Violencia Sexual

Una víctima de abuso sexual infantil crea una red de ayuda a otras mujeres

“Luz Lavanda” quiere concienciar sobre un problema que provoca secuelas en la edad adulta

Marta Parrilla, Alegría en su proyecto "Luz Lavanda"
Marta Parrilla, Alegría en su proyecto "Luz Lavanda"La RazónCedida

Unos 64.000 niños al año sufren abuso sexual y solo el 20% de los casos se conocen. Los agresores a menudo son del entorno más cercano, incluso propios familiares, lo que convierte la vivencia en algo absolutamente traumático. Desgraciadamente la mayoría de los casos no se denuncian y las víctimas tratan de olvidar estos episodios pero acaba repercutiendo en muchos aspectos de la edad adulta y hasta que no afrontan el trauma no pueden comenzar a vivir en paz.

Para acompañar en este complicado proceso Marta P., también llamada “Alegría”, ha creado «Luz Lavanda», una iniciativa que trata de ayudar a mujeres adultas que vivieron abuso sexual en la infancia y que ahora, en la edad adulta, no logran la vida plena que desean. Ella es una de esas víctimas que sufrió abusos por parte de su hermano mayor, ya fallecido, cuando solo tenía 6 años. «Fue algo que me desgarró el alma, fue como si de repente perdiera la inocencia», recuerda.

Romper con todo

«Estuve 20 años sin hablar del tema, sentía culpa y todo degeneró en adicciones, trastornos de la alimentación y relaciones tóxicas», confiesa. Fue con 33 años cuando se dio cuenta de que «había una niña herida dentro de mí» que le había condicionado cada toma de decisiones en su vida.

Ese fue su despertar y comenzó un proceso de «reinvención» en el que este asunto pasaba a ser el centro de su vida precisamente desde la ayuda a mujeres en su misma situación. Dejó su trabajo de ingeniera en una empresa del Ibex 35 y se formó en diferentes tipos de «coaching» para poder acompañar en estos complicados «procesos de sanación».

Ahora no solo acompaña a otras mujeres en sesiones de coaching híperespecializado en estos traumas sino que deriva a otros profesionales si considera que le pueden ayudar mejor porque el problema “tiene muchas patas”. “En solo tres meses se ve un progreso espectacular”, confiesa.

Sentarte con tu agresor cada Navidad

El proceso pasa por diferentes fases y hay veces que la mujer afectada es la primera vez que lo verbaliza. “Muchas veces está en un nivel de conciencia muy bajo y te dicen, mira, no se si lo soñé o ocurrió así”. Lo que es cierto es que a todas les ha marcado en la edad adulta con baja autoestima, problemas de pareja o sexualidad e incluso miedo a represalias si lo destapan. “Muchas mujeres se sientan al lado de su agresor cada Navidad”, recuerda la profesional.

Manipulación infantil

Pero los talleres no solo van dirigidos a víctimas sino a mujeres que temen que le ocurra a sus hijas y charlas en centros para concienciar y que las posibles víctimas sepan que lo que les ocurre no es normal. “Porque muchas veces el agresor manipula y te hace creer que tú lo has provocado. Y cuando eres niño y te dice algo así alguien de tu plena confianza, evidentemente lo crees a pies juntillas”. La iniciativa también tiene como objetivo quitar estigmas y asumir que es un tabú social que se debe combatir. La puede seguir en redes sociales como Instagram (@alegria_luz.lavanda) y también puede ponerse en contacto con ella a través del correo alegria.luzlavanda@gmail.com