Entrevista

El gurú de la inmortalidad: «En 25 años habrá vacunas y pastillas para rejuvenecer»

El ingeniero y transhumanista José Luis Cordeiro afirma que en 2045 dejaremos de ser seres biológicos

José Luis Cordeiro: "Me han amenazado de muerte por defender estas teorías, hay gente que no está preparada»
José Luis Cordeiro: "Me han amenazado de muerte por defender estas teorías, hay gente que no está preparada»Gonzalo Pérez MataLa Razón

Conversar con José Luis Cordeiro (Venezuela, 1962) es sumergirse en una película de ciencia ficción. Algo así como viajar a los años ochenta y presenciar el estreno de «Blade Runner» con los ojos abiertos de par en par. Lo que ocurre es que lo suyo no es un guión de cine, sino una argumentación basada en el potencial tecnológico que proyecta un futuro próximo que cambiará para siempre la concepción del tiempo cronológico del ser humano.

Cordeiro es ingeniero mecánico del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) además de transhumanista, director del Millennium Project, miembro de la Academia Mundial de Arte y Ciencia y otros tantos títulos y cargos que él acredita para explicar sus controvertidos postulados. Aunque, sin duda, lo que le ha llevado a convertirse en lo que muchos han denominado como «el gurú de la inmortalidad» es precisamente su apasionada afirmación de que «la eternidad del ser humano es una realidad».

Su «best seller» «La muerte de la muerte» (Deusto) ya ha sido traducido a más de diez idiomas y se ha convertido en la lectura de cabecera de los que, como él, defienden que «la muerte en 2045 será una opción, no un destino».

Focalizado en este momento en la biotecnología y el rejuvenecimiento biológico, Cordeiro confiesa que está en búsqueda de un país (Panamá y República Dominicana son para él los candidatos perfectos) que dé un paso adelante para declarar el envejecimiento como una «enfermedad curable» y combatir así para siempre «la historia de la humanidad».

Aunque sus propuestas puedan parecer a algunos pretenciosas y exageradas, él tiene su argumentación bien armada: «El Premio Nobel de Medicina, el japonés Shinya Yamanaka, descubrió que hay cuatro genes que controlan el envejecimiento. A estos genes o factores se les llama como a su descubridor y son los OSKM. Es más, Yamanaka logró transformar células viejas por jóvenes y en ratones se ha conseguido ya el rejuvenecimiento de los ojos. Es decir, estos animales pasaron de tener una visión equivalente al de una persona de 80 años a una de 20 años. Esto lo sabe muy poca gente», detalla.

Las células germinales

Para entender sus teorías y cómo conseguir este ansiado parón en el reloj biológico humano, Cordeiro se remonta a las primeras formas de vida: «Las bacterias poseen cromosomas circulares y esto es algo muy importante, porque no tienen telómeros. Éstas no tienen fin, por lo tanto no envejecen y esto es importantes porque las primeras formas de vida fueron las bacterias. Cuando éstas, hace millones de años, se juntaron con los primeros organismos multicelulares, aparecieron dos tipos de células: las germinales (descendientes de estas bacterias inmortales) y las somáticas. Las germinales son muy poquitas y sirven para reproducción. Estas células no envejecen, pero lo que ocurre es que el ser humano tiene un 99,9% de células somáticas que sí lo hacen». Y es ahí, en las germina les, donde este ingeniero, junto a otros expertos en la materia, centra la prueba de la inmortalidad.

José Luis Cordeiro, durante su entrevista con LA RAZÓN
José Luis Cordeiro, durante su entrevista con LA RAZÓNGonzalo Pérez MataLa Razón

En base a ese axioma, según él, se centrará la manipulación genética para que nuestras células no envejezcan. Pero ¿cómo será esa intervención en la fecha de caducidad humana? ¿Cómo se suplantarán las células envejecidas por aquellas a las que el paso de los minutos no afecta? «Ya existen vacunas que hacen cambios genéticos en el cuerpo, incluso se inyectan genes. Las vacunas de ARN mensajero son una bendición caída del cielo», dice.

«El genoma de todo el cuerpo es el mismo excepto en las células cancerígenas mutantes que se vuelven inmortales. Ya se ha demostrado que se pueden transformar células de piel en neuronas. No es ciencia ficción, la diferencia es que hay que expresar ciertos genes y desexpresar otros. Es decir, se puede ser joven o viejo con el mismo genoma, y es ahí donde aparecen los genes Yamanaka, según expreses un gen vas a ser joven, adulto, viejo. Es tan solo un reto técnico, porque ya sabemos que se puede rejuvenecer», añade.

