Opinión

Rejuvenecerse

Ahora la piel está más seca, agrietada, apergaminada y con arrugas más notables
Ahora la piel está más seca, agrietada, apergaminada y con arrugas más notableslarazon

Tengo una relación amor-odio con la medicina y la cirugía estética. Mis principios y sentido común se niegan a aceptarla. Estoy convencida de que es esencial envejecer con amabilidad hacia nosotros mismos y la naturaleza. No comprendo este afán cultural en que todos parezcamos más jovencitos y más guapos. ¿Para qué? Si todos nos llenamos de botox hasta que no sea posible inyectarse más, todos luciremos sin patas de gallo y nadie destacará por su tersura. Si todas nos atormentamos calzándonos con tacones de aguja, apenas habrá mujeres más altas que otras, solo las que natura otorgo ese don. ¿Para qué entonces establecer hábitos absurdos? Veo a alguna de mis amigas operándose el pecho y dejándoselo impresionantemente erecto y alto, las veo con camisetas de tirantes y tórax estilizado y me oscurezco de envidia mala. Pero luego pienso que para qué sirve eso, aparte de para dejarse unos miles de euros en el bolsillo de una clínica de moda. Algunas no tienen ni quieren pareja, otras, estoy convencida, no dan ni reciben más placer con sus amantes por la dureza falsa de sus globitos nuevos.

El rostro sí que me mata de envidia. Ojos sin párpados caídos, labios dibujados, ojeras sutiles, pómulos revoltosos, surcos de marioneta alegres… Sí, me digo, pero cuánto les va a durar. Porque nuestro cuerpo sigue envejeciendo cada año de forma más rápida y polvo somos y en polvo nos convertiremos. ¿No es patético luchar contra la definitiva realidad? Es una batalla perdida. Pero me miro al espejo y, como hacia mi madre, me estiro la carita arrugada hacia arriba y percibo el efímero milagro. ¿Y esto se podrá hacer por poco dinero? No, sin duda. Y tuerzo el rostro hacia mi lado tierno en el que se nota menos el surco. Y me digo, a ver, Palomita, la juventud está en la actitud, en la curiosidad, en el amor propio. Preocúpate por el dolor de huesos y la pérdida de memoria. Lo demás es cuento.