Alimentación saludable
Un 21% de jóvenes de entre 15 y 19 años realiza dieta de adelgazamiento
“Verse mejor” y “sentirse más saludable” son los principales motivos que empujan los adolescentes a someterse a un régimen
La evidencia científica ha confirmado en innumerables ocasiones que las pautas de alimentaciónde la población juvenil están bastante alejadas de los patrones recomendados para su franja de edad. En general, lo sabroso ha estado primando durante años sobre cualquier otra variable y, junto a factores como el tiempo, la comodidad o el precio, forma el cóctel perfecto para que un alimento se incluya entre los favoritos de nuestros jóvenes. Poca efectividad han tenido las incansables advertencias de los profesionales sanitarios sobre las consecuencias para la salud de una mala alimentación, o las medidas implementadas por la administración para contener el sobrepeso o la obesidad, problemas que, actualmente, afectan a un 24,7% de los jóvenes de entre 16 y 30 años.
La tendencia parece haber cambiado tras la pandemia y con la consolidación de las redes sociales. Las nuevas generaciones se interesan cada vez más por productos de alimentación y bebidas saludables, éticos, sostenibles y también “instagrameables”. Quieren “sentirse más saludables”; sin embargo, adoptan medidas dietéticas sin la recomendación o el seguimiento necesario por parte de profesionales sanitarios.
Según una de las conclusiones destacadas del III Barómetro Juvenil. Salud y Bienestar, elaborado por la Fundación FAD Juventud y la Fundación Mutua Madrileña en 2021, a partir de las respuestas a un panel online de 1.500 jóvenes, el 21% de los adolescentes de entre 15 y 19 años sigue un plan para adelgazar actualmente y, por primera vez, hay más hombre que mujeres haciendo régimen. En su caso, por razones de salud frente a los motivos estéticos que argumentan las mujeres.
El informe permite comparar los datos con respecto a 2019. Así, se extrae que, en la actualidad, un 18,9% de la población joven (15 a 29 años) se somete a una dieta de adelgazamiento, una cuestión en la que se aprecia cierta tendencia al alza desde 2017, cuando solo un 11,1% declaraba hacer dieta, y que ha crecido ligeramente desde antes de la pandemia (con un 17,2% de los jóvenes sometiéndose a dieta en 2019).
Más hombres a dieta
Según la Fundación Mutua Madrileña, en los dos anteriores barómetros ha habido más mujeres que hombres que confiesan hacer dieta, sin apenas diferencias en 2017 (menos de un punto porcentual por encima las mujeres) y con algo más de distancia en 2019 (4,7 puntos por encima las mujeres). Sin embargo, por primera vez, se observa un mayor porcentaje de realización de dietas entre los chicos, con 19,2% frente al 18,4% de mujeres (0,8 p.p. por encima los hombres). Entonces, en la actualidad, se observa un aumento de dietas entre los hombres, pero un estancamiento y ligero retroceso entre las mujeres.
Los motivos para realizar una dieta se reparten entre la estética y la salud. Los motivos estéticos (verse mejor) son más frecuentes entre las mujeres (el 64,2% de ellas los señalan, frente al 50,6% de ellos) mientras que los motivos de salud (sentirse más saludable) son más frecuentes entre ellos (los indica el 57% de hombres y el 53,1% de mujeres). Además, uno de cada diez realiza dietas por indicación médica y un 3,5% lo hace por gustar a su pareja.
En cuanto a edades, es más significativo el aumento de la realización de dietas en la población más joven (15-19 años) respecto a 2017 y 2019. Entre adolescentes las dietas crecen de forma intensa en todo el periodo estudiado: 1 de cada 5 (21%) realiza alguna dieta en el momento actual, cuando en 2017 no llegaba a 1 de cada 10. En el caso del grupo de 15 a 19 años, hay un 60,2% que realiza dieta para verse mejor estéticamente y un 50,2% que lo hace por salud, mientras que en el caso del grupo de 25 a 29 años estos porcentajes invierten la tendencia, un 56,5% de este grupo hace dieta por motivos estéticos y un 60,7% para sentirse más saludable.
