Celyvir, el caballo de Troya del cáncer

Investigadores españoles activan la respuesta inmune gracias a la introducción de un virus.

No hay mejor ejemplo para explicar la nueva terapia desarrollada por investigadores de la Unidad de Biotecnología Celular del Instituto de Salud Carlos III que el caballo de madera que provocó la caída definitiva de Troya. Es lo que han conseguido estos científicos: «colarse» dentro del tumor y destruirlo. ¿Cómo?

Lo que han hecho es utilizar las células madre como vía de entrada en el tumor. Dentro de ese «vehículo» se transporta un tipo de virus oncolítico –un modelo de terapia génica– que se replica selectivamente en células tumorales y consigue destruir las células cancerígenas. Así lo han demostrado los investigadores españoles en la revista «Cancer Immunology, Immunotherapy» en la que explican que esta técnica es efectiva en ratones.

Una de las principales aportaciones de esta investigación es que el estudio también demuestra que las células madre que se utilizan no tienen por qué venir en exclusiva del enfermo, sino que también son efectivas si proceden de un donante. «Demostramos que las células madre mesenquimales que transportan el virus antitumoral podrían obtenerse tanto del propio paciente (células singénicas) como de un donante (células alogénicas) y consiguen reducir un 35 por ciento el volumen tumoral», explica Álvaro Morales, uno de los principales autores de la publicación.

El tratamiento, además de conseguir activar la respuesta inmune, aumentó la infiltración de ciertas células inmunes anticancerígenas en los tumores tratados. Este procedimiento se ha demostrado que mejora el pronóstico de la enfermedad, sobre todo si se combina con otros tipos de inmunoterapia.

Como explica Morales, «estos resultados abren la posibilidad de producir un tratamiento universal de células madre mesenquimales como vehículo de transporte del virus oncolítico sin necesidad de obtenerlas de los pacientes, lo que puede facilitar la rapidez y disponibilidad de esta viroinmunoterapia».

En este modelo de terapia los virus que se utilizan de forma más habitual son el adenovirus (responsable de los resfriados) y la vaccina que produce viruela.