Algas

El alga asiática que invade las playas españolas y sorprende a los turistas llega a la prensa británica: “La invasión silenciosa”

La especie invasora Rugulopteryx okamurae se extiende por el litoral español, alterando ecosistemas y causando una alarma internacional

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La especie invasora Rugulopteryx okamurae se extiende por el litoral español, alterando ecosistemas y causando una alarma internacionalEuropa Press

Las costas españolas, desde el Mediterráneo hasta el Cantábrico, enfrentan una amenaza ecológica que ha cruzado fronteras y ahora ocupa titulares internacionales. La proliferación del alga asiática Rugulopteryx okamurae, originaria del Pacífico, ha transformado el paisaje costero en múltiples regiones del país, generando preocupación entre científicos, autoridades y turistas. El diario británico The Guardian ha calificado el fenómeno como “la invasión silenciosa”, destacando su rápida expansión y el escaso conocimiento público sobre sus consecuencias.

La presencia de esta especie invasora se ha documentado en diversas comunidades autónomas, incluyendo Galicia, País Vasco, Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia, Baleares, Canarias y Andalucía. Su capacidad para adherirse a rocas, reproducirse de forma explosiva y resistir condiciones adversas ha permitido que colonice rápidamente zonas costeras, desplazando especies autóctonas y alterando ecosistemas marinos.

Expertos advierten que la Rugulopteryx okamurae representa una amenaza para la biodiversidad marina, afectando hábitats sensibles y dificultando la pesca artesanal. Además, su acumulación en playas genera un fuerte impacto visual y olfativo, lo que ha provocado que numerosos turistas compartan su desconcierto en redes sociales. El sector turístico, clave en la economía española, teme que la imagen de “playas paradisíacas” se vea comprometida.

Según recoge The Guardian, lo que llega a la orilla es solo una fracción del problema. Investigadores como el profesor Juan José Vergara señalan que bajo el agua, el alga se extiende sin control, comparando su avance con “un cáncer que no se detectó a tiempo”. Su capacidad para absorber metales pesados y su ausencia de depredadores naturales en Europa la convierten en una especie especialmente difícil de erradicar.

El Gobierno de España, junto con las comunidades autónomas, ha aprobado estrategias de control y gestión de biomasa, explorando usos industriales como bioplásticos o fertilizantes