Campamentos de verano para 28.000 niños en riesgo de pobreza

Se calcula que en torno a las tres cuartas partes de los aprendizajes que ha adquirido una persona adulta a lo largo de su vida son ajenos al sistema educativo; es decir, que proceden de cualquier acción educativa estructurada no escolar, e informal, que es aquella generada a partir de la influencia producida por la inmersión en un entorno o ambiente social. Así pues, el ocio educativo puede ser una herramienta eficaz para empoderar a los menores, promover el cambio y favorecer que se rompa el círculo de la pobreza.

En este sentido, los últimos trabajos desarrollados en este ámbito por el Observatorio CaixaProinfancia -Infancia, Vulnerabilidad y Acción Socioeducativa- ponen de relieve que el acceso a actividades educativas de calidad en el tiempo libre es un factor condicionante de los resultados académicos y el éxito educativo. De hecho, vivir una situación de pobreza y, por lo tanto, experimentar una serie de carencias educativas dentro y fuera de la escuela, incide en el rendimiento escolar, la integración social y el despliegue de las competencias personales, de tal manera los menores en situación de vulnerabilidad tienen mayores dificultades para poder alcanzar el éxito educativo y desarrollar plenamente sus competencias.

Por todo ello, la Fundación «la Caixa» pone en marcha cada verano campamentos, colonias urbanas y centros abiertos en toda España en el marco de su programa CaixaProinfancia con el fin de favorecer que, mediante estas experiencias, menores en riesgo de pobreza o exclusión puedan desarrollar herramientas personales beneficiosas para su éxito educativo. Al respecto, Jordi Longás, miembro de la Dirección Científica del Observatorio CaixaProinfancia, comenta que «el acceso a la escuela es un derecho universal garantizado, pero el acceso a las actividades de tiempo libre no es igual para todos. Para alcanzar el éxito educativo, tan importante es una buena integración escolar como tener acceso a experiencias educativas positivas fuera de la escuela». Marc Simón, subdirector general de la Fundación «la Caixa», indica que «para muchos niños, estas actividades se convierten en sus únicas vacaciones del verano. Por eso es imprescindible lograr que la experiencia sea enriquecedora para que desarrollen sus capacidades y su confianza y así, romper el círculo de la pobreza».

8 millones de euros

Este verano, se prevé que entorno a 28.000 niños participen en estas actividades de ocio educativo de calidad, las cuales son realizadas por más de 320 entidades sociales vinculadas al programa CaixaProinfancia, que destina una partida de 8 millones de euros al despliegue de este proyecto. Éstas giran en torno a temáticas deportivas o psicomotoras, artísticas, lúdicas, sociales, medioambientales o cognitivas, a través de las cuales se trabajan valores como la madurez, la creatividad, la curiosidad, la autoestima o la empatía.

Además, en paralelo, el programa CaixaProinfancia ha diseñado un cuaderno educativo con juegos que ofrecen diversión, pero a la vez ésta va asociada a valores como la empatía, el trabajo en equipo o el altruismo, un contenido que comparte con las entidades sociales con las que colabora. En el marco del proyecto Campamentes conectadas, se recurre a estas actividades digitales para trabajar aspectos educativos como complemento a las acciones realizadas de forma presencial por las propias entidades y esta iniciativa ofrece también recursos para reconocer, expresar y gestionar las emociones.