Covid-19

Ofensiva autonómica para acabar con las cuarentenas

Sanidad prefiere un acuerdo conjunto, pero regiones como Cataluña o la Comunidad Valenciana ya han empezado a aligerar esta medida en los colegios

La Comunidad de Madrid abrió el debate a finales de enero, cuando propuso reducir los aislamientos de siete a cinco días, o incluso menos
La Comunidad de Madrid abrió el debate a finales de enero, cuando propuso reducir los aislamientos de siete a cinco días, o incluso menosAlberto R. RoldánLa Razón

La bajada de la incidencia acumulada (los casos por 100.000 habitantes) que España registra en las últimas semanas ha llevado a varias autonomías a plantearse aligerar las restricciones adoptadas durante lapandemia, a semejanza de lo que están haciendo ya otros países europeos, como Reino Unido, Países Bajos o Dinamarca, entre otros. La opinión general es que los confinamientos se mantendrían en lugares sensibles, como residencias, centros de día o en el entorno de personas vulnerables.

Sin embargo, el Ministerio de Sanidadno se plantea por el momento esta cuestión que, en todo caso, considera que debe ser una decisión consensuada de las autonomías. La comisión de Salud Pública que se celebra este jueves tendrá esta cuestión entre sus puntos principales. La semana pasada, la ministra, Carolina Darias, señalaba tras la rueda de prensa del Consejo Interterritorial que «la pandemia nos ha demostrado que cuando estamos juntos, avanzamos más y más lejos. Este tipo de acuerdos deben ser de todos», recalcó.

Darias hizo estas declaraciones después de que Cataluña anunciase su intención de levantar esta restricción aunque no contara con el apoyo de otras regiones. Y así ha sucedido, ya que la Generalitat anunció el lunes que a partir de mañana prescindirá de las cuarentenas escolares, y que dejará de contar las infecciones en los colegios, a excepción de los centros de educación especial, debido a la bajada de los contagios de covid. No obstante, en las escuelas se mantendrán los grupos de convivencia estable y la obligación de cubrirse la boca y nariz dentro de las aulas.

Debido a la buena situación epidemiológica que ha registrado durante la sexta ola, el Gobierno de la Comunidad de Madrid abrió el debate el pasado 24 de enero sobre la posibilidad de reducir los días de aislamiento obligatorios por Covid-19, y planteó que se rebajase de los siete días actuales a tres, cuatro o cinco jornadas. En ese momento, el consejero de Presidencia, Enrique López, se mostró a favor de adaptar y reducir la cuarentena de los contagiados por Covid en función de la gravedad de las variantes, por estar actualmente en «escenarios muy diferentes a tiempos pretéritos». Este jueves, Madrid será una de las comunidades que liderarán la ofensiva por eliminar las cuarentenas como medida de control, con la excepción de los llamados entornos vulnerables.

En lo que se refiere a su paulatina desaparición, «la propuesta de Galicia es clara»: rebajar las cuarentenas de siete a cinco días siempre que se cumplan una serie de condiciones, como que no se tengan síntomas y haya una prueba negativa, y no se trate de personas vulnerables o que trabajen con colectivos que lo sean. Así lo señaló la semana pasada el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. En todo caso, apeló a la prudencia, porque hay países que han eliminado las cuarentenas y en los que ha empeorado la situación, y subrayó que es el comité clínico de su región el que guiará las decisiones autonómicas.

Esta misma postura ha defendido el Gobierno vasco. Sobre la posibilidad de que pronto puedan eliminarse las mascarillas en interiores o que se supriman las cuarentenas, la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, señaló ayer que su Ejecutivo siempre ha seguido, al respecto, las indicaciones de los expertos en salud pública de la red de epidemiología. «Son ellos los que establecerán ese criterio. De hecho, en la comisión de salud pública es donde se contrastan las opiniones de todos los departamentos de salud pública para adoptar esas decisiones o esa las recomendaciones en el ámbito del uso o no uso de la mascarilla», indicó.

Hay que recordar el grave problema que ha supuesto para algunos sectores y empresas (incluso en servicios esenciales como la Sanidad y la Educación), el aluvión de bajas laborales por la explosión de casos de Ómicron que se produjo a finales de diciembre y principios de enero (solo en diciembre se registraron más de 570.000 casos). Pero la saturación del sistema se produjo no solo por la cantidad de bajas, sino también por su duración, ya que desde que se inició esta crisis de salud pública en marzo de 2020 hasta ese momento la duración media de las bajas finalizadas de incapacidad temporal por Covid-19 era de más de dos semanas. Por no hablar del coste para las arcas públicas de esta contingencia.

El avance de la vacunación, con la administración de las terceras dosis a más del 50% de la población, es otro de los factores que ha permitido a las autonomías plantearse relajar los aislamientos. Este motivo es el que ha esgrimido la Comunidad Valenciana para introducir cambios en este aspecto en los colegios. De este modo, la indicación de cuarentena domiciliaria se hará a personas positivas y a sus contactos que sean especialmente vulnerables, cuidadores de estos, embarazadas, personal sanitario o sociosanitario, y será determinada por el personal sanitario. En los demás casos, los convivientes de positivos confirmados (alumnado, profesorado y otro personal) no tienen que realizar cuarentena domiciliaria. La única excepción, puntualizaron el lunes en un escrito conjunto las consejerias de Educación y Sanidad, se refiere a la asistencia del alumnado en el centro cuando su aula haya sido cerrada por las autoridades sanitarias.

Castilla-La Mancha espera aportar una decisión «en los próximos días» en lo relativo a aislamientos y cuarentenas, y al modo de vigilancia de la pandemia, que se cambiará de forma similar al de la gripe, de tal manera que en vez de un control de casos estricto se harán muestras aleatorias de las personas que tienen patologías y se hará un estudio de la enfermedad en casos graves.