Estudio

Las dos provincias españolas con menor tasa de suicidio

De las 50, más de la mitad (27) sobrepasan la media de mortalidad mundial por esta causa (9 por cada 100.00 habitantes) establecida por la Organización Mundial de la Salud

Tasa de mortalidad por suicidio en España en 2021
Tasa de mortalidad por suicidio en España en 2021Tania Nieto

El suicidio ha pasado de ser un tema tabú a ser una prioridad- al menos de cara a la galería- en la agenda política de nuestro país. Y es que las cifras de 2020 (3.941 personas) y 2021 (4.003, un 4% más que en 2019) no dejan lugar a dudas: la pandemia ha afectado de manera negativa a este problema de salud pública. Y, aunque aún no se han hecho públicos los datos oficiales de las personas que se quitaron la vida en 2022, ya se sabe que fueron 2.015 en los primeros seis meses, un 5,1% más que en el mismo semestre de 2021.

Pese a que la mortalidad por esta causa inició un periodo de crecimiento a partir de 2018 (año en la que comienza un ciclo de aumento en la serie de 2000-2021), no fue hasta el primer año de la crisis sanitaria cuando saltó la voz de alarma. Así lo refleja el estudio ‘Evolución del suicidio en España en este milenio’ presentado este jueves por el Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM ISCIII) en la Universidad Complutense de Madrid.

En concreto, se ha acelerado el número de suicidios especialmente de personas de mediana edad y residentes en grandes ciudades y capitales de provincia (donde la implantación de las medidas de control de la pandemia dió lugar a una mayor alteración de la vida cotidiana), pero sobre todo de migrantes, grupo en el que el incremento roza el 25%, frente al 6,5% de los nacidos en España. “Las noticias no son buenas: el suicidio, lejos de disminuir -algo deseable y para lo que hemos destinado muchos esfuerzos- está aumentando. Lo estaba haciendo antes de la pandemia, y después lo está haciendo de modo mucho más significativo”, ha sintetizado en su presentación José Luis Ayuso, catedrático en Psiquiatría y Director del Centro Colaborador de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para Investigación y Formación en Servicios de Salud Mental en la Universidad Autónoma de Madrid.

El crecimiento global ha sido del 6,4%, y se ha dado tanto en hombres como en mujeres nacidos en España o en otro país, según los datos que ha expuesto Alejandro de la Torre, investigador principal del estudio del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental. Por sexos, el incremento anual en hombres ha sido del 6.7% entre 2018-2021 y del 6,5% en mujeres. Según el país de origen, el aumento anual alcanza el 6.5% en el trienio 2018-2021 para las personas nacidas en España, y el 24,3% en la población migrante que ha sido, sin duda, “el grupo social más afectado por la pandemia”.

Suicidios en España
Suicidios en EspañaTania Nieto

Perfil de mayor vulnerabilidad

Según los datos oficiales del INE en los que se apoya este estudio, 11 personas al día se quitaron la vida en 2021. Así, la tasa de mortalidad por esta causa en España ascendió a 8,45 fallecidos por cada 100.000 habitantes, una cifra que roza ya la media mundial de 9 establecida la OMS, y que acerca a España a los países con los valores más altos del mundo, como son Estados Unidos, Canadá o los países escandinavos. De hecho, más de la mitad (52%) de las 50 provincias españolas-más las dos ciudades autonómicas- supera esa tasa.

El perfil de riesgo es el de un hombre entre 40 y 64 años (aunque hay mayor vulnerabilidad a partir de los 65 años) nacido en España y que vive en una capital de provincia. Padecer una enfermedad mental y haber tenido un intento autolítico previo, añade vulnerabilidad.

Y es que tres de cada cuatro personas que se suicidaron fueron varones (2.982), la mitad (2.016) de los fallecidos tenía entre 40-64 años -franja con la que además la pandemia se cebó más, ya que el crecimiento de los suicidios en estas edades ha sido del 7,7 %-. Del resto, un 31% tenía más de 65, un 13,8 % de 25 a 39 años y un 5% entre 10 y 24 años.

Un tercio (32%) de los fallecidos en 2021 vivían en capitales de provincia, y casi un cuarto en zonas rurales (municipios de menos de 10.000 habitantes) o municipios urbanos de entre 10.001-50.000 habitantes (24.6% y 24.7%, respectivamente). El resto residía en ciudades grandes (pero no capitales de provincia) de más de 50.000 habitantes. Las mayores subidas con la pandemia se han dado precisamente en los residentes en grandes urbes y capitales de provincia, en concreto del 10,9 % y del 6%.

La mitad de España supera la tasa media mundial

En relación a distribución geográfica se observan las tasas más altas de mortalidad por suicidio (tasas superiores a 10 por cada 10.0000 habitantes) en Galicia (todas las provincias), en Asturias, Castilla y León (provincias de Zamora, León, Palencia, Burgos y Ávila), Aragón (Teruel y Huesca), Cataluña (provincias de Gerona y Tarragona) y Andalucía (provincias de Córdoba, Jaén, Málaga y Granada). Las provincias con mayor tasa de mortalidad por suicidio en 2021 fueron Jaén (13.1 por cada 100.000 habitantes), Zamora (14.2 por cada 100.000 habitantes) y Lugo (15.6 por cada 100.000 habitantes.

En el lado opuesto de la ecuación, con las tasas más bajas, se encuentran Guadalajara y Madrid (4.52 y 5.3/100.000 hab, respectivamente). Los investigadores han citado varias razones, una de ellas, que Madrid tiene mayor porcentaje de población joven no de riesgo. También entra dentro “de la especulación” el nivel de restricciones porque, según De la Torre, sí que se ha notado que, “cuanto más duras han sido, mayores son las tasas, pero demostrarlo es muy difícil”.

Por otro lado, José Luis Ayuso ha señalado que, en la Comunidad de Madrid, existe un protocolo de priorización “muy efectivo” por el que, cuando una persona es atendida en Urgencias o dada de alta despues de un intento autolítico, se le da una cita con Psiquiatría en un máximo de siete dias.

Por último, el aumento de los casos se dio en todos los meses del año, exceptuando enero y agosto, por lo que en 2021 se repitió el mismo patrón de años anteriores, que es “un claro aumento de la mortalidad por suicidio en los meses de verano”: solo en julio de 2021, se superaron los 400 muertos. Dicho efecto estacional no es exclusivo del suicidio, sino que también se da en otros procesos y conductas que implican agresividad, como asesinatos y violaciones, que se agudizan con el calor.

Sin un Plan Nacional de Preveción del Suicidio

Ante esta realidad innegable, España se encuentra, a estas alturas, sin un Plan Nacional de Prevención del Suicido, que el Gobierno prometió hace un año. Y es que en septiembre de 2022, PSOE, ERC y PNV rechazaron la propuesta presentada en el Senado por UPN para desarrollarlo. Un cambio de postura que sorprendió a propios y ajenos–recibieron críticas desde dentro del propio partido, desde las sociedades médicas y desde las asociaciones sociales. En ese momento, De la Torre manifestó a este periódico que «nos quedamos muy decepcionados por esta decisión del Gobierno, especialmente porque en España el suicidio es la segunda causa de muerte no natural en jóvenes, después de los accidentes de tráfico. Tanto para estos como para la prevenir la drogadicción, existe un plan nacional». «El Gobierno ya se comprometió en 2010 a desarrollar este plan, y además es algo que demanda la Organización Nacional de la Salud. En países donde se ha implantado, como Austria o Dinamarca, ha habido tanto una reducción del número de suicidios como de intentos. Pero aquí no parece prioritario», añadía.