Ciencia
El hombre ha creado 208 minerales desde la revolución industrial
Son más que en ningún otro momento desde hace 2.200 millones de años
Las actividades humanas han contribuido a la creación de 208 nuevos minerales en la Tierra, la mayoría de ellos desde que se iniciara la revolución industrial a mediados del siglo XVIII, y han diversificado estas sustancias naturales más que ningún otro acontecimiento desde que se produjera un aumento del oxígeno en la atmósfera hace más de 2.200 millones de años, informa Servimedia.
Así se recoge de un trabajo dirigido por Robert Hazen, de la Institución Carnegie para la Ciencia (Estados Unidos), que refuerza el argumento científico de denominar Antropoceno o Época Antropocénica al intervalo de tiempo geológico que se distingue por el impacto omnipresente del ser humano en la Tierra desde la revolución industrial.
El estudio, publicado este miércoles en la revista ‘American Mineralogist’, indica que esos 208 minerales suponen casi un 4% de los cerca de 5.200 reconocidos oficialmente por la Asociación Mineralógica Internacional (AMI). La mayoría de esos minerales reconocidos y atribuidos a actividades humanas se originaron a través de la minería en vertederos, a través del desgaste de escorias formadas en paredes de túneles, agua de mina o maderas, o por incendios de minas.
Algunos minerales formados por las acciones humanas también pueden darse naturalmente. Tres fueron descubiertos en artefactos corroídos de plomo a bordo de un buque naufragado tunecino, dos en artefactos de bronce en Egipto y dos en artilugios de estano en Canadá, así como cuatro en lugares prehistóricos incendiados en montañas de Austria.
Según el estudio, el primer gran evento histórico de diversidad mineral en la Tierra ocurrió hace más de 2.000 millones de años con la Gran Oxidación, cuando el aumento de oxígeno en la atmósfera dio lugar a dos tercios de los más de 5.200 minerales reconocidos oficialmente hoy.
«La evolución de los minerales ha continuado a lo largo de la historia de la Tierra. Han sido necesarios 4.500 millones de años para que las combinaciones de elementos se encuentren naturalmente en el planeta en una ubicación específica, profundidad y temperatura, y para formar los más de 5.200 minerales oficialmente reconocidos hoy en día, la mayoría de los cuales han surgido desde la Gran Oxidación hace 2.000 millones de años”, explicó Hazen.
Este investigador añade que 208 minerales han sido producidos “directa o indirectamente” por las actividades humanas, en su mayoría desde mediados del siglo XVIII. “Creemos que otros siguen formándose
a ese mismo ritmo relativamente fuerte. Imaginar 250 años en relación con 2.000 millones de años es la diferencia entre el parpadeo de un ojo (un tercio de segundo) y un mes”, precisa. “En pocas palabras, vivimos en una era de inigualable diversificación de compuestos inorgánicos. De hecho, si la era de la Gran Oxidación fue un ‘evento de puntuación’ en la historia de la tierra, el rápido y extenso impacto geológico del Antropoceno es un signo de exclamación”, apostilla.
Una especie mineral se define como un compuesto cristalino de origen natural que tiene una estructura cristalina, composición química y combinación única. Hasta el pasado mes de febrero, la Asociación Mineralógica Internacional había reconocido 5.208 minerales. Los investigadores indican que la humanidad ha tenido un impacto importante en la diversidad del mundo mineral desde tres puntos de vista, como la fabricación de compuestos sintéticos (cristales YAG utilizados en láseres, gránulos de carburo para abrasivos y metales y aleaciones epeciales para imanes, piezas de máquinas y herramientas)
y la formación de minerales como subproductos no intencionales de la actividad humana (a través de la minería, como los encontrados en algunas localidades de la Edad de Bronce).
Otros factores son el movimiento a gran escala de rocas, sedimentos y minerales (construir carreteras, puentes, vías fluviales, monumentos y otras infraestructuras humanas) y la redistribución global de minerales naturales altamente valorados (diamantes, rubíes, esmeraldas, zafiros y una gran cantidad de piedras semipreciosas, acompañados de concentraciones de oro, plata y platino, se encuentran en tiendas y hogares de todos los rincones del mundo).
«Teniendo en cuenta las influencias generalizadas de la humanidad en el medio ambiente, debe haber cientos de minerales aún no reconocidos en minas antiguas, fundiciones, edificios abandonados y otros sitios. Por lo tanto, los nuevos compuestos se pueden estar formando en, por ejemplo, vertederos de residuos sólidos, donde las baterías viejas, la electrónica, los electrodomésticos y otros descartes de alta tecnología están expuestos a la intemperie y la alteración», explica Robert Downs, de la Universidad de Arizona (Estados Unidos) y coautor del estudio.
Marcus Origlieri, también de la Universidad de Arizona, apunta: “En las capas de sedimentos dejadas atrás de nuestra era, los futuros mineralogistas encontrarán abundantes materiales de construcción tales como ladrillos, bloques de cemento y cemento, aleaciones metálicas como el acero, titanio y aluminio, junto con muchos subproductos radioactivos letales De la era nuclear también podrían maravillarse con algunas hermosas piedras preciosas fabricadas, como zirconia cúbica, moisanita, rubíes sintéticos y muchas otras”.
Servimedia
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