Es decir, que a partir de «inyecciones o vacunas que estarán disponibles en 20 o 25 años» (su apuesta es 2045), la gente podrá elegir su nivel de rejuvenecimiento, ya que habrá la pastilla de los 20, los 30 o los 40 años, «aunque según lo estudiado hasta ahora, la mayoría de la gente optará por quedarse entre los 20 y los 30 años».

Tratamientos gratis

Según el desarrollo de este ingeniero del MIT, será la Seguridad Social la que cubrirá el gasto o inversión en esta tecnología. Serán gratis evitando así que la cuestión del fin de la muerte no sea solo para los más pudientes, lo que provocaría «una revolución social». «En 25 años serán gratuitas para todos. En este momento, el 80% del gasto médico se produce en los últimos 5 años de la vida de las personas y, pese a ese gasto, la gente muere. Lo que se hará es invertir ese dinero para que la gente no envejezca y enferme y gaste ese dinero. Cuando la persona no envejezca el dinero va a sobrar», apostilla Cordeiro.

El principal problema es que habrá quienes no quieran dejar de envejecer, «tal es el caso, por ejemplo, de los Amish, que viven anclados en el siglo XVIII y rechazan cualquier tipo de tecnología, así como otros grupos radicales al estilo de los indios Yanomami de Venezuela».

Conocedor de que sus teorías han encontrado numerosos detractores dentro incluso de la comunidad científica, el venezolano sentencia que «no todo el mundo está preparado para estos avances» y que todavía existen muchos «tabúes» al respecto. «Me han llegado a amenazar de muerte, así que lo de que me llamen charlatán no me genera problemas», asevera para cerrar la polémica.

"El tratamiento se realizará a través de vacunas y pastillas que cubrirá la Seguridad Social», afirma Cordeiro
"El tratamiento se realizará a través de vacunas y pastillas que cubrirá la Seguridad Social», afirma CordeiroGonzalo Pérez MataLa Razón

Y lo cierto es que su certeza sobre la inminente inmortalidad y la intervención genética directa provoca ciertas dudas éticas. ¿Hasta qué punto este desafío a la naturaleza cambiaría el concepto del mundo como ahora lo conocemos? ¿Está el planeta preparado para acoger a seres humanos perennes en la superficie terrestre?

«En España, la población lleva 20 años disminuyendo, algo que, hasta ahora, se ha compensado con la inmigración. La población del mundo también se está estabilizando y comenzando a reducirse en muchos países. El Gobierno de China, que también ha publicado mi libro, no puede permitirse que su población caiga y que le sobrepasen países como India o Nigeria, que tendrá más población que China según las previsiones. Japón es un país en vías de extinción, en dos siglos no habrá japoneses. España va a tener menos de la mitad de la población a fin de siglo. Todo esto impulsa la necesidad de la inmortalidad. Además, la tecnología nos permitirá producir más con menos. Pasaremos del mundo de la escasez al de la abundancia», dice con seguridad.

12.000 por «congelar» cerebros

Aunque Cordeiro se resiste a mezclar asuntos, «con el fin del envejecimiento es suficiente», resulta inevitable preguntarle por otra de sus áreas de investigación: la criopreservación, o bien, «el plan b de la inmortalidad», como él apunta. De hecho, el venezolano ha participado en el proceso de criogenización de cuatro españoles. «Yo recomiendo criopreservar solo el cerebro porque el cuerpo será clonable. No es caro, en Rusia cuesta 12.000 euros y 36.000 el cuerpo entero. En Estados Unidos, de 28.000 a 200.000. ¿Para qué querrá la gente su cuerpo viejo y arrugado cuando a partir de 2050 llevemos a cabo su reanimación? Todos preferirán un cuerpo megatrónico que incluso les permita volar», dice a sabiendas de la sorpresa de su interlocutor.

Zúrich tendrá a finales de mes, según confirma Cordeiro, su primer centro de criopreservación de Europa Occidental. Los cuatro españoles criogenizados en nitrógeno líquido a -196 grados Celsius que él trató están en Rusia, Alemania y EE UU, ya que en España en alegal.

De vuelta a la modificación genética para evitar la muerte y el envejecimiento, Cordeiro llevará en junio a un encuentro en Málaga a la «primera mujer rejuvenecida»: «Elizabeth Parris ha recibido inyecciones de telomerasa en 120 partes de su cuerpo y ha rejuvenecido 20 años. Tiene una edad cronológica de 51 años, pero biológica de 30. Todos podrán verla», revela. Prepárense porque si la profecía de este ingeniero se hace realidad, en dos décadas todos seremos una suerte de Benjamin Button ansiosos por recibir el pinchazo de la eternidad.