Urgencia

¿Qué razas caninas son las más proclives a sufrir una torsión gástrica?

Es una emergencia veterinaria muy frecuente y -además- con una mortalidad altísima (se sitúa en torno al 35%)

Perro en el veterinario.
Perro en el veterinario.dreamstime.

La torsión gástrica es un cuadro de urgencia en el que el estómago del perro se gira sobre su propio eje. Al retorcerse, se cierran tanto la boca superior como inferior del estómago, impidiendo el paso de alimentos, gases o líquidos. Además, durante el proceso también pueden quedar aplastados los vasos sanguíneos de la zona, lo que puede degenerar en un estado de choque que provoque el fallecimiento del animal… algo que es -tristemente- muy frecuente. Estamos hablando de que la mortalidad se sitúa aproximadamente en el 35% de los casos… y eso si el animal ha sido atendido por un profesional veterinario.

Si vemos a nuestro perro olisquear, o peor, lamer a una procesionaria, necesitamos llevarlo al veterinario urgentemente | Fuente: Dreamstime
Si vemos a nuestro perro olisquear, o peor, lamer a una procesionaria, necesitamos llevarlo al veterinario urgentemente | Fuente: DreamstimeDreamstime

¿Está mi perro sufriendo una torsión abdominal?

La sintomatología comienza de una forma súbita. El animal empieza a sufrirlos de golpe y sin ningún preaviso. Por eso es importante que sepamos muy bien cómo identificar si nuestro perro está sufriendo un posible caso de torsión gástrica y -sobre todo- que sepamos cómo debemos reaccionar en esta situación tan crítica. Los síntomas son los siguientes:

  • ­­Abdomen anormalmente hinchado y dolor
  • ­El animal sufre lo que se conoce como arcadas improductivas, que consisten en que quiere vomitar pero no puede.
  • ­­Sufre vómitos espumosos, que a veces vienen acompañados de sangre.
  • ­­El animal saliva de golpe mucho más de lo normal
  • ­­El perro se muestra muy agitado e inquieto. Aumenta tanto el ritmo la respiración como el ritmo cardiaco. También es posible que presente arritmias.
  • ­­Es muy común que presente disnea, que es la dificultad para respirar; que suele venir acompañado de bastante sobreesfuerzo
  • La piel del interior de la boca se torna de un color rojo muy intenso, lo que indica un inusitado aumento del riego sanguíneo.
  • Debilidad, depresión y falta de apetito

Como ya hemos explicado, si observamos estos síntomas de una forma más o menos evidente en nuestro perro, es imperativo que lo llevemos cuanto antes al veterinario. Una vez allí, el veterinario, con su dilatada experiencia, podrá ser mucho más preciso con el diagnóstico de lo que podemos serlo nosotros tras haber leído este artículo. Además, el también tiene a su disposición la posibilidad de realizar una radiografía abdominal que confirme el diagnóstico.

Veterinario haciendo un chequeo a un perro
Veterinario haciendo un chequeo a un perrowww.delightimages.com

Como ya hemos explicado, si observamos estos síntomas de una forma más o menos evidente en nuestro perro, es imperativo que lo llevemos cuanto antes al veterinario. Una vez allí, el veterinario, con su dilatada experiencia, podrá ser mucho más preciso con el diagnóstico de lo que podemos serlo nosotros tras haber leído este artículo. Además, el también tiene a su disposición la posibilidad de realizar una radiografía abdominal que confirme el diagnóstico.

En el caso de que -efectivamente- el animal esté sufriendo una torsión gástrica, el veterinario realizará una gastroplexia, un tratamiento quirúrgico de urgencia con el que tratará de recolocar el estómago en su posición original. Después de la operación el perro todavía no está fuera de peligro. Así que debe permanecer en observación durante unos tres días (puede que más).

¿Se puede prevenir?

Aunque cualquier perro puede sufrir esta emergencia, hay algunos factores de riesgo que lo hacen más probable en algunos animales que en otros. Tristemente, hay algunas de estas circunstancias sobre las que no tenemos ningún control. La primera de ellas es la raza. En este sentido, aquellas razas que con más frecuencia padecen la torsión gástrica son las razas más grandes y con el pecho más ancho y profundo; como el Gran Danés, el San Bernardo, el Braco de Weimar, el Pastor Alemán, el Doberman o el Setter Irlandés.

Perro de raza Gran Danés
Perro de raza Gran DanéslarazonImagen de Martin Tajmr en Pixabay

En estas razas los ligamentos del estómago suelen estar más distendidos, por lo que el riesgo de torsión es mayor. Otro de los factores de riesgo sobre el que no tenemos ningún control es el de la edad, porque -de acuerdo con los datos estadísticos- es más frecuente que se de la torsión gástrica en perros de entre 5 y 8 años. Algunos expertos sostienen que existen otros factores más extraños, como caídas en la presión atmosférica, también podrían llegar a tener su impacto.

La verdad es que todavía hay muchos interrogantes sin responder sobre las posibles causas que pueden estar detrás de la torsión gástrica. Uno de ellos es si la dilatación del estómago que siempre sobreviene en estos casos se produce como causa o como consecuencia de la torsión del mismo. Es decir, no se sabe si el estómago se hincha una vez que la torsión ha pinzado ambos extremos del estómago… o si es el aumento del tamaño del estómago lo que provoca la torsión.

No obstante, hay razones para pensar que la torsión gástrica se da con mayor frecuencia cuando el animal ingiere grandes volúmenes de agua, comida y/o aire… y después hace ejercicio físico intenso. Por eso es aconsejable que dividamos la ración diaria del perro en varias tomas, para que coma dos o tres veces al día… en vez de una sola. Y que espaciemos un poco la comida y el ejercicio físico. Otra buena idea es controlar también que el animal no beba mucha cantidad de agua de golpe… sobre todo cuando acaba de realizar un ejercicio físico intenso.

Perro comiendo
Perro comiendoDreamstimeDreamstime

Evidentemente, todas estas recomendaciones son mucho más necesarias en el caso de aquellas razas más vulnerablesy en el rango de edad de entre los 5 a los 8 años. Algo que suele ser recomendable en algunas razas especialmente susceptibles de sufrir una torsión gástrica, como el Gran Danés, es la gastropexia preventiva; una intervención quirúrgica consistente en la unión del estómago a la pared abdominal.