Caso Bretón
Bretón: «¿Siete mujeres en el jurado? Ya estoy condenado»
Cree que el juez es parcial en su trato y afronta la vista oral con pesimismo. «A Ruth y a mi suegra les dejan explayarse. ¿Qué se creen, que no tengo ganas de llorar?», se queja
MADRID- Su futuro se decide durante estos días en la Audiencia Provincial de Córdoba. Sin embargo, José Bretón no rompe su rutina diaria en la cárcel de Alcolea. Meticuloso hasta el extremo y obsesionado con el orden y la limpieza, el aspecto que presenta a diario en el juicio no difiere del que muestra entre rejas. Eso sí, quienes han mantenido el contacto con él durante esta semana aseguran que, en los 21 meses que lleva entre rejas, jamás le habían visto tan alterado, ni siquiera hace casi dos años, cuando nada más ingresar se autolesionó con una cuchilla. ¿El motivo? El acusado no está conforme con el desarrollo del juicio.
Fuentes cercanas al caso han detallado a LA RAZÓN algunas de las quejas de Bretón durante estos días. Así, el padre de Ruth y José se ha mostrado «obsesionado» con el juez que instruye el caso, Pedro Vela. En su opinión, «no está siendo parcial». «Sólo puedo decir sí o no. Sin embargo, a mi ex mujer –Ruth Ortiz, madre de los niños– la ha dejado explayarse, mientras que su madre –Obdulia Ramos, abuela de los pequeños– ha llorado... ¿Qué se cree, que yo no tengo ganas de llorar?», dijo Bretón. El acusado, que se enfrenta a 40 años de cárcel, se refería así a la actitud del magistrado, que le insistió que respondiera «sí o no» a la pregunta: «¿Mató usted a sus hijos?». Y es que Bretón no ofreció una respuesta tajante: «Eso que usted dice es completamente falso», insistía en responder Bretón. El juez incluso le dejó caer en otra ocasión cuando el acusado buscaba eludir cuestiones directas: «Vamos a concretar, a no hablar de sentimientos y vamos a los hechos». En la declaración, que se prologó durante cuatro horas, las palabras más repetidas por Bretón fueron «es completamente falso» en cada una de las preguntas que le hacían sobre la acusación de haber asesinado a sus hijos y cómo ideó el plan, si bien cayó en distintas contradicciones sobre los hechos, que para su defensa son «mínimas».
Del mismo modo, al padre de Ruth y José le pareció excesivo estar esposado durante toda la mañana mientras declaró su ex mujer que, hay que recordar, testificó protegida por un biombo que le impedía tener cualquier contacto visual con el acusado.
Todos estos elementos hacen que Bretón se haya mostrado pesimista en cuanto al desarrollo del juicio. En un primer momento, ya le parecía que con un jurado popular tenía todas las de perder. Y cuando posteriormente se detalló la composición de éste, sus expectativas empeoraron. «¿Un jurado compuesto por siete mujeres? Ya estoy condenado». Con todo, y pese a verlo cada vez peor, Bretón sigue agarrándose a un clavo ardiendo, un «as en la manga» que asegura que tiene su abogado, José María Sánchez de Puerta, y cree que sorprenderá a muchos. Ambos parecen aferrarse a este argumento para intentar dar un vuelco al juicio y dar esquinazo a la pena de 40 años de cárcel que solicitan tanto el Ministerio Fiscal como la acusación al considerarlo autor de dos delitos de asesinato con alevosía. Pero a la espera de esta «carta» que desvelará Sánchez de Puerta en breve, durante estos días han tenido que cambiar de estrategia, como adelantó ayer este diario. Por recomendación del letrado, Bretón ha dejado de mirar al jurado mientras declara, tal como hizo el primer día de juicio, pues considera que es una táctica que no le beneficia y que puede causar «mala impresión». De hecho, la estrategia de la defensa durante estos días consiste en interpelar lo menos posible tanto al juez como a los nueve miembros del jurado.
Rechazo de los reclusos
En el módulo de ingresos en el que está recluido Bretón la vida es bastante apacible. Como máximo hay 20 reclusos, lo que supone un respiro para los presos. De hecho, a aquellos que han presentado buena conducta se les suele ofrecer la estancia allí. Eso sí, tienen que pagar un peaje: estar pendientes las 24 horas de Bretón. Hay que recordar que el acusado cuenta permanentemente con la vigilancia de un interno «sombra» –como corresponde al programa de prevención antisuicidios–, por lo que tienen que organizarse con un cuadrante. Ahora bien, varios han mostrado su rechazo a tener que compartir el mismo espacio con Bretón. Y eso a pesar de que para ellos supondría una mejora en su calidad de vida carcelaria.
Los policías «sombra» desvelarán su actitud tras la desaparición
El juicio se retoma hoy con la declaración de testigos que estaban en el Parque Cruz Conde de la capital el 8 de octubre de 2011, día de los hechos, además de personal de la Ciudad de los Niños, ubicada junto a dicho parque, y agentes policiales. En total están llamadas a declarar 13 personas. A partir de la sexta sesión de este lunes, se sumarán más testificales en jornadas posteriores hasta el viernes, con los testimonios de numerosos agentes de la Policía Nacional, el comisario Serafín Castro; el primo de Ruth Ortiz –la madre de los pequeños– Juan David López; y funcionarios de prisiones. Entre ellas destacarán las declaraciones de los dos policías «sombra» que no se separaron de José Bretón desde que denunció la desaparición el 8 de octubre de 2011 hasta que fue detenido nueve días después. Los agentes arrojarán luz sobre las pesquisas que se llevaron a cabo, el comportamiento que tuvo Bretón en los días posteriores a la desaparición, así como la custodia que se hizo de los restos óseos que se hallaron en la hoguera que el acusado hizo en la finca de «Las Quemadillas» el día del suceso.
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