Salud
El 75% de los niños muertos por Covid-19 sufría patologías previas
Un nuevo estudio en Reino Unido revela que todos fallecieron en los 100 días posteriores a su infección
La huella de la pandemia de Covid-19 se ha centrado en ciertos sectores de la población, particularmente en aquellos más afectados: quienes tenían patologías previas y los mayores de 60. Sin embargo, son pocos los estudios que han abordado el tema de las muertes pediátricas, es decir, en aquellos menores de 17 años.
A nivel global se habla de cifras cercanas a las 6,5 millones de muertes por Covid; de ellas, apenas un 0,4%, según datos de Unicef, corresponden a menores de 20 años. La proporción es muy similar a nivel de España.
De hecho, de acuerdo tanto con la Sociedad Española de Infectología Pediátrica (SEIP) como de la Sociedad Española de Cuidados Intensivos Pediátricos (SECIP) «los niños continúan en su mayor parte a salvo del peor resultado de la pandemia, particularmente en comparación con los adultos mayores que han sido mucho más afectados». Ambas sociedades hablan de 7 muertes provocadas por el virus en el último año.
Aún así, Unicef sostiene que pese a que «la evidencia disponible indica que el impacto directo de la Covid-19 en la mortalidad infantil, adolescente y juvenil es limitada, existe la preocupación de que los efectos indirectos de la pandemia sobre la mortalidad en estos grupos derivados de los sistemas de salud sobrecargados, la pérdida de ingresos familiares y las interrupciones en la búsqueda de atención y las intervenciones preventivas como la vacunación puedan ser más sustanciales».
Así, las muertes pediátricas debidas a la Covid-19 son raras, y debido a que la infección tiende a ser leve en niños y jóvenes en comparación con los adultos, puede ser un desafío evaluar la gravedad de la esta enfermedad y la causa de muerte para aquellos con condiciones de salud subyacentes graves. Además, debido a que la muerte por Covid-19 es tan poco común entre los niños, existen datos limitados para examinar tales muertes a nivel de población.
Con el objetivo de analizar en mayor profundidad este impacto, un equipo liderado por la española Marta Bertrán Pérez Hickman, actualmente en la Agencia de Seguridad de la Salud del Reino Unido, realizaron un estudio que evalúa el riesgo de muerte por Covid-19 en niños y jóvenes.
Para mejorar la comprensión de las muertes pediátricas por Covid-19 y qué factores podrían estar relacionados con un mayor riesgo de muerte, el equipo de Bertrán analizó datos detallados de todas las personas menores de 20 años en Inglaterra que murieron dentro de los 100 días posteriores a que se confirmase su infección. Los datos se obtuvieron entre marzo de 2020 y diciembre de 2021.
Los resultados, publicados en Plos Medicine, mostraron que de 185 muertes totales en menores (un 1,2% del total), 81 se debieron a Covid-19. De estas, el 75% tenía condiciones de salud subyacentes, principalmente neurodiscapacidad severa y condiciones que involucraban un sistema inmunológico comprometido. La mitad de las muertes por Covid-19 ocurrieron dentro de los siete días posteriores a la infección y la mayoría dentro de los 30 días posteriores a la infección.
Estos hallazgos confirman que la muerte por Covid-19 sigue siendo rara en niños y jóvenes, incluso cuando surgieron las nuevas variantes del virus. Los resultados también destacan qué niños podrían correr un mayor riesgo de muerte por Covid-19, lo que podría ayudar a informar a los padres, médicos y legisladores sobre la prevención a través de la vacunación, por ejemplo, y la búsqueda de un tratamiento temprano.
Entre los detalles importantes que señalan los autores, destacan que el estudio enfatiza la necesidad de una revisión detallada de los casos individuales para monitorear de manera colaborativa los resultados raros de Covid-19 en los niños.
Es decir, aprovechando que se trata de un número tan bajo de casos, el análisis de los detalles de cada individuo es fundamental para dictaminar las verdaderas causas. El equipo de Marta Bertrán también señala que el período en el que se llevó a cabo el análisis fue anterior a la aparición de la variante Omicron, que ahora es la predominante en las infecciones a nivel global.
También hay que tener en cuenta que estos datos se limitan a Inglaterra y aunque a nivel europeo los porcentajes son muy similares, extrapolarlo a lo global es complejo: Unicef destaca que si bien se ha obtenido información de las muertes en unos 114 países, apenas 78 han aportado información dividida por edades y que en regiones como África o ciertas zonas de Asia, es muy complicado saber las causas precisas de muerte.
“Nuestra vigilancia nacional en Inglaterra – explica el coautor Shamez Ladhani – continúa mostrando un riesgo muy bajo de muerte debido a COVID-19 en niños y adolescentes, y la mayoría de las muertes ocurren en aquellos con una condición subyacente múltiple y que limita la vida”. Lo que no se sabe aún, porque solo se analizaron los casos mortales, es el porcentaje de menores con enfermedades de riesgo que se infectaron con SARS-CoV 2 y pudieron atravesar la enfermedad.
Un dato que también permitiría evaluar el riesgo no solo en la población pediátrica sana, sino también en aquellos con un pronóstico de mayor cuidado. Este último conocimiento permitiría estar alerta a los casos y tomar medidas preventivas específicas para cada situación con el objetivo de reducir aún más los riesgos.
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