Seguridad

Atravesar la T4 de Barajas, «deporte de riesgo» a causa de los charcos

Un pasajero que llegaba desde Barcelona se cayó ayer por presencia de agua en el suelo sin señalizar

Una mujer y una niña caminan con sus maletas, en la T4, en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, en Madrid (España).
Una mujer y una niña caminan con sus maletas, en la T4, en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, en Madrid (España).Ricardo RubioEuropa Press

No es la primera vez que ocurre pero parece que nadie tiene demasiado interés en solucionar el problema. Un problema de goteras cerca de la sala VIP de Iberia en la Terminal 4 del aeropuerto de Madrid-Barajas, frente a la tienda del F. C. Barcelona del aeropuerto madrileño, ya ha causado más de una caída de personas que pasan por la terminal dado que el personal autorizado no suele colocar los pertinentes conos o señales de aviso por riesgo de resbalones.

Ayer le tocó a un pasajero que llegaba procedente de un vuelo de Barcelona. Tras bajarse del avión y pisar la terminal madrileña, se dirigía a la puerta de salida cuando, en este punto de la T4, cerca de la puerta de embarque J, se resbaló por la presencia de agua en el suelo. Cayó de bruces y posiblemente tenga que ser valorado por algún equipo médico de forma más exhaustiva ya que, aunque en el momento se levantó por su propio pie e intentó no darle más importancia al asunto, después comenzó a sentir fuertes dolores de espalda.

Desde las tiendas aledañas, a las que se puede acceder solamente con tarjeta de embarque, aseguran que no es la primera vez que ocurre un incidente de estas características y que ya están «cansados» de dar avisos a los servicios de limpieza por la presencia de charcos en esta zona concreta de la terminal 4.

Unos avisos que, en muchas ocasiones caen en saco roto ya que, según denuncian los comerciantes, muchas veces ni siquiera acuden al lugar para limpiar o, al menos, señalizar la zona peligrosa para los viandantes hasta que algún operario pueda solucionar el incidente.

Es decir, que el problema es recurrente y llevan tiempo quejándose de ello pero nadie parece solucionarlo de forma definitiva, con el riesgo asociado que conlleva. Y eso que el origen parece que está localizado, según las mismas fuentes.

Este incidente se une a la problemática que los servicios de limpieza del aeropuerto llevan arrastrando desde hace ya varios meses. Precisamente el pasado mes de abril habían convocado una huelga indefinida de prestación del servicio las tres empresas que lo hacen (Serveo Facility Management SAU en las terminales 1, 2 y 3), Serveo Servicios SAU en la Terminal 4) y Optima Facility Services en la Terminal 4 Satélite.

Paros desconvocados

La decisión de convocar paros fue tomada por la necesidad de abordar «la unificación de acuerdos, los reiterados incumplimientos de los mismos, y la escasa plantilla existente que, junto con las nuevas exigencias y métodos de limpieza impuestos por AENA, han generado una situación de estrés y presión constante para nuestros trabajadores». Aunque la huelga finalmente fue desconvocada, los trabajadores se quejaban de que el continuo aumento de pasajeros en el aeropuerto se traducía en un incremento en la «carga física y emocional» de los trabajadores para «garantizar un servicio de calidad».

El comité de huelga, vinculado a los sindicatos Silmuma, Uso, Progresa, CC OO, UGT y CTA, informó a sus trabajadores un día antes del inicio de los paros de la resolución que cancelaba la inactividad en los servicios. La decisión se tomó después de que las concesionarias presentaran una mediación en el Instituto Madrileño de Mediación y Arbitraje (IRMA) alegando que la convocatoria de huelga indefinida es ilegal.

Los sindicatos explicaron que sus reclamaciones eran «legítimas y fundamentadas» pero tomaron la decisión de desconvocar la huelga «para proteger los derechos individuales de la plantilla» y no exponerles a «posibles consecuencias» pero la situación de malestar y carga de trabajo se vio incrementado también por la presencia de personas sin hogar en la terminal.

Precisamente por eso reclamaban aumentar la plantilla porque no daban abasto con tantas peticiones de limpieza. El problema de la insalubridad derivada de las pernoctas de muchas personas que esperaban la resolución de sus peticiones de asilo en nuestro país, empeoró la situación.

Y a la cantidad de trabajo para los trabajadores de limpieza se unió problemas de plagas de chinches y pulgas que afectaban a la seguridad y a los empleados de las diferentes aerolíneas que trabajan en esta terminal del aeropuerto.