Opinión
Otra vez las tetas
Estoy harta de que se utilicen tanto nuestras tetas. Para provocar, para reivindicar, para justificar… Ahora, en Cataluña promocionan el topless en las piscinas públicas contra la discriminación. ¿Perdón? Verán, los pechos femeninos no son como los masculinos se ponga como se ponga quien se ponga. Antropológicamente hablando, somos las únicas hembras del reino animal que mantenemos los pechos abultados cuando no tenemos que alimentar a nuestras crías. La naturaleza nos ha dotado con otro juguete sexual. De ahí su morbo. Y que muchas queramos mantenerlo en la intimidad. ¿Qué todo el mundo debería poder hacer topless? Y desnudarse por completo también, claro. Pero, además de la incomodidad que nos supone a algunas desnudar nuestras tetas, es que la «sexualización» de las mismas viene de fábrica. Otra cosa es que el mundo se haya vuelto loco y se piense que hay que tener pechos enormes y de goma para realzar el atractivo femenino; pero el hecho de que tengan una connotación sexual es cosa de la naturaleza, no de los seres humanos. Por eso, precisamente, se hormonan o se extirpan los senos los/las transexuales. Si no aceptamos las diferencias jamás conseguiremos la igualdad. No se trata de que todos seamos iguales, sino de que tengamos los mismos derechos y oportunidades, aunque seamos distintos. En la diversidad está la magia. La justicia está en que se acepte, se respete y se valore. Mis tetas nunca serán iguales que las de un señor con bigote. Y aunque cualquier parte del cuerpo femenino o masculino sirva en las relaciones sexuales, los pechos, más allá de los genitales, son un regalito que nos ha otorgado el universo para jugar. Como siempre mal repartido, todo hay que decirlo. Pero un regalito al fin y al cabo.
✕
Accede a tu cuenta para comentar