Alimentación saludable
La adolescencia es una de las etapas más complejas para el ser humano debido a los cambios fisiológicos, psicológicos, intelectuales y sociológicos que se producen. Por ello, Beatriz Martín Padura, directora general de la FAD, manifiesta su precaución ante los datos del Barómetro: “Se trata de una etapa en la que te sientes más expuesto a las opiniones de los demás. Si esa sensación de exposición te lleva a tomar acciones sobre tu cuerpo, deberíamos poder hacer mayor seguimiento de los motivos”.
Ana Moráis, pediatra de la Unidad de Nutrición Infantil del Hospital La Paz (Madrid) y miembro de la Sociedad Española de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica, también interpreta estos datos con precaución: “Debemos aprovechar esta preocupación por sentirse más sano y promocionar las dietas saludables, ajustadas a las necesidades nutricionales y grado de actividad de cada individuo. De esta forma, la dieta contribuirá a un estado nutricional adecuado. Porque en cualquier grupo de edad pueden recomendarse hábitos de alimentación saludables, que servirán tanto a los individuos con sobrepeso u obesidad como a aquellos con estado nutricional óptimo”. Según la especialista, al hacer dieta específicamente para perder peso, tanto en edades tempranas como a cualquier edad, “se corre el riesgo de producir desequilibrios en la ingesta que puedan conducir a deficiencias específicas de nutrientes. Además, en la infancia y adolescencia, etapas caracterizadas por el crecimiento y desarrollo del individuo, estos procesos pueden verse influenciados negativamente por una ingesta insuficiente o inadecuada”.
La doctora propone las pautas de alimentación recomendables para el rango de edad que va de los 15 a los 19 años: “Procurar un horario regular de comidas, con 4 o 5 ingestas al día, sin saltarse el desayuno. Tomar fruta o verdura varias veces al día (al menos una de las dos en todas las comidas). Evitar el picoteo entre comidas, especialmente alimentos que contribuyan a un exceso de sal, azúcares libres o grasas poco saludables. Consumir con regularidad alimentos ricos en hidratos de carbono complejos (legumbres, arroz, pasta, otros alimentos a base de cereales). Asegurar una ingesta adecuada de proteínas, bien consumiendo cantidades moderadas de alimentos de origen animal o, en caso de que éstos no se consuman, garantizando una adecuada cantidad y variedad de alimentos vegetales que aporten proteínas. Alternar el consumo de pescado blanco y azul y, en las carnes, optar preferiblemente por las de menor contenido graso. Generalmente en este grupo de edad también se aconseja la ingesta de 2 raciones de lácteos al día que no contengan azúcares añadidos. Utilizar aceite preferentemente de oliva para cocinar y aderezar. Consumir agua como bebida fundamental, restringiendo zumos, refrescos y evitando completamente las bebidas alcohólicas”, apunta.
Según los expertos, las recomendaciones sobre alimentación son inseparables de otras medidas, como educar a los niños y adolescentes sobre hábitos saludables, promover una actividad física adecuada a su edad, evitar el sedentarismo, promover una imagen corporal adecuada y desarrollar el pensamiento crítico con respecto a costumbres sociales, publicidad sobre alimentos, consumo de alcohol, tabaco u otras sustancias y otros factores ambientales que puedan tener repercusión sobre los estilos de vida.
Desciende la preocupación por la imagen
Pese a este aumento de las dietas de adelgazamiento, el III Barómetro constata que, desde 2019, se ha producido un ligero descenso de la población joven que se preocupa bastante por su imagen externa. La variación es significativamente más elevada en el caso de los hombres pasando del 23% en 2019 al 15,5% en el último dato de 2021. También se nota un mayor descenso de la preocupación en la franja etaria de los mayores, quienes están entre 25 y 29.
Aunque las chicas jóvenes también muestran algo menos de preocupación, la diferencia entre ellas y ellos es grande, especialmente ahora, con más de doce puntos porcentuales de diferencia: un 27,7% declara estar bastante preocupada por su imagen externa, por lo que las y los demás piensan de ellas, más de 1 de cada 4.
Históricamente, entre 2017 y 2019 aumentó significativamente la preocupación por la imagen externa, especialmente entre los hombres, si bien entre 2019 y 2021 se ha reducido, situándose en valores ligeramente superiores a los de 2017.
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