay personas que ni si quiera son capaces de percibirlo. Pero, los que sí lo hacen, aseguran que sienten una particular sensación de placer. Un hormigueo que comienza en la cabeza, y baja lentamente hacia la nuca hasta llegar a la espalda. Algunos lo definen como un orgasmo cerebral.

Además del puro placer que provocan estos vídeos, los miembros de esta comunidad hacen hincapié en la capacidad de éstos para reducir el insomnio, la depresión o el estrés.

Sin embargo, según un nuevo estudio publicado en la revista PLOS ONE, experimentar las sensaciones de hormigueo de la Respuesta Meridiana Sensorial Autónoma (ASMR) puede estar relacionado con una mayor ansiedad y neuroticismo. No obstante, la experiencia también puede tener beneficios.

En investigaciones anteriores ya se había apuntado que aquellos que pueden experimentar ASMR en realidad tienen niveles más altos de neuroticismo o “tendencia hacia la ansiedad , la depresión, la duda y otros sentimientos negativos”. Sin embargo, la relación exacta entre el ASMR y estos rasgos de personalidad no estaba clara.

Para su trabajo los investigadores de la Universidad de Northumbria (Reino Unido) pidieron a 36 voluntarios capaces de experimentar el ASMR y a 28 que no lo eran, que vieran un vídeo de ASMR destinado a desencadenar esa sensación.

Previamente, los participantes completaron varios cuestionarios de personalidad para evaluar su neuroticismo, su tendencia general a experimentar ansiedad (“ansiedad de rasgo”) y su ansiedad un momento dado (″ansiedad “de estado”). Esto se midió antes y después de que vieran el vídeo.

Así observaron que los que experimentaron ASMR tenían niveles “significativamente más altos” de neuroticismo y tendencia general a la ansiedad antes de ver el video, pero descendieron después de visualizarlo. Por otro lado, los investigadores no encontraron una diferencia en el estado de ansiedad de los no no experimentaron ASMR antes y después de ver las imágenes.

Esto sugiere que aquellos que pueden experimentar ASMR en realidad son “más propensos a experimentar estados emocionales negativos y a tener una propensión al rasgo de ansiedad”, dijeron los investigadores. Los resultados también demuestran que los videos ASMR tienen efectos positivos para aquellos que pueden experimentarlos.

En conjunto, el trabajo respalda la idea de que ver estas imágenes pude ser “clínicamente relevante” para el estado de ansiedad agudo entre quienes pueden experimentarlo. Pero según los investigadores, se necesitan más estudios para “verificar el mecanismo potencial que hay detrás de las capacidades de reducción de ansiedad de ASMR”.