COP27

Las negociaciones de la Cumbre del Clima buscan un acuerdo «in extremis»

Ultimátum de la UE para que se respete el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5º

Activistas muestran pancartas en defensa de acuerdos contra el cambio climático en Egipto
Activistas muestran pancartas en defensa de acuerdos contra el cambio climático en EgiptoDPA vía Europa PressDPA vía Europa Press

Las presiones para alcanzar un acuerdo en la Cumbre del Clima de Egipto han aumentado durante el día de hoy, y la posibilidad de llegar a un acuerdo de última hora está próximo.

Las divergencias han crecido en la mañana de hoy, cuando la Presidencia egipcia de la COP27 ha lanzado una nueva propuesta en la que ha planteado aplazar hasta 2023 la creación de un fondo o mecanismo para financiar las pérdidas y daños provocadas por el cambio climático en países en desarrollo.

Tras entrar ya en tiempo de prórroga, puesto que inicialmente estaba previsto que concluyera el pasado viernes, la Cumbre del Clima se adentró en su recta final después de que la Unión Europea (UE) haya amenazado con abandonar la conferencia si no se mantiene el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 grados respecto a los niveles preindustriales.

El presidente de la COP27, Sameh Shoukry, ha presentado un nuevo texto que propone «tomar nota» en 2022 de la voluntad de establecer el mecanismo financiero para las pérdidas y daños y que invita a las partes a seguir negociando durante la primavera de 2023.

En este sentido, la UE ha señalado que «quiere un resultado positivo, pero no aceptaremos un resultado a cualquier precio», ha declarado ante los periodistas Frans Timmermans, jefe de la delegación de la UE, quien ha añadido: «Todos los ministros están preparados para marcharse si no conseguimos un buen resultado».

La vicepresidenta española para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha denunciado que «aparentemente» lo que ha propuesto la presidencia egipcia de la COP27 es una reducción y ralentización de la lucha contra el cambio climático de la que «Europa no puede ser cómplice», ha aseverado. «Nunca nos hemos encontrado con una Presidencia que estuviera propugnando una contención del avance en la lucha contra el cambio climático», ha criticado la vicepresidenta.

Ribera ha estimado que el acuerdo podría alcanzarse esta noche, pero ha avisado de que esto dependerá de los textos concretos y las reacciones en un plenario durante la tarde o «cuánto está sesgado» el presidente de la COP «en una dirección» que puede generar una «gran dificultad» para lograr el consenso.

No obstante, según han confiado a un pequeño grupo de periodistas fuentes europeas en la cumbre del clima de la ONU en Sharm el Sheij, la polémica en torno a quién deberá aportar dinero al fondo de pérdidas y daños y quién se beneficiará de esas ayudas para reparar los impactos del calentamiento está más cerca de favorecer la postura de la UE, informa Efe.

El segundo borrador de decisión final de la Cumbre del Clima mantiene lo acordado en la COP26 Glasgow (Reino Unido), en el sentido de que anima a acelerar los esfuerzos para «la eliminación gradual de la energía del carbón», con lo que deja fuera el petróleo y el gas, y «la eliminación de los subsidios ineficientes a los combustibles fósiles».

Ese texto rebaja la ambición climática respecto al primer borrador de decisión final en el sentido de que para limitar el calentamiento global a 1,5 grados son necesarias «reducciones rápidas, profundas y sostenidas» de las emisiones netas globales de gases de efecto invernadero en un 43% para 2030 con respecto al nivel de 2019, dos puntos porcentuales menos que en el documento distribuido el pasado jueves.

No obstante, solicita a los países que consideren adoptar medidas adicionales para reducir las emisiones de metano con vistas a 2030 y, a los que no hayan actualizado sus compromisos, que «revisen y refuercen» con nuevos planes nacionales climáticos a finales del año 2023.

Además, apunta que la actual crisis energética mundial derivada de la invasión rusa en Ucrania supone «transformar rápidamente los sistemas energéticos para que sean más seguros, fiables y resilientes» con una transición más rápida hacia las energías renovables a lo largo de esta década.