APU o cómo afrontar el cáncer infantil desde el optimismo

Pablete Ugarte sufrió durante dos años y medio un sarcoma de Ewing, un cáncer infantil muy agresivo que afecta a los huesos y que tiene unas estadísticas de mortalidad del 40% aproximadamente. Se fue sin una sola protesta, llanto o mala cara. Solo se quejaba de que el hospital era un rollo. Su familia no olvida lo importante que fue el personal sanitario y médico del hopital Virgen de la Arrixaca de Murcia, del Quirón de Madrid y del San Rafael, también en la capital. Amables, pacientes, sonrientes...

Tras su pérdida, relata su padre Mariano Ugarte, presidente de la asociación, había dos formas de hacer frente al dolor: la buena y la mala. La buena, ser optimista, recordar los buenos momentos y afrontar la vida con alegría. Y ayudar a los demás, a los que ahora sufren esa misma enfermedad, que no distingue entre ricos y pobres, buenos y malos...

Así nació la asociación Pablo Ugarte, declarada de utilidad pública, cuyo objetivo, además de colaborar en líneas de investigación en la lucha contra el cáncer infantil, es ayudar y apoyar a los enfermos. Cuenta con más de 2300 socios y recauda más de 40.000 euros al mes. Los socios lo son de todo tipo y condición. Como los donativos: hay gente que aporta tres euros al mes y otros más. Voluntariado puro y duro. Incluso se ha dado el caso de niños que han renunciado a sus regalos de Primera Comunión para hacer donativos a esta iniciativa, que tiene ahora mismo 22 proyectos en marcha.

Todo el dinero recaudado se dedica íntegramente a los objetivos de la asociación. Para presentarnos esta iniciativa nos ha visitado en el plató de LA RAZÓN TV, Marcial Gamboa.