Denuncia
Asesinada hace 18 años, reaparece en un Chatbot de la IA
El nuevo perfil creado tenía el nombre de la fallecida y una
falsa biografía para un videojuego
Jennifer Crecente era una estudiante ejemplar de 18 años que desapareció en febrero de 2006, pocos meses antes de graduarse de educación secundaria en Austin (Texas). Los investigadores encontraron su cuerpo sin vida días después en un bosque cercano a la urbanización donde vivía. Su entonces novio, Justin Crabbe, la había asesinado a tiros justo el día siguiente de San Valentín. «No murió a causa de una enfermedad infantil, ni en un accidente de coche», escribe su padre, Drew Crecente, en la página de la Fundación que creó con el nombre de la joven, «fue asesinada por un compañero de clase». Los padres de Jennifer se divorciaron y fundaron cada uno una organización sin ánimo de lucro cuyo objetivo es prevenir la violencia de género entre los adolescentes, pero ninguno de los proyectos ha servido para mitigar el dolor después de casi dos décadas. Por eso, cuando hace unos días la hija de Drew se le apareció convertida en Chatbot, «mi pulso se aceleró», ha confesado al diario «Washington Post», «solo buscaba un botón que frenara todo esto».
La desagradable sorpresa que revivió el dolor por la pérdida de su hija llegó la madrugada del 2 de octubre. Drew tiene activada una alarma que le avisa de las publicaciones que se hacen sobre su hija o su caso, lo que nunca imaginó es que le llegaría un aviso tan «vivo» y doloroso. No interactuó con el carácter ficticio que tenía enfrente, rápidamente lo denunció a CharacterAi y se lo contó a su hermano, quien enseguida tiró de la red social X para pedir que desapareciera el perfil, porque «es jodidamente asqueroso», publicó»: «@Character_ai está usando a mi sobrina asesinada como cara de IA de un videojuego sin el permiso de su padre. Él está muy molesto en este momento, no me puedo imaginar por lo que está pasando. Por favor, ayúdenos a frenar esta terrible práctica». El nuevo perfil creado tenía el nombre completo de la joven fallecida, y una breve y falsa biografía que la describía como «una periodista especializada en videojuegos y experta en tecnología, cultura y pop». Al lado del perfil, un enlace permitía a los usuarios charlar con ella.
La plataforma que publicó el chatbot lo borró inmediatamente, asegurando que violaba su política, y pidió disculpas a la familia, pero el daño ya estaba hecho, antes de eliminarlo, casi 70 personas habían interactuado con la Jennifer Crecente digital.
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Pasividad ante la tragedia