Espacio

EE UU aprueba la primera misión privada a la Luna

Moon Express lanzará en 2017 sondas robotizadas al satélite para explorarlo y, en un futuro, extraer platino u otros materiales

Prototipo de la sonda robótica que la empresa norteamericana lanzará el año que viene
Prototipo de la sonda robótica que la empresa norteamericana lanzará el año que vienelarazon

Moon Express lanzará en 2017 sondas robotizadas al satélite para explorarlo y, en un futuro, extraer platino u otros materiales

«¡Hemos conseguido nuestra licencia para 2017¡». Con esta frase el director general de Moon Express, Bob Richards, anunciaba ayer en Twiter que la NASA había aprobado su misión de viaje a la Luna. El regulador estadounidense de aviación autoriza, así, por primera vez a una empresa privada que envíe una sonda a nuestro satélite, con lo que crea un marco legal para facilitar la exploración y explotación de un satélite de soberanía internacional.

La Agencia Federal de Aviación (FAA) también ha puesto fecha a este lanzamiento de la empresa Moon Express. Será el 20 de julio (día del 47 aniversario del primer alunizaje) y enviará una sonda robotizada capaz de aterrizar y moverse por la superficie lunar. «La FAA ha determinado que el lanzamiento de la sonda no pone en peligro la salud pública, seguridad de personas y propiedad, los intereses nacionales o de política exterior, o las obligaciones internacionales», indica la FAA en la nota a través de la que anunciaba la aprobación. Para Moon Express este es un pequeño paso en su camino hacia la Luna, pero un gran paso legal para un sector que comienza a andar y que podría en un futuro no muy lejano permitir la explotación minera del satélite de la tierra para generar combustible espacial, energía limpia o agua.

La autorización de la FAA supone la primera aplicación seria para el ámbito privado del Tratado del Espacio Exterior, un acuerdo internacional de casi medio siglo que determina el carácter internacional, sin soberanía demarcada, del espacio. El generalista tratado internacional asegura que «las actividades de entidades no gubernamentales en el espacio exterior, incluida la Luna y otros cuerpos celestes, deben requerir la autorización y continua supervisión de los estados parte de este tratado». En 1967, cuando los soviéticos y estadounidenses impulsaron este acuerdo en plena lucha por la hegemonía espacial, no se contemplaba la posibilidad de empresas privadas en el espacio, algo que Washington promueve con subsidios y desregulación.

El logro administrativo de Moon Express le acerca a la posibilidad de proclamarse ganador a finales de 2017 del desafío planteado por Google en 2007, el Lunar X Prize, que busca ideas para vehículos capaces de aterrizar en la Luna, mandar imágenes y moverse en la superficie más de 500 metros. El equipo ganador, de los 16 que permanecen en la competición, se llevará 20 millones de dólares para realizar el proyecto, que Moon Express espera poder llevar a cabo dentro de un año, pese a que no ha finalizado la sonda o el cohete que la debe poner en órbita.

Naveen Jain, presidente de Moon Express, parafraseó ayer al fallecido presidente John F. Kennedy al asegurar que han elegido ir a la Luna «no porque sea fácil, sino porque es un buen negocio». Jain explicó en el canal norteamericano CNBC que en una década esperan comenzar a enviar misiones tripuladas a la Luna, algo que se hizo por última vez hace más de 40 años. «Espero que al aterrizar en la Luna inspiremos a emprendedores de todo el mundo a lanzarse a intentar lo imposible, a curar el zika, el cáncer (...) Que vean que un inmigrante puede venir a este país y conseguir algo totalmente de locos», añadió Jain, de origen indio y que hizo fortuna en la burbuja de las «puntocom».

Moon Express considera que, una vez dominados los desplazamientos a la Luna, la empresa podrá enviar misiones de bajo coste para extraer platino o helio-3, un isótopo abundante en el satélite que sobre el papel puede ser el origen de energía de fusión limpia, pero cuya viabilidad sigue siendo cosa de ciencia ficción.