Investigación

El cadaver de Jesús María González fue troceado, metido en bolsas y arrojado a un pozo muy angosto

La familia del desaparecido en 2019, cuyos restos, a falta de confirmación forense, han sido encontrados por la Guardia Civil, no ha dejado de luchar en estos cuatro años y ha contado con la colaboración ciudadana

Se trató de un crimen horripilante. Después de dar muerte a Jesús María González Borrajo en Ciudad Real, el autor troceó el cuerpo, lo metió en bolsas y las tiró un pozo de extracción de agua, que cegado con numerosas piedras y donde han sido hallados unos restos que, a falta de confirmación por las pruebas que ya realiza el Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil, podrían ser los de esta persona, desaparecida desde 2019.

Todo apunta a que la presunta autoría correspondería a Antonio Caba, ya en prisión por un crimen similar, el del empresario Juan Miguel Isla, cuyos restos fueron también hallados por la Guardia Civil de Ciudad Real, con el apoyo de la UCO. Para resolver ambos casos, han sido determinantes las declaraciones de Gaspar Rivero, el presunto colaborados de Caba, que, arrepentido de sus acciones, ha declarado ante la fiscalía lo ocurrido y donde estaban los restos de los dos asesinados.

El abogado de la familia de Jesús María, Dionisio León, que va a ejercer la acción particular, ha manifestado a LA RAZÓN que, de confirmarse que los restos hallados son los del desaparecido, va a pedir que ambos casos, éste y el de Isla se tramiten de forma conjunta. Tiene previsto solicitar la prisión permanente revisable para los que sean declarados culpables.

Asimismo, ha señalado que la familia no ha dejado en ningún momento de luchar para lograr encontrar a Jesús María y que, hace unos dos meses, ya tuvieron algunos indicios, gracias a investigaciones propias y la colaboración de ciudadana, de donde podía estar el cadáver y quién podía ser el autor del crimen. Antonio Caba, ya que debía a Jesús María 50.000 euros. Y así se lo comunicaron a la Guardia Civil. “Esto no desmerece el gran trabajo desarrollado por los agentes que, en definitiva, son los que han meterializado las pesquisas y, en el caso de Jesús María, se han enfrentado a grandes dificultades por la estreches del pozo hasta llegar a unos restos que parecen ser los de Jesús María, a falta de confirmación”.

Subrayó también que era preciso aclarar ambas desapariciones ya que Gaspar Rivero, un ludópata y el único testigo de lo ocurrido, podría “desaparecer”, como le ocurrió a Isla y a Jesús María. A estos hechos, se podría sumar otro ocurrido en 2012, la muerte de una persona que apareció en un pozo y cuyo fallecimiento se atribuyó a un suicidio por depresión. Antonio Caba también le debía dinero.

Dionisio Pérez ha destacado que, al igual de lo ocurrido con Isla, sobre el que difundió diversos infundios, Caba trató de desviar la desaparición hacia el hermano de Jesús María. Se trata de una familia, originaria de Vitoria, que tuvo que abandonar el País Vasco por culpa de ETA.

En las pesquisas de la Comandancia de Ciudad de Real ya se indicaba que Antonio Caba, aparecía fuertemente vinculado a esta desaparición. Se recordaba que “el 26 de junio ·de 2019, Miguel González Borrajo interpuso denuncia en el Puesto de la Guardia Civil de Manzanares por la desaparición de su hermano, Jesús María. Según consta en dicha investigación, llevada a cabo por la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Ciudad Real, Jesús María desapareció el 19/06/2019 tras realizar la venta de un vehículo por 14.000€ a un vecino de la localidad de Manzanares, siendo la persona que hizo de intermediario en aquella venta el ahora investigado, Antonio Caba, el cual estuvo presente cuando se hizo el pago. Una transacción tras la cual, nunca más se supo de Jesús María”.

Como la de Juan Miguel Isla, se produjo después de haber recibido los desaparecidos un cobro importante de dinero en efectivo en el que Antonio (Caba) no sólo hizo hecho de intermediario, sino que habría participado activamente, estando presente en el momento en que las victimas habrían recibido el pago de una importante cantidad de dinero en efectivo; siendo la última persona que habría visto ambos desaparecidos antes del cese repentino de cualquier comunicación por parte de los mismos.

El 10 de mayo de 2019, se personaron en dependencias oficiales de la Guardia Civil de Ciudad Real familiares del desaparecido Jesús María para documentar una supuesta deuda de Caba con Jesús María, firmando dos contratos de préstamo por valer de 10.000 euros los días 3 y 17 de abril de 2019, respectivamente, formalizándose por Antonio la devolución de dichos importes en pagarés en la entidad bancaria LIBERBANK de fechas 3 y 20 de abril de 2019, con fechas de vencimiento de los mismos 25 de mayo y 25 de junio del 2019 y que, al parecer, estarían todavía pendientes de cobro; emprendiendo la familia acciones legales para el pago de dichos importes por parte de Antonio. Acrecentándose así el posible móvil económico tras la desaparición de Jesús María.