Tabaquismo
Los e-cigarrillos ¿son útiles para dejar de fumar?
Aunque vapear no es inocuo, la evidencia científica muestra que representa un riesgo mucho menor –5%– al del tabaco tradicional de combustión
En 2019, casi 8 millones de personas murieron en el mundo a causa del tabaquismo. Un problema que muchos países –como Reino Unido, Nueva Zelanda, Noruega, entre otros– están abordando con la seriedad y el realismo que requiere.
Para los adultos que quieren dejar de fumar, los cigarrillos electrónicos se han convertido en una opción común. Funcionan calentando un líquido que suele contener nicotina en un aerosol que luego se inhala. El líquido básico suele ser una mezcla de agua, glicerina y propilenglicol. Se le añaden varios aromas o aditivos para crear un sabor específico. Muchos ingredientes están reconocidos por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) como seguros para su uso en la industria alimentaria.
Su principal ventaja como método para abandonar el hábito de fumar es que pueden seguir saciando la adicción a la nicotina, pero lo hacen sin quemar tabaco, que produce un humo dañino para los pulmones y posiblemente provocacáncer de pulmón, enfisema y otros problemas pulmonares, según el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos y otras muchas instituciones.
“La nicotina es perjudicial porque perpetúa la adicción al tabaco”, explicó Jamie Hartmann-Boyce, profesora adjunta de políticas y prácticas basadas en evidencia de la Universidad de Oxford e integrante del Grupo Cochrane de Adicción al Tabaco en el E-CIG Summit, celebrado en Londres hace unos dias.
Sin embargo, Hartmann-Boyce afirma que no es la que causa el tipo de daño pulmonar que provoca cáncer y otros problemas. Lo cual no significa que los cigarrillos electrónicos sean totalmente seguros. La nicotina es muy adictiva y puede afectar el desarrollo cerebral de adolescentes y adultos jóvenes. También resulta tóxica para los fetos en desarrollo y no es segura para las embarazadas, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por su siglas en inglés).
Menos componentes tóxicos
Sin embargo, representan un riesgo mucho menor al del tabaco tradicional de combustión. «En usuarios de vapeadores se observa que hay menos componentes tóxicos en el cuerpo en comparación con los fumadores. También los usuarios de estas nuevas alternativas tienen menor exposición a los carcinógenos o a los tóxicos relacionados con enfermedades respiratorias y cardiovasculares», destacó Debbie Ronson, profesora titular de Reducción de Daños del Tabaco del Centro Nacional de Adicciones (Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia de Reino Unido)
«La población fuma por la nicotina, pero muere por el humo en combustión. Sabemos que los cigarrillos electrónicos son menos dañinos por todos los datos de biomarcadores», añadió.
«Nuestros 78 estudios, que representan a un total de 22.052 participantes, han concluido que existe evidencia alta sobre el aumento en las tasas de abandono del tabaco cuando se usan los cigarrillos electrónicos con nicotina en comparación con el tratamiento de reemplazo de nicotina (TRN), y sugieren que estos dispositivos pueden ayudar a dejar de fumar durante al menos seis meses. También se descubrieron evidencias de que aumentan las tasas de abandono en comparación con los cigarrillos electrónicos sin nicotina», añadió en su intervención.
Frente a los países y gobiernos que «demonizan» esta fórmula para ayudar a los fumadores a dejar de fumar, Alan Boobis, Catedrático emérito de Toxicología y presidente del Comité de Toxicidad del Reino Unido en el Imperial College de Londres explicó que «ha habido muchas iniciativas durante los años, y parece ser que una de las más eficaces es ofrecer a los usuarios nuevas formas de consumir nicotina de forma menos dañina. Los fumadores necesitan una alternativa que sea similar a la sensación del tabaco cuando libera la nicotina, y el sistema que aparentemente puede equipararse son los cigarrillos electrónicos».
Incluso el uso ocasional de cigarrillos electrónicos puede tener algunos beneficios. En un estudio publicado en 2021, Foulds y sus colegas hallaron que los fumadores que remplazaron parte de su consumo de tabaco convencional con cigarrillos electrónicos altos en nicotina redujeron su consumo de tabaco a casi la mitad en 24 semanas, y también su exposición a toxinas asociadas con el humo del tabaco.
En opinión de Hartmann-Boyce, dado que los cigarrillos electrónicos son aún una tecnología nueva, es complicado saber qué niveles de nicotina en son los mejores cuando se trata de ayudar a la gente a dejar de fumar tabaco.
El dilema de los sabores
Hace apenas un mes Bruselas empezó a aplicar la prohibición del tabaco con sabor para el tabaco calentado, si bien los Estados miembros disponen aún de 11 meses para adaptar su legislación hasta que esos productos queden totalmente excluidos del mercado común. Esta nueva ley no afecta a los dispositivos de vapeo, ni limita sus opciones de sabores.
Sin embargo, algunos expertos presentes en el ECIG Summit expusieron que los sabores son un componente imprescindible en la reducción del daño en el tabaquismo. «Los estudios nos dicen que, por experiencia de la mayoría de los consumidores que cambian a los cigarrillos electrónicos y dejan el tabaco tradicional, sin los sabores no habrían hecho el cambio hacia estas alternativas menos dañinas», destacó Jasmine Khouja, investigadora senior de la Universidad de Bristol.
Reino Unido, un ejemplo de éxito
2030 es la fecha que se ha marcado Gran Bretaña para convertirse en un país libre de humo. Para ello, además de continuar apoyando las políticas de cesación y prevención, ha decidido apostar también por la reducción de daños.
Se trata de una apuesta basada en la evidencia científica que proporcionaban tanto su Agencia de Salud Pública como un informe del Real Colegio de Médicos, que apunta que el cigarrillo electrónico ha tenido un papel clave en la caída de las tasas de tabaquismo. «A nivel gubernamental se debe dar información relevante y honesta sobre este tipo de alternativas y su impacto positivo en la salud pública, y poner en marcha una página sobre los beneficios y verdades acerca de los cigarrillos electrónicos», señaló en el encuentro Rosa O´Connor, directora de Adicciones e Inclusión de la Oficina para la Mejora de la Salud y las Disparidades (OHID).
Entre los objetivos principales del departamento que lidera se encuentran el de maximizar las oportunidades para que los fumadores cambien a estas alternativas más seguras y prevenir que los no fumadores y los jóvenes adquieran estos productos.
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