La polémica

El cardenal apartado por corrupción se niega a ausentarse del cónclave: «No pueden negarme ese derecho»

Angelo Becciu, condenado por llevarse dinero de forma ilícita, quiere participar ahora en la elección del nuevo pontífice

Mientras miles de fieles se congregaban en Roma para despedir al Papa Francisco, otras miradas ya estaban puestas a un «medio plazo», en el famoso cónclave que tendrá lugar en los próximos días para elegir al 267º papa y que se augura agitado. Y la polémica tiene nombre propio: Angelo Becciu, uno de los cardenales caídos en desgracia durante el mandato de Francisco desde que en 2023 fuera condenado a cinco años y seis meses de cárcel por fraude fiscal. Durante mucho tiempo fue considerado uno de los preferidos para suceder a Jorge Mario Bergoglio (fue varios años su número 3) y, curiosamente, no estará siquiera en el cónclave para decidir el nombramiento. Las irregularidades financieras comenzaron en 2020 y, tras un proceso de investigación en la Santa Sede, Francisco decidió retirarle sus privilegios como cardenal.

El Colegio Cardenalicio está formado actualmente por 252 cardenales, de los cuales 133 son electores por edad, menores de 80 años. Y, aunque el cardenal Angelo Becciu cumple este requisito, el Vaticano lo ha excluido de los electores.

Así, Angelo Becciu, de 76 años, saltó a la historia de la Iglesia Católica con una condena por corrupción y fue inhabilitado de forma «perpetua» para ejercer cualquier cargo en la santa Sede. De hecho, se convirtió en el primer purpurado en ser sentenciado por el irregularidades financieras y tuvo que pagar una multa personal de 8.000 euros, a lo que se sumó el pago solidario, junto a los otros ocho condenados, a una indemnización al Vaticano por el daño causado de 200 millones de euros.

Pero, a pesar de esa inhabilitación, Becciu quiere participar en el cónclave.

Según la Sala de Prensa del Vaticano, los electores eran, en principio, 135 pero Becciu insiste en modificar esa cifra a 136: «No pueden negarme ese derecho», dijo. El alto prelado participó en la primera reunión de las congregaciones, los encuentros preliminares de cara al cónclave. No obstante, por motivos de salud, algunos ya han anunciado que no podrán asistir.

Pero el caso de Becciu es complejo y estalló en 2019 al trascender la compra de un edificio en Londres por parte de la Secretaría de Estado del Vaticano, de la que él era el sustituto de Asuntos Generales, que derivó en una operación especulativa que generó un agujero millonario en las cuentas de la Santa Sede.

El edificio, en la exclusiva calle londinense de Sloane Avenue, había costado al Vaticano unos 350 millones de euros, pero luego fue vendido por 186 millones de libras (unos 214 millones de euros). Además, durante el juicio surgieron otros delitos cometidos presuntamente por Becciu como las donaciones de 125.000 euros que el cardenal ingresó en la cuenta de una asociación vinculada a la Cáritas sarda de Ozieri, presidida entonces por uno de sus hermanos. En cualquier caso, salvo decisión contraria, no debería participar en el cónclave. Sin embargo, la oficina de prensa del Vaticano aseguró que todos los cardenales, incluido el que fuera el poderoso sustituto de Estado vaticano, pueden participar en las congregaciones y las reuniones preparatorias pero no en el cónclave.

«El papa reconoció mis prerrogativas cardenalicias como intactas ya que no hubo voluntad explícita de excluirme del cónclave ni petición de mi renuncia explícita por escrito», declaró este martes Becciu al diario «Unione Sarda».

Seguramente la cuestión de la participación de Becciu será uno de los argumentos que se debatirá en las congregaciones de cardenales, las reuniones preparatorias del cónclave.

En definitiva, el número de cardenales se ha reducido de 135 a 133, tras las bajas anunciadas del cardenal español Antonio Cañizares y del cardenal bosnio Vinko Puljic.

En concreto, el cardenal arzobispo emérito de Valencia, Antonio Cañizares Llovera, no participará en el Cónclave por motivos de salud, según han confirmado a Europa Press fuentes del arzobispado de Valencia.

Por su parte, el arzobispo emérito de Vrhbosna (Bosnia y Herzegovina), Vinko Puljic, ha confirmado que no acudirá a Roma, también por motivos de salud. Para este cardenal habría sido su tercer cónclave.

Así, el próximo Papa necesitará 89 votos para conseguir los dos tercios necesarios para ser proclamado Pontífice.

Según las estadísticas de la Santa Sede, del total de cardenales electores, el 80% (108) han sido creados por el Papa Francisco, 22 por Benedicto XVI y cinco por Juan Pablo II.