24 horas para demostrar que fue asesinato, no homicidio

La Guardia Civil reúne pruebas para demostrar que la muerte de Gabriel no fue accidental.

El juez que instruye el caso por la muerte del niño Gabriel Cruz concedió ayer 24 horas que concluyen a la una de la tarde de hoy para que realice nuevas diligencias. Según han informado a LA RAZÓN fuentes próximas a la investigación, los agentes van a tratar de «abrochar» algunos detalles de las pesquisas que han realizado, sin que se pase un detalle, con el fin de poder acreditar en su informe final que Ana Julia Quezada actuó de forma premeditada, por lo que estaríamos ante un asesinato, y no un homicidio involuntario, como pretende hacer creer en las declaraciones que ha prestado, tanto ante la Guardia Civil y probablemente ante el juez.

Los investigadores confían en que mediante la acumulación de evidencias, y las contradicciones y lagunas en las que ha incurrido Quezada, no tenga más remedio que reconocer los hechos que, al menos para los agentes, son claros y demuestran la intencionalidad.

Las citadas fuentes subrayaron que no existen hechos importantes que descubrir. Lo relevante está esclarecido. De lo que se trata es de ultimar un informe en el que el cúmulo de evidencias no ofrezcan ningún margen de duda. «Desde el punto de vista policial todo está claro. Desde el punto de vista judicial, la diferencia entre una versión y la otra es muy importante, y hay que demostrar lo que, según todos los indicios, es un asesinato».

El titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Almería, el magistrado Rafael Soriano, adoptó la decisión de prorrogar la detención de Quezada, que anoche volvió a dormir en los calabozos de la Comandancia de Almería, al considerar necesaria dicha prórroga para la investigación la práctica de las referidas nuevas diligencias policiales.

Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) indicaron que la prórroga de detención se acordaba por un periodo de 24 horas.

Quezada había comparecido durante casi dos horas para someterse a las preguntas de las partes y del magistrado instructor. Como la causa está secreta, no se conocen los motivos que llevaron al juez a decretar la prórroga, pero se da como muy probable que estarán relacionadas con las declaraciones exculpatorias de la arrestada y con el fin de que se puedan conocer todos los detalles que confirmen su versión (lo que se considera altamente improbable) o acrediten la intencionalidad de los hechos.

Por otra parte, existen serias dudas sobre la autenticidad del arrepentimiento que Quezada dice sentir ahora. ¿Por qué no lo ejerció en los primeros momentos, si es que el golpe que había sufrido Gabriel era accidental, y avisó a los servicios de emergencia?. Por el contrario, lo asfixió y enterró.

El pasado martes, ante la Guardia Civil y tras hablar con su abogada de oficio, manifestó que había recogido a Gabriel al salir de la casa de su abuela en Las Hortichuelas y, en vez de que el menor se fuera a casa de sus primos, ambos se dirigieron a la finca de Rodalquinar.

En la finca, según reconoció, discutió con Gabriel hasta provocarle la muerte pero, según ella, una vez que el menor intentara primero agredirla.

No reconoció que provocara la muerte en una declaración absolutamente contradictoria y confusa, en la que sí admitió que lo asfixió y enterró a continuación.

Estas declaraciones, los hechos que puedan acreditar su falsedad, el comportamiento en los días posteriores y otras circunstancias, son, entre otros, los asuntos que la Guardia Civil analizó durante la tarde y la noche de ayer con el fin de ultimar el informe.