Consejos de la DGT para conducir de forma segura mientras que dure el temporal

La lluvia, la nieve, el viento y el hielo pueden comprometer muy seriamente nuestra seguridad en la carretera. La visibilidad es peor, la adherencia del neumático es peor y las condiciones para conducir -en general- son peores. Y los conductores tenemos la obligación de adaptarnos tanto mental como materialmente a estas circunstancias para no ponernos en peligro a nosotros, a los pasajeros de nuestro vehículo y al resto de usuarios de la vía. Y si no estamos preparados para conducir bajo estas condiciones adversas, nuestra obligación es detener inmediatamente el vehículo, ya sea en la calzada o en alguna zona de servicio.

Desde el periódico LA RAZÓN le ofrecemos una serie de recomendaciones que debería seguir si quiere estar preparado para conducir bajo estas circunstancias adversas:

Consejos para conducir bajo condiciones climáticas adversas

A nadie le sorprenderá que el primer consejo sea que si quieres evitar encontrarte en una posición como esta, lo mejor que puedes hacer es ser precavido y consultar las previsiones meteorológicas... antes de comenzar el viaje. Puede obtener información de la web o de la cuenta de Twitter de la Agencia Estatal de Meteorología o de Protección Civil o el 112. Sin olvidar otros medios tradicionales, como la radio o la televisión. En este sentido, la DGT recomienda que si hay nieve en la carretera lo mejor es aplazar el viaje hasta que mejores el tiempo.

Y si las condiciones de la carretera no son perfectas, pero -aún así- decide circular, procure al menos hacerlo de día y acompañado. Sobre todo si se trata de un viaje largo. Tenga en cuenta que podrá manejar mejor cualquier imprevisto o accidente si tiene a alguien a su lado que le asista.

Procure también llevar en el vehículo todo lo que necesitaría para enfrentarse a una situación como esta; lo que incluye una radio, cadenas, pala, cuerda, linterna, ropa de abrigo, manta y alimentos no perecederos ricos en calorías. Tenga en cuenta que un temporal como el que se está sufriendo en muchos puntos de nuestra geografía, podría sorprenderle estando lejos de alguna localidad. Y si este es el caso, debe detener el vehículo y permanecer dentro del coche hasta que pase. Lo que puede alargarse bastante.

Si se encuentra en una situación como esta, querrá mantener el coche en marcha y la calefacción puesta. Y puede hacerlo, pero recuerde abrir un poco la ventana de vez en cuando para que el aire circule un poco para evitar posibles intoxicaciones. Procure también mantenerse despierto y mantener libre de nieve el tubo de escape.

Y de la misma forma que debe estar preparado para lidiar con cualquier situación de emergencia, también debe ser lo suficientemente cauto como para pasar por la gasolinera más cercana antes de iniciar el viaje y asegurarse de que el depósito del vehículo está lleno. Imagínese quedarse sin combustible en medio de un temporal.

Por lo mismo, haga una revisión completa de frenos, ruedas y sistema de alumbrado. Preste atención también al líquido refrigerante/anticongelante, asegurándose de que lo ha cambiado recientemente. Tenga en cuenta que se trata de un fluido que debemos cambiar cada 60.000 Km o cada 3 años. Por eso, si su coche ya ha pasado o se está acercando a esta coyuntura, quizás sea el momento de buscar un líquido refrigerante de buena calidad.

Esto también nos evitará el mal trago de que se congele el líquido del circuito de refrigeración. Suele ocurrir con temperaturas muy extremas (a partir de los -10º). Pero si ocurre, aumentará su volumen y podría reventar las partes internas del motor, manguitos…Es decir, que es una avería cara.

Recuerde prestar especial atención atención al hielo en los puertos de montaña, los puentes, los pasos subterráneos, las zonas sombrías y cuando conduzcas por la noche (que es cuando más se forman). Las placas de hielo apenas se ven y a menos de tres grados es muy común que aparezcan en la calzada. Al pasar por encima de una placa de hielo, hay que poner marchas largas, sujetar el volante con firmeza, evitar hacer maniobras bruscas, levantar el pie del acelerador y frenar suavemente.

Y en el caso de conducir con nieve, recuerde que la Dirección General de Tráfico, exige el uso de cadenas o neumáticos de invierno de forma obligatoria cada vez que un conductor se dirija hacia zonas de montaña o lugares en los que hay presencia de nieve. Conducir sobre hielo o nieve sin cadenas puede provocar la pérdida de adherencia y, en consecuencia, la pérdida de la dirección y de los frenos. “Nos arriesgamos a dejar de tener el control sobre el el vehículo y a no poder reaccionar correctamente ante cualquier imprevisto”, afirma la DGT.

Las cadenas se colocan en las ruedas motrices, es decir, aquellas que reciben la fuerza del motor y con ellas se aconseja no circular a más de 50 km/h. La DGT publicó el año pasado un vídeo explicativo en su cuenta de Twitter muy útil para conocer cómo colocar las cadenas en las ruedas. Además, se recomienda consultar las recomendaciones del fabricante y no saltarse ningún punto importante.

Recuerde también que existe un código de colores que regula la circulación en función del estado de la calzada por la nieve:

Verde: se muestra cuando comienza a nevar. Se prohíbe pasar de 100 km/h en autovías y autopistas y 80 km/h en el resto de vías, los camiones deben circular por el carril derecho y hay que evitar puesto de montaña.

Amarillo: se muestra cuando la calzada está parcialmente cubierta. Se prohíbe la circulación de camiones, turismos y autobuses no pueden pasar de 60 km/h y en curvas y descensos hay que reducir aún mas la velocidad.

Rojo: se muestra cuando la carretera está cubierta de nieve. Se prohíbe circular a camiones, autobuses y vehículos articulados y solo se permite circular con cadenas o neumáticos de invierno.

Negro: se muestra cuando hay mucho espesor. Significa que la carretera está cerrada, se prohíbe la circulación y existe riesgo de quedarse inmovilizado.