Día Mundial
Alerta por el aumento de los casos de esclerosis entre jóvenes y niños: síntomas y posibles causas
La esclerosis múltiple es una enfermedad que disminuye notablemente la calidad de vida de quien la padece, sobre todo si no se trata
En los últimos cinco años ha aumentado cerca de un 20 por ciento el número de pacientes con esclerosis múltiple. La EM es una enfermedad autoinmunitaria que afecta al cerebro y la médula espinal. Presenta multitud de síntomas y durante su evolución puede provocar deterioro neurológico y motor. Afecta más a las mujeres que a los hombres y se diagnostica con mayor frecuencia entre los 20 y 40 años de edad.
En nuestro país la padecen unas 55.000 personas y cada año se diagnostican 2.500 nuevos casos, lo que la convierte en la segunda causa de discapacidad y la segunda enfermedad neurológica más frecuente en los adultos jóvenes españoles según datos la Sociedad Española de Neurología (SEN). También es, después de la epilepsia, la segunda enfermedad neurológica más frecuente entre los jóvenes españoles.
"La esclerosis múltiple es una enfermedad crónica, autoinmune, inflamatoria, desmielinizante y degenerativa del sistema nervioso central. Se produce cuando el sistema inmunológico ataca por error a la mielina, una capa protectora de las neuronas que, cuando se ve afectada, hace que disminuyan o se detengan los impulsos nerviosos, provocando los diferentes síntomas de la enfermedad", explica la doctora Ana Belén Caminero, Coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Desmielinizantes de la Sociedad Española de Neurología.
“Dependiendo de las áreas del sistema nervioso central que se hayan visto afectadas, los síntomas varían mucho de una persona a otra, así que casi cualquier síntoma o signo neurológico puede ser parte de la sintomatología de la esclerosis múltiple. No obstante, problemas de movilidad, visión, equilibrio y coordinación, así como fatiga, dolor y trastornos de sensibilidad son los más comunes”, declara la experta. Al igual que los síntomas, el curso y la gravedad de esta enfermedad también puede ser muy variado. En todo caso, en un 85 por ciento de los pacientes, la esclerosis múltiple se presenta en forma de brotes, que son episodios de déficit neurológico como manifestación de las lesiones que se van produciendo en el sistema nervioso central.
Sobre el aumento de casos, Caminero destaca que "están implicados tanto la mejora de las técnicas diagnósticas como el aumento de las opciones de tratamiento, pero también, por causas que aún se desconocen, porque estamos asistiendo a un número cada vez más creciente de nuevos casos en mujeres y en población infantil". La edad de inicio de la enfermedad suele oscilar entre los 20 y los 40 años; además, la esclerosis múltiple es de dos a tres veces más habitual en las mujeres que en los hombres y su frecuencia está aumentando. La causa de la esclerosis múltiple aún no está clara. Se cree que se origina en personas genéticamente predispuestas ante la exposición a ciertos factores ambientales como infecciones, falta de vitamina D, tabaquismo, etc, y probablemente a ciertos factores hormonales que hacen que las mujeres tengan el doble de riesgo de desarrollar esta enfermedad. Otros factores de riesgo serían la hipertensión, la obesidad, la diabetes, dormir mal, o golpes en la cabeza.
Un diagnóstico temprano y un seguimiento adecuado de los pacientes puede ayudar a las personas que padecen la enfermedad a controlar los síntomas y a mejorar su calidad de vida. Además, la adopción de un enfoque integral y multidisciplinar, que incluya tratamiento farmacológico, modificaciones en el estilo de vida, terapias complementarias y apoyo psicológico y social, también puede beneficiar enormemente a los pacientes. Xavier Montalbán, director del Centro de Esclerosis Múltiple de Cataluña (CemCat), destaca en declaraciones a Efe que en los últimos 20 años ha mejorado de forma “clara y ostensible” el abordaje de la enfermedad y la calidad de vida de los pacientes, si bien es una enfermedad que aún no se puede curar. En todo caso, ha indicado que se está llevando a cabo “un esfuerzo muy considerable” en fármacos inhibidores de BTK (Tirosina Quinasa de Bruton), una pequeña molécula selectiva potencialmente capaz de penetrar en el cerebro, protegerlo y modificar el curso de la discapacidad. Actualmente están en marcha 11 ensayos de farmacéuticas en fase III y q se esperan los primeros resultados de uno de ellos para finales del presente año.
Otra de las principales vías de trabajo es explotar las posibilidades del virus Epstein-Barr, el que provoca mononucleosis y que se ha comprobado que es “condición sine qua non” para desarrollar esclerosis múltiple. Pero la infección por este virus no quiere decir que luego aparezca la esclerosis. “El 95 % de las personas tienen una infección por Epstein-Barr durante la vida y solo unos cuantos, pocos, van a sufrir esclerosis”, ha destacado Montalbán, que es también jefe del Servicio de Neurología del Hospital Vall d’Hebron. A partir de este virus, los investigadores están estudiando si sería posible diseñar una vacuna para administrarla en niños, antes de la primera infección, que pueda disminuir el riesgo de infección o de gravedad, y observar si también sirve para prevenir la esclerosis múltiple.
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