Pandemia
El epidemiólogo Quique Bassat pone fecha al fin de las mascarillas en interiores
¿Qué condición tendría que ocurrir para quitar la mascarilla de los interiores? El experto de Isglobal nos da la clave
El pasado jueves 10 de febrero las mascarillas en exteriores dejaron de ser obligatorias con independencia de que haya distancia o no. Solo con una excepción: en eventos multitudinarios al aire libre en los que las personas asistentes estén de pie o, si están sentados, no guarden la distancia de 1,5 metros entre mesas de convivientes.
No obstante, la mascarilla sigue siendo obligatoria en espacios cerrados de uso público o abiertos al público, ya sea una sala de conciertos, un restaurante o un comercio, por ejemplo. También en medios de transporte públicos, incluidos andenes y estaciones.
‘El Programa de Ana Rosa’ tuvo la oportunidad de entrevistar hace unos días al epidemiólogo de Isglobal y pediatra Quique Bassat, quien explicó detalles respecto al punto en el que nos encontramos de esta sexta ola de pandemia y sobre cuándo estaría España en disposición de retirar las mascarillas de los interiores.
“Creo que todavía tardaremos unas cuantas semanas en eliminarla, a no ser que imitemos algunos países que ya lo han hecho”. Además, el experto explica: “Llevamos todavía una transmisión demasiado alta como para considerarlo”, afirma pidiendo “prudencia” a la hora de tomar la decisión.
Y señala: “Deberíamos esperar a que las cifras sigan descendiendo y que alcancen unos valores por debajo de 100 o de 50 de incidencia por cada 100.000 habitantes”. Pero, según los cálculos del epidemiólogo, ¿cuándo llegará ese momento?
Según pronosticó Bassat este sábado en la Cope la fecha podría rondar finales del mes de abril: “Para Semana Santa, si las cifras siguen descendiendo al ritmo de ahora, tendremos una situación epidemiológica parecida a la que estábamos en septiembre de 2021 y podríamos abrir el melón de si podemos quitarlas, monitorizando muy de cerca lo que pase”.
En cuanto al pasaporte Covid, que ya re ha retirado en algunas comunidades autónomas, cree que la medida ya está amortizada: “Ha tenido un impacto relativamente modesto en cuanto a reducir la incidencia, pero sí una utilidad muy específica: se ha conseguido que mucha gente que no se había vacunado se vacunase. No obstante, semanas después de su implantación, “los que todavía no se han vacunado ya no los vamos a convencer con el pasaporte Covid”. Para el experto esta medida sí debe “mantenerse para los viajes internacionales, pero a nivel local no hace falta que lo sigamos utilizando”.
Sanidad ha decidido no bajar, de momento, los días de aislamiento para los positivos que están establecidos en siete días. En cuanto a la posible reducción de las cuarentenas, el epidemiólogo considera que no estamos en ese momento. “Existe evidencia de que la persona infectada con el virus sigue siendo contagiosa a partir del quinto día. Seguir reduciendo es un riesgo de permitir que haya personas infectadas e infecciosas paseando libremente y puedan seguir transmitiendo el virus”, sentenció Bassat.
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